miércoles, 15 de diciembre de 2021

Reseña: LOS SUSURROS DE LAS ESTRELLAS, de Naguib Mahfuz.

 

Para los lectores incondicionales de cualquier escritor siempre es una buena noticia la publicación de algún texto inédito, de una de esas obras que aparecen póstumamente en algún cajón. Este es el caso que nos ocupa para deleite de los seguidores de la obra de Naguib Mahfuz. En 2018, doce años después de su muerte, salía a la luz un manuscrito desconocido junto a una nota en la que había anotado “para publicar en 1994”. Si el lector hace memoria, recordará que ese año Mahfuz sufrió un atentado a manos de integristas islámicos que consideraban su obra como una blasfemia contra la religión musulmana. Las secuelas físicas y psicológicas de dicho ataque, su mano derecha quedó semiparalizada, parecen motivos más que suficientes para que el autor no cumpliera con su objetivo de publicar dicha obra en la fecha que había previsto.

         El momento finalmente ha llegado y aquellos textos se han materializado en el libro que nos ocupa, Los susurros de las estrellas. Se trata de dieciocho narraciones de extensión muy breve cuyos protagonistas son los habitantes de uno de los barrios humildes de El Cairo; seguramente sirviera de ejemplo el de Al-Gamaliya que Mahfuz conocía como la palma de su mano. Es tal la importancia y la entidad de dicho espacio en todos estos textos que deviene un personaje más: el barrio como protagonista indiscutible, el escenario elevado a la categoría de personaje principal. El barrio como microcosmos de historias particulares que, en el fondo, son universales. El barrio poblado por todo un crisol de personajes típicos y peculiares de cualquier arrabal egipcio o árabe, en general, de la época en la que fueron escritos. Se trata de relatos urbanos sobre la vida cotidiana de gente que trata de sobrevivir al día a día enfrentándose a la intransigencia religiosa y social, luchando contra la superstición y las fuerzas sobrenaturales y huyendo de la decadencia en un intento de abrazar la modernidad. En todos ellos aparece la imprescindible figura del responsable del barrio como mediador entre los conflictos de sus habitantes. Otro espacio relevante sería el sótano o la galería subterránea de la vieja fortaleza donde algunos personajes se las tendrán que ver con fuerzas desconocidas o seres sobrenaturales que solo se dejan entrever sin precisar demasiado. Dieciocho historias centradas en el acontecer diario de los barrios populares de El Cairo que transcurren en medio de atmósferas únicas y están poblados por personajes singulares que deambulan por las calles que Mahfuz recorría de niño. Una oda a las alegrías y tristezas, éxitos y fracasos de la gente corriente.

         La brevedad de los textos unida a los finales abiertos, hacen pensar por momentos que se trata de textos inacabados. Pero no, lo que ocurre es que el autor hace gala de un impresionante dominio del lenguaje economizándolo como corresponde al género del cuento. El relato como una tajada de vida, como una porción de realidad. Con un estilo directo y parco en descripciones nos sitúa de lleno en el centro de la acción. Cuenta lo que quiere contar, ni más ni menos; no sobra ni falta una sola palabra. No en vano Naguib Mahfuz está considerado por muchos como el mejor narrador árabe desde Las mil y una noches. Tal vez esto pueda parecer discutible para algunos, pero lo que nadie le puede negar es el mérito de haber sido el primer escritor árabe en recibir el Premio Nobel de Literatura. Como bonus track, al final de los dieciocho cuentos encontramos el discurso que el escritor dio en 1988 durante la ceremonia de entrega de dicho galardón.

         Un libro muy recomendable no solo para los fieles seguidores del escritor egipcio sino también para amantes del género del cuento breve e incluso de la literatura de viajes, porque las obras de Mahfuz son siempre un billete de ida a los concurridos y bulliciosos microcosmos de la capital cairota.

María Dolores García Pastor