Título: El abismo verde
Autor: Manuel Moyano
Publica: Menoscuarto Ediciones
Páginas: 168
Precio: 16,50 €
Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que
entrar en el sacerdocio era una buena opción para hombres idealistas con ganas de
servir a los demás y encontrarse a sí mismos. La maravillosa idea que un joven
pudiera hacerse de lo que debía de ser ejercer el sacerdocio en lugares remotos
donde la gente necesitara escuchar la palabra del Señor podía acabar, sin
embargo, chocando con la realidad. Y acabar haciendo caer, en cierta medida, a
su poseedor por un abismo, como al protagonista de El abismo verde, la novela de Manuel Moyano de la que hoy vamos a
hablar.
Década de los 70 del
siglo pasado. Un joven sacerdote, soñador y gran lector de novelas de
aventuras, viaja al continente americano, concretamente a la zona más salvaje
de la selva amazónica, para ejercer como misionero. Tras la muerte del
sacerdote del pequeño pueblo de Agaré, el joven se convierte en el nuevo guía
espiritual del lugar. A las dudas teológicas que inundan al muchacho al llegar
a su nueva misión se unen las que tiene acerca de la conveniencia de que él se
haga cargo de la parroquia. Y es que, nada más llegar, comprende que ni va a
acabar de adaptarse a su nueva vida ni va a entenderse con los lugareños, inquietantes
leñadores mestizos que realizan extrañas excursiones nocturnas a la selva. El
descubrimiento de unas ruinas pertenecientes a una civilización anterior, rica
y desconocida, le hacen albergar cierta esperanza con respecto a su estancia en
Agaré. Pronto, sin embargo, descubrirá no solo por qué hay una única mujer en
todo el pueblo, sino también el peligro que corre tanto en la selva como en el
pueblo.
El protagonista de esta
novela narrada en primera persona es un hombre que, más de cuarenta años
después de huir de la selva, decide contar a los lectores un episodio de su
vida sin duda increíble pues en él ocurren ya no solo hechos propios de las
novelas de aventuras de corte clásico que tanto le gusta leer, sino también
otros tantos relacionados con el mundo de la ciencia ficción.
Todo ocurrió, como
decía antes, en la década de los 70, concretamente, poco antes de la muerte de
Franco, en una época en la que nuestro hombre era sacerdote y se trasladó a la
selva amazónica para predicar una palabra en la que empezaba a no creer. Si
bien entonces no tenía del todo clara su fe, sí sabía una cosa a ciencia
cierta: lo que más le gustaba era leer novelas de aventuras y eso, de alguna
forma, le había llevado a hacerse sacerdote. Lo que no llegaría a sospechar es
que su vida se convertiría precisamente en una de ellas.
Agaré, el pueblo en el
que recala, es un lugar triste, incluso siniestro, ya que se trata de un
poblado habitado por no menos inquietantes trabajadores de la compañía papelera
local. Allí solo hay una mujer: la esposa de Gerhard Lavinger, el delegado de
la compañía papelera.
La vida del sacerdote
en el pueblo estará marcada por su relación con Gerhard Lavinger, un hombre
casi siempre borracho que le hace descubrir los secretos del lugar; y con Montesinos,
el dueño de la tienda del pueblo e intrigante de cuidado.
Esta novela no solo
destaca por la cercanía que proporciona la narración a manera de falsa
autobiografía, sino también por la buena recreación de los ambientes, los
personajes y las relaciones que surgen entre todos ellos.
Pero, ¿qué fue aquello
que nuestro sacerdote vio entre las ruinas de aquella extinta civilización?
¿Qué terribles hechos ocurren en la selva cuando cae la noche? ¿Por qué tendrá
que huir nuestro hombre? Tendréis que leer El
abismo verde para descubrir todo esto y mucho más.
El
abismo verde, en definitiva, es una novela llena de
acción, paisajes idílicos, conflictos tanto internos como externos y buenos
referentes a la literatura clásica de aventuras y ciencia ficción, de la que
sin duda bebe su autor. Una obra inquietante y llena de emoción con la que
viajar a un mundo mágico y terrible. Un libro, sin duda, que está esperando que
lo descubras para mostrarte todos sus secretos. ¿Te atreverás a viajar con
nuestro sacerdote al corazón de la selva?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.