Los que me conocéis ya
sabéis que cuando me fijo en un tema, no paro de darle vueltas hasta que me
obsesiono con otro. El tema en el que no paro de pensar últimamente ya lo
mencioné hace unos días por aquí: este verano todos tendremos que llevar
mascarilla en la playa y la piscina cuando no estemos dentro del agua, lo que
sin duda nos va a dejar unas preciosas marcas blancas en la cara, ¡como si no
tuviéramos ya bastante con las del bañador o el bikini!
Así
que próximamente podremos hacer estas cosas:
No
ir a la playa o la piscina, con lo que el problema de las marcas no será tal.
-Ir
a un centro de estética para aplicarnos rayos UVA en toda la cara, y así no
tener marcas blancas.
-Acostumbrarnos
a las marcas blancas en la cara de la mascarilla.
-Ir
más allá y adoptar el genuino look cebra. ¿Cómo? Pues simplemente poniéndonos a
tomar el sol no solo con mascarilla tapando nariz y boca, sino también otras
partes del cuerpo, como los codos, las rodillas, los tobillos… ¿No creéis que
podría causar sensación? ¡Una moda tan vistosa como la de los tatuajes y mucho
más barata!
Está
bien, no os doy más la lata con esta obsesión mía. Ya veremos lo que os cuento
el próximo día…