Título: Los
herederos de la mina
Autora: Jocelyn
Saucier
Traducción: Luisa
Lucuix Venegas
Publica: Editorial
Minúscula
Páginas: 208
Precio: 18,50 €
Puede que sea por culpa
del cine o de la televisión, que tantas historias edulcoradas nos ha ofrecido
sobre el tema, pero el caso es que a todos (o a casi todos) se nos viene a la
mente una estampa feliz e idílica cuando nos hablan de las familias
tremendamente numerosas. Parémonos a pensar un momento: ¿de verdad una familia
con tantos miembros puede llegar a vivir en eterna armonía? ¿No habrá molestas
discordancias entre sus miembros de vez en cuando? Todo esto me lleva a otra
pregunta: ¿fue la infancia de Denis, el menor de los Cardinal, tan feliz como
él piensa? La respuesta a esta y otras preguntas las encontrarás en Los herederos de la mina, la interesante
novela de Jocelyne Saucier de la que a continuación os hablaré.
Hace
muchos años que los Cardinal no se reúnen, pero la entrega de la mención al
padre de prospector emérito en 1995 hace que por fin todos ellos por fin se
encuentren en el hotel Quatre-Temps. Allí acuden Denis, apodado el Pepino, el
más pequeño de los hermanos y el que con más entusiasmo habla de una familia
que lleva dividida desde mucho tiempo; Émilienne, apodada la Pucela, la hermana
mayor que crió a todos los niños (veintiuno en total, contándola a ella);
Émilien, el atormentado hermano mayor que se mudó a Australia; el apodado como
Gerónimo, el cirujano de guerra que viaja por el mundo; Carmelle, la Chicote,
la hermana gemela de la cándida Angèle, casada con un inuit y muy integrada en
esa comunidad; y Lucien, el Toro, el periodista empeñado en desenterrar la
verdad incómoda que ha hecho que durante tantos años la familia no se reúna al
completo.
Esta
es la historia de la numerosísima familia canadiense Cardinal, de su encuentro
en un hotel para homenajear al padre y de cómo la fiesta acabaría destapando
los más oscuros secretos que muchos de sus componentes cargaban a sus espaldas
desde hacía años.
Mucho
tiempo atrás, el padre, Albert Cardinal, descubriría en Norcoville, un pueblo
de Canadá, una mina de Cinc que acabaría perdiendo al malvenderla a la empresa
que acabaría explotándola. Los veintiún niños se criarían con la idea de que
aquella mina, fuera como fuera, acabaría volviendo a sus manos, lo que, como
veremos, se convertiría en su perdición.
La
historia de una familia tiene tantas versiones como miembros haya en ella. En
este libro conoceremos las del Pepino, el más pequeño de todos y el que se
quedó con la estampa idílica de una familia que nunca lo fue; la Pucela, una
mujer que, puesto que su madre siempre andaba entre fogones y despistes, se
tuvo que hacer cargo de los niños en cuanto estos salían del vientre de su
progenitora; Émilien, el hermano mayor que se fue a Australia huyendo de un
pasado que le atormentaba por no haber sido capaz de evitar un hecho terrible;
el Toro, el hermano periodista que no sabe exactamente qué es lo que pasó pero
está dispuesto a descubrir la verdad aunque tenga que presionar al resto de sus
hermanos para lograrlo; la Chicote, la mujer convertida en inuit que se parecía
más a sus hermanos varones que a su hermana gemela cuando todos eran niños; y
Gerónimo, el reputado cirujano de guerra que de niño fue el cabecilla del clan
y, tal vez, el que más sienta todo lo que pasó hace años.
Las
familias suelen tener un componente que destaca por ser diferente a los demás.
En este caso, todos (menos Pepino, que era muy pequeño para darse cuenta), saben
que la distinta a los demás era Angèle, aquella niña inteligente de la que
todos se burlaban por aceptar los regalos caros de la familia que pretendió
adoptarlas a su gemela y a ella. La gemela elegante y lista era la destinada a
hacer grandes cosas, pero nadie podía verlo entonces. Y al final, ¿por qué las
cosas salieron como lo hicieron?
Los herederos de la mina,
en definitiva, es una oscura historia familiar que gira alrededor de la mina de
cinc que descubriera el padre, la vida en Norcoville cuando los hijos eran
niños y los recuerdos que quedaron de ese entonces. Unos recuerdos, como
veremos, empañados no solo por las ausencias de los progenitores, cada uno
enfrascados en ellos mismos, sino también por un terrible hecho que se ha
mantenido en secreto durante muchos años. Se trata esta de una obra que explora
en la psicología de sus complejos y ricos personajes para hacernos entender que
ninguna familia es perfecta, y que la infancia de unos mismos hermanos varía en
el pensamiento en función del componente familiar que hable de esa época. Y no
digo más, que al final acabaré desvelando el misterio: tendrás que adentrarte
en la fascinante, original e inquietante mina de los Cardinal para averiguar
todos sus secretos. ¿Te atreverás a hacerlo?
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.