Mientras hay vida, hay
esperanza. Nunca es tarde para cumplir tus sueños, incluso aquellos que no
sabías que tenías. Porque la vida es así de impredecible: un día estás en eso
que llaman la zona de confort y, al siguiente, viviendo toda una montaña rusa
emocional. Y si no, que se lo digan a Guinevere Pettigrew, la protagonista de El gran día de la señorita Pettigrew, la
novela de Winifred Watson de la que hablaremos en esta reseña.
A
sus cuarenta años de edad, Guinevere Pettigrew se encuentra casi en la
indigencia. Por suerte para ella, en la agencia de colocación le ofrecen un
puesto como institutriz. Aunque nunca le ha gustado encargarse de los niños
ajenos, está dispuesta a aceptarlo con tal de no verse en la calle. Sin
embargo, cuando llega a la casa de la empleadora, la señorita Delysia LaFosse, no
encuentra niño alguno. La señorita LaFosse es una joven guapísima que se dedica
al mundo del espectáculo. Por su casa no paran de entrar y salir hombres con
los que ambas deberán lidiar. ¿Con cuál se quedará finalmente Delysia?
¿Conseguirá nuestra protagonista sobrevivir a tanto sobresalto?
Esta
es la divertida historia de Guinevere Pettigrew, una apocada mujer de cuarenta
años con una existencia gris hasta el día en el que entra en la casa de Delysia
LaFosse. La señorita LaFosse es una guapa cantante que no sabe con cuál de sus
amantes quedarse. Los tres irán entrando y saliendo de la historia durante el
loco día que viviremos con ambas.
No
estamos ante una obra de teatro, pero sin duda la trama de esta novela es puro
vodevil: los hombres no paran de entrar y salir, hay enredo, hay engaño, hay
amor… Y, por supuesto, grandes dosis de humor.
En
esta historia, que dura tan solo un día (el más intenso de todos en la vida de
la protagonista), nuestra mujer es a veces una Cenicienta madura; otras, el
hada madrina que ayuda tanto a LaFosse como a otros personajes que conoceremos
en esta novela.
Gracias a esta obra, conoceremos el esplendor del Londres de
entreguerras, un mundo lleno de color, música y, por supuesto, grandes
oportunidades, incluso para una mujer que creía haberlo perdido todo en la
vida.
El gran día de la
señorita Pettigrew, en definitiva, es una historia con grandes dosis de
humor, enredo y buenos deseos que nos hace creer que los sueños, incluso
aquellos que no creíamos tener, se pueden llegar a cumplir tarde o temprano. Un
clásico del siglo XX que merece, sin duda, conocer. Y tú, ¿a qué esperas para
pasarlo bien con la increíble Guinevere?
Cristina Monteoliva