Título: No todos
los hombres habitan el mundo de la misma manera
Autor: Jean-Paul
Dubois
Traducción: Amaya
García Gallego
Publica: AdN
Alianza de Novelas
Páginas: 224
Precio: 18 € / 9,99 € (ePub)
Es cierto eso de que la
vida da muchas vueltas inesperadas (fijaos, por ejemplo, en la pandemia en la
que estamos sumidos: ¿acaso alguien podría haber pensado en algo así hace un
año?). Esas vueltas a veces son buenas y otras, como sabemos, no tanto. Así, incluso
las personas más tranquilas y pacíficas pueden verse, en un momento
determinado, superados por esos giros indeseados. Hasta el punto de cometer un
acto terrible que les haga acabar en la cárcel. Esa es una de las conclusiones
que obtengo tras la lectura de No todos
los hombres habitan el mundo de la misma manera, la novela de Jean-Paul
Dubois ganadora del Premio Concourt 2019 de la que hoy hablaremos.
Quien
conociera en el pasado a Paul Hansen, el encargado del mantenimiento del
edificio residencial Excelsior, ese hombre siempre servicial, amistoso y tranquilo,
le costaría imaginarle en la gélida cárcel provincial de Montreal, compartiendo
celda con un Ángel del Infierno, temiendo a las ratas y soportando la asquerosa
comida del rancho. Un hombre como Paul no se merece estar dos años en esas
condiciones. ¿O acaso sí es justo que lo haga después de conocer los terribles
sucesos que le llevaron hasta allí?
Paul
Hansen, el narrador y protagonista de esta historia, es un hombre tranquilo
que, desde su celda, repasa su vida para que el lector llegue a entender (o no)
los hechos que le llevaron a estar en la cárcel cumpliendo una condena de dos
años.
Paul,
de padre danés y madre francesa, nació en Francia, donde vivió hasta que se
trasladó a Canadá siguiendo los pasos de su padre. Durante su infancia, su
madre, una mujer tan bella como distante, tenía un pequeño cine y su padre era
pastor protestante. La pareja, por los motivos que nos narra nuestro hombre,
acabaría separándose irremediablemente y el pastor de férrea fe, viajando a
Canadá.
En
Canadá, Paul conocerá el pueblo donde su padre ejercerá de nuevo de pastor, un curioso lugar donde todo
parece hecho de amianto. También en aquel país, tan lejos de su Francia natal,
descubrirá lo que es vivir en una verdadera familia cuando conozca a Winona, su
mujer, y a Nouk, su perra.
Sabemos
desde el principio que los padres de Paul, su mujer y su perra están muertos.
Los fantasmas del pastor, de Winona y de Nouk visitan a nuestro hombre
continuamente para hacerle compañía. En el mundo de los vivos solo le quedan
Patrick Horton, el Ángel del Infierno con el que comparte celda de manera
amistosa (no es tan mal tipo cuando se le conoce bien) y Kieran Read, el
habitante del edificio Excelsor que le pone al día de lo que sucede el bloque
en su ausencia.
¿Qué
pasó en el Excelsior? ¿Qué fue aquello tan grave que nuestro protagonista hizo
como para que él, un hombre sensible, amable y tranquilo, acabe entre rejas? La
intriga mantendrá al lector leyendo con avidez esta historia de personajes
complicados hasta llegar a la explicación. Pero, ¿quedaremos conforme con ella? Tendrás que adentrarte en las páginas esta novela, ganadora del prestigioso Premio Goncourt 2019, para responder a esta pregunta.
No todos los hombres habitan el mundo de la misma
manera (frase que pronunciara el padre de
nuestro protagonista en un pasaje crucial de la narración, por cierto) es, en
definitiva, una muy interesante historia sobre la familia y la complejidad de
sus miembros, la amistad y todas aquellas cosas, grandes o pequeñas, que nos
llevan a sacar lo peor de nosotros en un momento determinado. Una historia de
personajes contradictorios, atormentados e inolvidables que se relacionan en un
mundo no menos complicado. Y tú, ¿a qué esperas a conocer los secretos de Paul
Hansen?
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.