Hay hermanos que se adoran,
hermanos que se toleran y luego están los que convierten su vida en una eterna
rivalidad. Hay incluso quien se obsesiona con ello, haciendo de sus propias
vidas un eterno castigo. Porque, si te pasas la vida obsesionada con ese hermano
o hermana, con inentar ser mejor que él o ella, ¿cómo puedes llegar de verdad a
ser feliz?, me pregunto tras la lectura de la brillante novela Una jaula en un jardín de verano, de
Margaret Drabble. Si quieres saber de qué trata, tendrás que seguir leyendo
este artículo.
Tras pasar
unos meses en París, donde Sarah Bennett se lo pasó tan bien como se aburrió
con su trabajo, nuestra joven licenciada con honores poco tiempo atrás en
Oxford vuelve a la casa familiar de Warwickshire para ser dama de honor en la
boda de su hermana mayor Louise. Si bien la boda podría haberlas unido más, por
el contrario, Sarah y Louise, rivales desde la infancia, siguen cada una con su
vida, si bien la primera, que acabará compartiendo piso y trabajando en la BBC
con descontento, no deja de pensar en la segunda, en su matrimonio con un
novelista que le cae mal en todo el mundo, en sus viajes, en sus aventuras.
¿Llegarán alguna vez las hermanas a encontrar un punto en común?
Esta es la
historia de Sarah Bennett, narradora y protagonista a la vez, una joven recién
licenciada en Oxford con honores que, básicamente, no sabe qué hacer con su
vida. Tras acabar sus estudios, y a diferencia de otras amigas de la
universidad que aprovecharían para casarse inmediatamente con sus novios de
siempre, Sarah viajaría a París, donde encontraría un trabajo que la aburría
(aunque en su tiempo libre lo pasara bien con sus amigos). Al poco tiempo,
Sarah regresaría a la casa familiar con motivo de la boda de la siempre bella,
fría y distante Louise. Luego se marcharía a Londres, donde compartiría piso
con una amiga recién divorciada al tiempo que trabajaría en la BBC a la espera
de ver regresar de Harvard a su brillante novio. ¿Podría centrarse un poco más
en su presente y su futuro si no pensara tanto en su hermana? Probablemente.
Pero, ¿por qué no deja de pensar en lo que hace o dice Louise, en su
matrimonio, en sus aventuras con otros hombres?
Esta, como
veis, es la historia de dos hermanas rivales. Por un lado tenemos a Sarah, la
menor y con mejores notas aunque con pocos planes claros como adulta. Sarah no
se siente tan guapa como su hermana, pero sí cree tener otros valores mejores
que los de Louise. La cuestión es: ¿qué necesidad tiene de estar pensando
siempre en ella?
Por otro lado
tenemos a Louise, la siempre bella, fría y enigmática. Está claro que se ha
casado con el novelista que no soporta por dinero y comodidad, pero, ¿por qué
precisamente con él? ¿Y si en realidad buscara de alguna manera la complicidad
de su hermana menor?
La vida de
casada con dinero y la de la chica pobre con carrera. Las dos caras de la
moneda las encontramos en esta obra que, a pesar de haber sido publicada por
primera vez en 1963, en muchos aspectos, como la relación que existe entre
muchos de los personajes principales y secundarios, se nos hace tremendamente
actual. Se trata esta de una historia mucho más compleja de lo que puede
parecer a simple vista, una obra que explora las relaciones familiares, los
secretos entre hermanas, los afectos y desafectos desde una perspectiva fresca
y original. Y al final, ¿creéis que la obsesión de Sarah por Louise merecerá la
pena? Tendrás que leer Una jaula en un
jardín de verano para descubrirlo. ¡Vamos!, ¿a qué esperáis?
Cristina Monteoliva