Entre uno de los
defectos del ser humano está el de generalizar cuando se piensa en algún tema,
como si todo fuera blanco o negro. Así, cuando hablamos de la Segunda Guerra
Mundial no nos paramos a pensar en los ciudadanos alemanes que seguro que no
apoyaban al régimen nazi pero que tuvieron que soportarlo con tal de sobrevivir,
sino que damos por hecho que todos estaban de acuerdo con Hitler. Sobre esto y
mucho más va La furia del kolibri, la
novela de Cristina Redondo de la que a continuación os hablaré.
Hans
Spranger es un anciano alemán afincado en España desde el fin de la Segunda
Guerra Mundial. Como recuerdo de su pasado, se traería consigo un helicóptero
desmembrado, un kolibri, que enterraría en su jardín en secreto. Consciente de
que no le queda mucho tiempo de vida, Hans recuerda ahora en su cama cómo
ascendió Hitler al poder, cómo afectó el nazismo a su familia, lo mucho que le
gustaba trabajar como mecánico construyendo helicópteros, la infancia de sus
hijos, su relación actual con ellos y mucho más. Con su relato no solo pretende
hacer balance de una vida que se extingue, sino también reconciliarse con los
suyos, tanto con los vivos como los
muertos. ¿Será posible hacerlo sin acabar contando el secreto que esconde el
kolibri enterrado?
Todo
empieza con un anciano postrado en una cama, totalmente impedido que, sin
embargo, mantiene la mente lúcida para darse cuenta de lo que hacen con él sus
cuidadores, la hierbatera Karina y Boris, el adicto al juego, así como su
perdido hijo, Bertrand, y la no tan presente hija Anna.
Hans hace repaso a toda
su vida pasada con la esperanza de que sus pensamientos lleguen a los que le
rodean. Hay muchas cosas que ellos no saben de él, de su vida en Alemania, de
lo que de verdad esconde el kolibri despiezado que enterró secretamente en su
jardín cuando llegó a España.
Esporádicamente,
nos encontramos también con el relato de Bertrand, el hijo que, tras ser
despedido de su trabajo por una falta grave, no sabe qué otra cosa hacer que
ocupar la casa de su padre y pensar en él mientras llega su muerte.
Hans
Spranger era un joven apasionado por el mundo de la mecánica cuando comenzó la
Segunda Guerra Mundial. Su trabajo en la fábrica de helicópteros le apasionaba,
aunque no tanto como para que no darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Y
es que si bien Hans procuraba mantenerse en una posición más o menos neutra con
respecto a la política, su padre y su hermano apoyaban el nazismo, mientras que
su madre estaría en la organización Tía Ruth: en la resistencia.
Como
veremos, la vida en España de Hans, su relación con sus esposas e hijos, se
verá condicionada por el secreto que se trajo de Alemania: el kolibri y algo
más. ¿Podrá por fin confesarlo todo y reconciliarse con sus hijos?
La furia del kolibri
nos habla de la ascendencia del partido nazi, de cómo fueron muchos los
ciudadanos que se dejaron seducir por las ideas de Hitler, de todos esos
empleos que sirvieron a la guerra (como el de mecánico de helicópteros), de lo
que pasó con los judíos (esta parte del relato podríamos decir que es similar
al que encontramos en tantísimas otras novelas)… Pero, sobre todo, esta novela
nos descubre a las mujeres que se jugaron la vida participando en la resistencia
de forma secreta, sobre todas aquellas heroínas anónimas que la historia ha
ignorado y que tan importantes fueron.
La furia del kolibri,
en definitiva, es una novela donde nos encontramos con un hombre complejo que
intenta hacer balance de su vida mientras todavía le queda algo de esperanza;
pero, sobre todo, es una historia sobre aquellos aspectos de la Segunda Guerra
Mundial de los que se habla poco, como la resistencia alemana, en la que
participaron fundamentalmente mujeres. Y tú, ¿a qué esperas para conocer la
apasionante historia que Hans tiene que contarte?
Cristina Monteoliva