domingo, 13 de diciembre de 2020

Reseña: EXHALACIÓN, de Ted Chiang

 

¿Te gusta la ciencia ficción pero no te gustaría en estos momentos adentrarte en una nueva distopía futurista de final más o menos predecible? ¿Te apetece adentrarte en un libro de relatos variados que te hagan plantearte preguntas sobre la condición humana? ¿Y qué tal si pruebas Exhalación, el nuevo volumen de cuentos de Ted Chiang? ¿Que no sabes de qué va? No te preocupes, que yo te lo explico en este artículo para que te decidas por él. ¡Vamos allá!

Exhalación es un volumen compuesto de nueve relatos de extensión variable de ciencia ficción, si bien al menos uno de ellos, El ciclo de vida de los elementos de software, puede clasificarse de novela corta. Todos estos relatos, a la vez que entretienen con sus planteamientos, nos hacen pensar en la condición humana, en la forma que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno y nosotros mismos, siempre desde perspectivas interesantes.

La magia de este libro empieza a desprenderse desde que comenzamos la lectura de El comerciante y la puerta del alquimista, un cuento que, a modo de las grandes narraciones orientales de antaño, nos ofrece más de una historia dentro de la misma, todas ligadas a los personajes que las protagonizan. Este es un cuento en el que nos encontramos con puertas que hacen viajar al pasado, si bien no del modo en que el narrador, que se supone que lo cuenta todo a un califa, esperaba en un principio.

Exhalación, el relato que da nombre a este volumen, nos habla de un futuro en el que, a causa de las condiciones ambientales, los personajes tienen pulmones de metal que han de rellenar de aire, cerebros de oro y pensamientos ralentizados.

Lo que se espera de nosotros es una historia donde, a diferencia de en otros relatos, reina el pesimismo. Y es que en ella, y por culpa de un curioso mando a distancia, los personajes descubren que el libre albedrío no existe. ¿No es acaso este un argumento también de historia de terror?

El ciclo de vida de los elementos de software es una novela corta en la que nos encontramos con una mujer que es contratada por una empresa de mascotas virtuales que, inevitablemente, acabará viendo como sus programas se vuelven obsoletos. Las mascotas virtuales son vistas casi como seres reales por sus cuidadores, lo que motivará una serie de acciones que nos hará pensar en qué puede ser real y qué no para los seres humanos.

La niñera automática, patentada por Dacey es una historia que nos transporta a finales del siglo XIX y principios del XX para hablaremos de una serie de niñeras mecánicas que no cumplieron la función para las que fueron hechas. Pero, ¿qué era lo que de verdad se esperaba de ellas, si eran máquinas?

La verdad del hecho, la verdad del sentimiento es un relato que nos habla, a través de dos narraciones paralelas, una en el presente y otra en el pasado en una aldea, de la forma en la que los sentimientos hacen que cambien los recuerdos, y cómo toda esta distorsión se va transmitiendo de unos a otros hasta que el hecho primigenio queda totalmente desvirtuado pero a la vez impregnado de la personalidad de cada una de las personas que lo han intentado transmitir.

En El gran silencio conoceremos la obsesión de los humanos por encontrar vida inteligente más allá de los confines de nuestro planeta, La paradoja de Fermi, por qué las especies inteligentes deberían tratar de ocultarse para no llamar la atención y qué tiene que ver todo esto con el papagayo que narra esta historia.

La ciencia y la religión parecen polos opuestos, pero a veces se dan la mano, como en Ónfalo, un relato sobre una científica muy religiosa (de hecho, esta historia se la narra a Dios) que espera que un hallazgo no acabe con su fe.

Por último, en La ansiedad es el vértigo de la libertad viajaremos a un mundo en el que gracias a unos prismas sus habitantes pueden comunicarse con sus yos de otras dimensiones, lo que no solo produce conflicto, sino también una gran oportunidad de negocio y aprovechamiento para unos cuantos.

Viajes en el tiempo que no terminan de arreglar nada en el presente, humanos que cambian su anatomía por las condiciones ambientales, formas de ver el futuro que nos hacen entender que no tenemos una libertad como la que siempre creímos tener, realidades virtuales con las que empatizamos más que con las de nuestro mundo, androides que no se comportan como esperábamos, nuestra manera de transmitir los recuerdos, nuestras ganas de conquistar el universo cuando no hemos conseguido entender a las otras especies del nuestro, nuestras ganas de encontrar un punto en común entre religión y ciencia, las diversas formas que tendríamos de entender la existencia de universos paralelos… Como veis, Ted Chiang nos invita a explorar la ciencia ficción en sus relatos, pero también, como decía casi al comienzo de esta reseña y vengo a ratificar en este último párrafo, la verdadera naturaleza del ser humano. Una naturaleza con capacidad de adaptación al medio, pero también llena de dudas, de anhelos, de las imperfecciones propias de nuestra complejidad. ¿Buscas un libro que además de ofrecerte ciencia ficción inteligente y sofisticada te haga pensar en lo que hemos sido, somos y seremos? Pues entonces te recomiendo encarecidamente Exhalación, un excelente volumen que te ofrece todo eso y mucho más. ¿A qué esperas para averiguarlo por tu cuenta?

Cristina Monteoliva