martes, 23 de noviembre de 2021

Reseña: GEOGRAFÍA DE LA OSCURIDAD, de Katya Adaui.

 

«Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera». Así es como comienza Ana Karenina, la gran novela de León Tolstói. ¡Y qué gran verdad es! Si nos fijamos, veremos que las familias felices tienen mucho en común entre ellas, mientras que las infelices lo son siempre por motivos bien distintos, ricos y complejos, como vemos en libros como Geografía de la oscuridad, el recopilatorio de relatos de Katya Adaui que comentaremos a continuación.

Geografía de la oscuridad es un libro de relatos compuesto por un total de dieciséis títulos en los que nos encontramos padres ausentes, hijos que no saben hacer con sus padres y una suerte de relaciones familiares imposibles a la par que ricas, atractivas e inquietantes. En la mayoría de estos cuentos, además, está muy presente el agua, en sus diversas formas, lo que nos recuerda que ahí es donde empezó la vida, al fin y al cabo, sin que esta presencia deje de resultar curiosa.

Hay escritores que siguen los cánones ya establecidos y otros que, como el agua, buscan su propio curso, creando estilos propios. Este es el caso de Katya Adaui, una narradora que huye de lo convencional para proporcionarnos unos escritos únicos, hipnóticos y poderosos.

Todo comienza con Los pulpos tienen tres corazones, una historia en la que un hijo, al intentar ayudar a su padre, descubre que este es tan resbaladizo como un pulpo. Este hijo quiere que su padre, por tanto, forme parte de su familia. El de Por cosas de hombres no debes dejar de creer en Dios, sin embargo, es pura contradicción, y si bien no sabe si quiere formar parte o no de la suya, sí que lo hace de la Iglesia, con nefastas consecuencias.

En lugar seguro nos encontramos con una mujer más preocupada por la difícil relación que tiene con su madre que por la complicada operación de vértebras a la que es sometida.

Fiesta de guardar es un irónico cuento en el que nos encontramos con un Papá Noel que ha sido traicionado por un banco de semen.

El que no está nos vuelve a transportar al mar, esta vez para presentarnos a un padre y a un hijo que son golpeados por una ola, con trágicas consecuencias.

Correr es un divertido relato en el que nos encontramos con toda una familia encamada.

El reino de lo impar nos lleva una vez más al mar, esta vez, para conocer a un sobrino y a un tío, y a las consecuencias de lo que los humanos le estamos haciendo al medio ambiente.

Casas con cimientos en el río nos habla precisamente de lo contrario: de una familia con casas con escasez de agua potable que ven cómo este hecho les acaba afectando a lo largo de los años.

Un baño de oro es una historia sobre una niña que descubre las joyas que tenía guardadas su madre y se baña con ellas. Madre e hija, paradójicamente, viven de forma muy modesta.

Despiertos toda la noche nos habla de un tema verdaderamente preocupante: el de los hijos homosexuales que se encuentran con que sus padres son homófobos. En este caso, solo la madre lo será, lo que no le quitará hierro al asunto.

Una lengua extranjera va no solo de los niños que tienen problemas para hablar, sino también, y fundamentalmente, de los padres que se ven obligados a vivir lejos de esos hijos, incluso, en países diferentes.

Los animales en los cuerpos de mis hijos nos transporta a una fiesta de Halloween donde una madre desearía la desmemoria a sus hijos.

Domingo es un relato donde un hijo descubre que sus padres van a destiempo.

No recuerdo haber encendido este cigarro es un turbio cuento en el que nos encontramos mares embravecidos, la muerte de un padre y la aparición de un hijo secreto.

Lagartijas nos habla de estos animales, los únicos, junto al hombre, de regenerar una parte de su cuerpo sin saber de cicatrizaciones, según esta narración.

Nosotros, los naúfragos, finalmente, es una historia donde nos encontramos con un hijo que, al morir su padre, se teme tener la misma enfermedad que ha acabado con él.

Geografía de la oscuridad, en definitiva, es un libro mapa que se adentra en el territorio más rico, pero a la vez más siniestro: el de las familias infelices que, de una u otra manera, luchan por no serlo. Se trata este de un volumen singular, tanto por el mensaje de sus historias como por la inigualable forma en las que están escritas. Una obra muy interesante que, sin duda, hará las delicias de todos los amantes del cuento que buscan algo nuevo y excitante.

Cristina Monteoliva