viernes, 21 de agosto de 2020

Reseña: LAS CHICAS VAN APFEL HAN DESAPARECIDO, de Felicity McLean.


Título: Las chicas Van Apfel han desaparecido
Autora: Felicity McLean
Traducción: Daniel de la Rubia
Publica: Ediciones Siruela
Páginas: 280
Precio: 19,95 € / 9,95 €

Todos los años desaparecen miles de personas en el mundo. Hombres, mujeres, niños y niñas que a veces, por fortuna, reaparecen al cabo del tiempo en cualquier otro lugar. Otros, por desgracia, serán encontrados muertos tarde o temprano. De muchos más no se sabrá jamás lo qué les pasó, lo que atormentará a sus seres queridos y allegados durante toda la vida. Y si no, que se lo digan a Tikka, la narradora de Las chicas Van Apfel han desaparecido, la exitosa primera novela de Felicity McLean de la que a continuación hablaremos.
Tikka Molloy es una autraliana de treinta y un años que trabaja como asistente de laboratorio en Baltimore, Estados Unidos. Su vida, rutinaria y tranquila, aunque no feliz, se ve alterada el día que descubre que su hermana mayor, Laura, tiene cáncer. Tikka pondrá entonces rumbo a Australia para acompañar a sus padres y a su hermana en tan difíciles momentos; pero también, y sobre todo, para intentar averiguar qué fue de las hermanas Van Apfel, sus vecinas y amigas desaparecidas veinte años atrás. Solo el cuerpo de la pequeña Ruth aparecería en una zanja tras la desaparición de las tres chicas, en 1992, durante la noche del concurso de talentos en Coronation Park. ¿Qué fue de Hannah, la mayor de las tres? ¿Y de Cordelia, la mediana y más carismática de las hermanas? ¿Por qué Tikka no puede dejar de pensar en ellas?
Tikka, la narradora y, en cierta medida, protagonista de esta historia, es una mujer que se conforma con un puesto como asistente de laboratorio cuando todo el mundo sabe que podría haber estudiado para tener un cargo más acorde con su inteligencia. El problema es que Tikka lleva veinte años sin poder avanzar, justo desde la noche en la que sus queridas amigas, las chicas Van Apfel, desaparecieron.
Tikka viaja a Australia con la excusa de acompañar a Laura, su hermana gravemente enferma, cuando lo que en realidad la lleva hasta su pueblo natal es la búsqueda verdad sobre lo que pasó aquella fatídica noche en la que tres chicas desaparecieron. A lo largo de esta novela, Tikka nos contará todo lo que recuerda de su vivencias con las Van Apfel, cómo fue la búsqueda, las incógnitas que quedaron tras su desaparición y las nuevas pistas que algunos testigos, tanto tiempo después, aportan del caso. ¿Consiguieron huir finalmente de un padre muy religioso que tenía una extraña relación con su hija mediana? ¿Tuvo algo que ver el señor Avery, el nuevo maestro del colegio, en su extraña desaparición?
Leeréis que esta novela guarda ciertos paralelismos con otras como Picnic en Hanging Rock, de Joan Lindsay, o Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides, cuando en realidad la propia historia nos indica que la mayor referencia que su autora ha tenido a la hora de crear esta inquietante historia es el caso Chamberlain. En resumidas cuentas, este caso tuvo lugar en Australia, en 1980, cuando un bebé desapareció en un parque natural y todo el mundo culpó a la madre, Lindy, cuando ella afirmaba que un dingo se había llevado a la niña, Azaria. Tras un duro juicio contra los padres y la aparición de nuevas pruebas, quedó claro que la madre decía la verdad y fue por fin exculpada. La desaparición de las Van Apfel, si bien no se produce en iguales circunstancia, supondrá para Tikka prácticamente lo mismo: algo inexplicable y traumático que solo se puede explicar si es alguien, un adulto, el culpable.
Las chicas Van Apfel han desaparecido es, en definitiva, una novela llena de incógnitas que hace que el lector salga de ella con más preguntas que al principio. Una historia sobre cómo la desaparición de unas personas cercanas pueden dejar huella en sus allegados, hasta el punto de hacer que una chica no deje de pensar en el asunto durante toda su vida. Una magnífica novela veraniega, inocente, por una parte, y cruda, por otra, que estoy segura que te sorprenderá. Y tú, ¿te atreves a adentrarte en sus páginas para averiguar qué pasó con las tres hermanas autralianas?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.