miércoles, 8 de junio de 2022

Reseña: DESQUICIADA, de Juliet Escoria.

 

La adolescencia, esa etapa de transición entre la niñez y la edad adulta, se hace extraña precisamente por los cambios a los que nos vemos abocados. Todo se complica si de pronto nos damos cuenta de que no encajamos en el entorno. Pero, ¿y si no se debe solo a la edad? ¿Y si hay algo más? Algo como lo que le sucedió a la protagonista de Desquiciada, la novela de autoficción de Juliet Escoria de la que hablaremos a continuación.

Juliet es una brillante estudiante de catorce años de un instituto de nivel de una zona acomodada del sur de California. Un buen día, nuestra chica comienza a experimentar alucinaciones y otras situaciones que la hacen rozar el límite. Tras un intento de suicidio, los médicos encontrarán un diagnóstico, no así un tratamiento adecuado para ella. Juliet cambiará de instituto, hará nuevos amigos, se autolesionará y experimentará con las drogas. ¿Hasta dónde será capaz de llegar hasta encontrarse a gusto consigo misma y con la sociedad?

Juliet era una adolescente cuando le diagnosticaron un trastorno psiquiátrico serio. La edad y la enfermedad hicieron que viviera su adolescencia de una forma diferente, al límite. En esta novela de autoficción, su autora se abre en canal para contarnos cómo fue la peor época de su vida. Lo hace de forma cruda y directa: no hay detalle, por escabroso que sea, que quede fuera de la narración. También lo hace con sensibilidad, de tal forma que es imposible no empatizar con esa joven inteligente que no se halla en el mundo.

Todo el mundo cree que tiene algo que contar. De esta manera, a menudo nos encontramos obras de autoficción que no dicen gran cosa. Otras, como Desquiciada, se hacen totalmente necesarias para entender los fallos del sistema a la hora de tratar ciertas enfermedades, lo poco que la sociedad entiende lo diferente, la desubicación que ciertos enfermos sufren, lo dura que es la adolescencia cuando se tiene una enfermedad de este tipo y cómo, en general, viven las personas marginales.

Desquiciada es, en definitiva, una obra que aporta una buena dosis de verdad sobre un tema tan complicado como la enfermedad mental, en general, y en la adolescencia, en particular. Un libro íntimo, sincero, desgarrador y, sobre todo, imprescindible. Y tú, ¿a qué esperas para conocer las luces y las sombras de la joven Juliet?

Cristina Monteoliva