El Feminist Art es mucho más que el arte hecho por
mujeres o por feministas. Es un movimiento que apareció en Estados Unidos a
finales de la década de los 60 y tomó impulso durante los 70, coincidiendo con
una época de luchas por los derechos civiles. Se trata de un campo de
investigación que pretende generar conciencia sobre el papel de la mujer en el
arte, donde todo se construye a partir del punto de vista del hombre blanco
occidental; desde su representación como modelo hasta las producciones hechas
por mujeres. El arte feminista es un sistema de valores, un modo de vida. También
un importante pilar del arte contemporáneo, por supuesto.
Feminist
Art. Mujeres que revolucionaron el arte es una novela gráfica que
nos ayudará a conocer un poco más a fondo este revolucionario movimiento. De
una manera sencilla y amena, sus páginas narran cuatro historias en formato
cómic y en primera persona; son las propias protagonistas quienes nos cuentan
sus reflexiones y sus vivencias. Se trata de figuras clave del arte feminista
de las décadas de los 60, los 70 y los 80, que canalizaron sus reivindicaciones
a través del arte convirtiéndolo en su herramienta de lucha. Hasta entonces la
mujer no era tenida en cuenta como autora, solo como objeto y siempre era representada
desde la mirada patriarcal. Cansadas de vivir a la sombra, de una historia de
arte que las invisibilizaba, apelaron a su espíritu reivindicativo. En cada
capítulo monográfico, las protagonistas hablan sobre su producción artística
dentro de su contexto histórico y social.
La primera
de ellas es Judy Chicago, una de las pioneras del movimiento, conocida por sus
grandes instalaciones sobre el nacimiento y la creación y sus famosas vulvas.
La segunda artista es la afroamericana Faith Ringgold que mantenía un doble
activismo: por género y por raza. Sigue Ana Mendieta, exiliada cubana y artista
de performance. Mendieta murió al caer por el balcón de su piso en la
planta treinta y cuatro después de una pelea con su marido. Su presencia en
este libro es como artista y no como víctima (lo cual se agradece). El último
capítulo lo protagonizan las Gerrilla Girls, un grupo de artistas,
escritoras, directoras de cine, etc., defensoras de un feminismo
interseccional. Este colectivo denuncia las injusticias perpetradas en el mundo
del arte no solo hacia las mujeres sino también hacia personas racializadas,
lesbianas, gais, trans y cualquier grupo social que esté oprimido por el poder
patriarcal. Al final de estos cuatro capítulos hay una página titulada
“Personajes” en la que aparecen hasta diecisiete artistas consideradas
relevantes dentro del Feminist Art. Todas ellas buscaron nuevas maneras
de reivindicarse.
Valentina
Grande, autora del guion, es una escritora y profesora italiana que dirige dos
programas de radio sobre literatura en su país. Las ilustraciones corren a
cargo de Eva Rossetti. Esta no es la primera colaboración de ambas puesto que
ya trabajaron juntas en las biografías, también en forma de novela gráfica, de
Gertrude Stein y J.D. Salinger. Este libro es una excelente manera de
aproximarse al Feminist Art, una especie de primera toma de contacto
(para quienes no lo conocen) que deja con ganas de más.
María Dolores García Pastor