Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
Nuestra segunda entrevista del año está dedicada a una autora de novela
romántica de éxito con mucho que decir: Carmen Sereno.
Carmen Sereno es
periodista y ha trabajado en diversos medios de comunicación y grandes
corporaciones. Un día, decidió dejarlo todo para dedicarse a la escritura, y
desde entonces podemos decir que no le ha ido nada mal. Con Maldito síndrome de Estocolmo ganó la
primera edición del Premio Chic. Más
tarde publicaría, siempre con la editorial Chic, Azul Estocolmo, que completa la bilogía, y las novelas
independientes Nadie muere en
Wellington, Bajo el cielo de Berlín y Dos
formas de escribir una novela en Manhattan.
Dicho esto, ¡vamos por fin con la entrevista!
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
De niña, tendría ocho o nueve
años. Escribía historias por entregas en los cuadernos del cole y se las iba
pasando a mis compañeras de clase.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Todas me han marcado de una forma
u otra, desde las que leía de pequeña hasta la que me acompaña ahora. Sin
embargo, desde hace unos años, leo más como escritora que como lectora. En ese
sentido, diría que los libros ejercen una gran influencia sobre mí.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Me he reencontrado con Haruki
Murakami, al que no leía desde hace muchos años. Concretamente, estoy leyendo Sputnik, mi amor, una novela bastante
intimista que me está gustando mucho.
Como
lectora, ¿hay algún género que no soportes? ¿Y como escritora: alguno con el
que no te atreverías?
No tengo manías como lectora, si
la historia está bien contada, el género no me importa. Como escritora no me
quiero cerrar ninguna puerta. Ahora escribo romántica, pero no descarto probar
otros géneros en el futuro.
Lo
dejaste todo por dedicarte exclusivamente a la escritura. ¿No da eso un poco de
vértigo
Sí, claro. Fue una decisión muy
importante y obviamente no la tomé en caliente, sino que la medité mucho y la
debatí con mi pareja. Llegamos a la conclusión de que era lo que necesitaba
hacer, y como podía hacerlo, lo hice. Tan simple y complicado como eso.
¿Por
qué escribir novela romántica?
Porque es un género que me
reconforta. Es como encontrar un arroyo después de estar andando mucho tiempo en
el desierto.
¿Qué
debe de tener para ti una buena novela romántica hoy en día?
Sobre todo, intensidad, que me mantenga
en tensión hasta el final. Me gusta sufrir con las historias de amor. Cuanto
más difícil lo tengan los protagonistas y más obstáculos se interpongan entre
ellos, mejor. Pero eso sí, espero que tenga un final feliz. En general, no me
gusta que el conflicto se resuelva demasiado rápido, así que, en una novela
romántica, prefiero que el primer encuentro entre la pareja protagonista tarde
en llegar. También agradezco que la historia tenga varias capas, aparte de la
principal.
¿Qué
supuso para ti ganar el Premio Chic con Maldito
síndrome de Estocolmo?
Supuso
el inicio de mi carrera como escritora y la suerte de poder entrar en el mundo
literario por la puerta grande. Normalmente, que una editorial se fije en ti
cuando no has publicado nada es muy difícil, pero un premio, de algún modo, es
un aval.
Tu
novela más reciente es Dos formas de
escribir una novela en Manhattan. Cuéntanos: ¿cómo surgió la idea de
escribir esta novela?
Llevaba un tiempo dándole vueltas a la idea de escribir una comedia, ya que es un subgénero con el que aún no me había atrevido. Además, las historias sobre los escritores y sus neuras siempre me han parecido interesantes y divertidas. Manhattan me parecía el escenario idóneo para esta novela.
En Dos formas de escribir una novela en
Manhattan nos encontramos con dos escritores con maneras muy distintas de
entender la literatura. Los dos tienen un choque en Twitter. ¿Te ha sucedido
algo así con otro escritor?
No,
porque no me gustan las confrontaciones estériles que se dan a veces en las
redes sociales. Me gusta expresar mi opinión, pero tiendo a huir de los
conflictos. Sin embargo, he asistido a muchos de estos debates en los que se
denigraba el género romántico por considerarlo como algo menor, hecho por y
para mujer. Muchos de los argumentos esgrimidos contra la novela romántica
parten de una ignorancia absoluta sobre el género.
¿Qué
puedes decirnos de los protagonistas de Dos
formas de escribir una novela en Manhattan?
Son
personajes en apariencia radicalmente diferentes entre sí, pero que logran
llegar a un punto de encuentro gracias sobre todo a la literatura y al arte de
escribir.
La
trama de Dos formas de escribir una
novela en Manhattan tiene lugar en Manhattan (obviamente) y en Nueva
Orleans, dos ciudades que quedan descritas a la perfección. ¿Conoces
personalmente estos lugares?
Conozco
Nueva York, pero Nueva Orleans no. Aunque después de haber ambientado parte de
la novela allí, tengo muchas ganas de visitar la ciudad.
¿Qué
esperas que los lectores encuentren en Dos
formas de escribir una novela en Manhattan?
Fundamentalmente, una historia
bonita, que los entretenga y los haga reír, pero que también les toque la fibra
sensible en algún punto, pero que, sobre todo, les deje con un buen sabor de
boca al final.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Algo
totalmente distinto, pero por el momento no puedo hablar de ello.
¡Oh, cuánto misterio! Nos encanta el
misterio. Pero esperemos que pronto podamos saber más de ese proyecto.
Muchas gracias, Carmen, por tu
tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Te deseamos mucha suerte con
todas tus historias.
Y a vosotros, amigos de las letras,
muchas gracias de nuevo por estar una vez más al otro lado de la pantalla.
Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva