¿Cuántas veces te has
encontrado perdido? ¿No te hubiera gustado entonces haber encontrado enseguida el
camino de vuelta a ti mismo? ¿Y si de casualidad te toparas con unos seres que
te ayudaran a hacerlo? Seres que en principio podrían incluso desagradarte,
como le ocurre a la protagonista de Neko
Café, la novela de Anna Sólyon, con los gatos. Si quieres saber de qué va
su historia, ya sabes: solo tienes que seguir leyendo este artículo.
Tras
años viviendo en Londres con su novio, Nagore, la diseñadora gráfica de
profesión, ha de volver a Barcelona, donde pronto no solo se encontrará sin
pareja, sino también sin trabajo y a punto de no ser capaz de pagar el alquiler
de su casa. Es entonces, ese mismo verano, cuando su amiga Lucía aparece en su
ayuda: una japonesa está a punto de abrir un café de gatos y ella le ha dicho
que Nagore podría ser su camarera. Aunque nuestra protagonista siente más que
respecto, miedo, por los felinos, acaba aceptando el trabajo de tarde. Poco a
poco, conforme pase el tiempo, no solo dejará de temer a los gatos, sino que
aprenderá mucho de ellos, hasta el punto de comprender que solo tenemos una
vida y que tenemos que vivirla lo mejor posible.
Esta
es la historia de Nagore, una mujer a punto de cumplir los cuarenta que se
encuentra sola en Barcelona, con la cuenta del banco prácticamente a cero y las
ilusiones perdidas. Por suerte, Nagore tiene buenas amigas, y una de ellas,
Lucía, le conseguirá un trabajo insólito como camarera en un café de gatos
donde cada felino tiene una forma de ser muy característica que nuestra chica
aprenderá a apreciar.
Nuestro
café de gatos está regentado por Yumi, una japonesa feliz que le busca un hogar
a los mininos del establecimiento al tiempo que sirve café y bizcochos a los
clientes que acuden a él. Tanto Yumi como los gatos tienen mucho que enseñarle
a Nagore, como pronto descubriremos: enseñanzas sencillas pero sabias que nos
servirán también a los lectores, relacionadas, buena parte de ellas, con el mindfullness.
En
Neko Café Nagore también conocerá a Marc, un hombre preocupado tanto por el
gato Sort, el nuevo en el local, como por su antiguo dueño, un antiguo profesor
ingresado en un hospital. ¿Surgirá algo más que una amistad entre ellos?
¿Encontrará
Nagore las ilusiones perdidas? ¿Aparecerá un nuevo camino en el horizonte? ¿Se
encontrará, en definitiva, a sí misma a lo largo de este inusual verano? Sin
duda, para responder a estas preguntas tendrás que adentrarte en las páginas Neko Café, esta novela en apariencia
sencilla que nos aporta tantos buenos mensajes y consejos: un pequeño manual
para aprender a estar en el momento presente, a buscar nuestros objetivos y a
tomarnos la vida de otra manera.
Cristina Monteoliva