sábado, 12 de septiembre de 2020

Reseña: LA LLUVIA DE CAMILLE, de Esther Bengoechea.


Título: La lluvia de Camille
Autora: Esther Bengoechea
Publica: Ápeiron Ediciones
Páginas: 136
Precio: 14 € / 5 € (eBook)

Las mujeres escritoras, pintoras, fotógrafas, escultoras, etc, del pasado, ¿por qué han permanecido durante tanto tiempo en el olvido? El proceso de silenciar sus vidas y obras, ¿fue algo que ocurrió antes o después de sus muertes? ¿No será que la mayoría de ellas ni siquiera tuvieron la oportunidad de defender en vida su obra de la forma que merecían?, me pregunto tras la lectura de La lluvia de Camille, la novela de Esther Bengoechea ganadora del Premio Rrose Sélavy de Novela histórica 2019, Ápeiron Ediciones, y precisamente el libro del que hablaremos a continuación.
Tras la muerte del primer hijo varón, Louis Prosper y Louise Athénaïse volvieron a intentar ser padres. El nacimiento de Camille, sin embargo, no llenaría por igual a ambos progenitores. Así, mientras que su padre decidió amarla incondicionalmente, su madre, que esperaba a un varón que sustituyera al primero, se tomó el alumbramiento de su hija como una extraña traición. Este, el de su nacimiento y la decisión de su madre de aborrecerla de por vida, sería el primer hecho desafortunado en la vida de Camille. No sería el único, pues tras una infancia marginada por su madre y su hermana, aunque querida por su padre y su hermano, viajaría a París para formarse como escultora. Allí conocería a August Rodin, su maestro, su inspiración y su amante: el hombre al que estaría sentimentalmente unida durante una vida de adulta llena de inseguridades, tristezas e inestabilidad mental, y la misma que la llevaría a estar ingresada durante gran parte de su existencia en un psiquiátrico.
Esta es la historia de Camille Claudel, una mujer con un gran talento escultórico que, sin embargo, no pudo alcanzar el éxito merecido en vida.
Camille nacería en el seno de una familia acomodada, pero no recibiría el amor necesario por parte de todos los integrantes de la misma. El amor de su padre, su hermano y por el barro con el que modelaba le fue entonces suficiente. Más tarde, viajaría a París, donde conocería a August Rodin, el amor de su vida. Rodin, mucho mayor que ella, vivía con otra mujer con la que tenía un hijo y con la que acabaría casándose, a pesar de haberle prometido lo mismo a Camille. Sin embargo, lo que más marcó a la escultora fue el aborto del que iba a ser su primer hijo. La pena la perseguiría toda su vida, hasta el punto de llevarla hasta un psiquiátrico del que sus familiares se negarían a sacarla hasta el día de su muerte.
La vida de Camille Claudel es, a grandes rasgos, lo que acabo de contar. Hay mucho más en su azarosa biografía: momentos de tristeza, de alegría, de melancolía, de rabia… Todos ellos ha sabido captarlos a la perfección Esther Bengoechea en esta obra, de manera que resulta fácil para los lectores no solo adentrarnos en los hechos fundamentales que marcaron su vida, sino también empatizar con aquella mujer fuerte y a la vez frágil que fue capaz de hacer grandes obras, pero que ni la sociedad ni su familia apoyaron lo suficiente como para hacerla brillar como se merecía en su época.
La lluvia de Camille más que una novela histórica es una biografía novelada en la que su autora se ha tomado las licencias literarias justas y necesarias para narrar la vida de la gran escultora, de ahí que esta sea una novela corta en la que solo se hablen de los episodios más importantes de la existencia de Camille, sus relaciones más importantes y aquello que la llevó a estar encerrada durante gran parte de su vida en un psiquiátrico.
         Dicho todo esto, el nombre de August Rodin seguro que le suena a casi todo el mundo. Pero, ¿y el de Camille Claudel, la mejor de sus discípulas? Tras ver su obra y conocer algo de su técnica, estoy segura de que muchos coincidirán conmigo en que era tan buena como el maestro, incluso que le llegó a superar en algunos momentos. Sin embargo, de Camille apenas hemos tenido noticias en muchos años, estamos apenas sabiendo de ella. De ahí que esta novela, tan rigurosa en la biografía de la escultura, sea del todo necesaria no solo precisamente para conocerla, sino también para darle, por fin, el lugar que se merece en la Historia del Arte. Y tú, ¿a qué esperas para leer La lluvia de Camille?
Cristina Monteoliva

© Cristina Monteoliva.