viernes, 21 de junio de 2019

Reseña: LO QUE HIZO KATY, de Susan Coolidge.


Título: Lo que hizo Katy
Autora: Susan Coolidge
Traducción: Raquel García Rojas
Publica: Ediciones Siruela
Páginas: 196
Precio: 14,90 € / 8,99 € (eBook)

¿Eres de los que les gusta descubrir tesoros literarios extranjeros hasta ahora no traducidos al castellano? ¿Te apetece conocer una historia infantil clásica llena de aventuras, con su pizca de comedia y de drama? Si has contestado afirmativamente a las dos anteriores preguntas, entonces tu libro es Lo que hizo Katy, de Susan Coolidge. Ya sabes: si quieres saber algo más de esta novela antes de decidirte por ella, sigue leyendo esta reseña.
Katy Carr, de doce años de edad, es la mayor de seis hermanos, entre los que están las chicas Clover, Elsie y Johnnie, y los chicos Dorry y Phil. Los chicos y chicas viven con su padre, el viudo doctor Carr, y su tía Itzzie. A los niños les gusta hacer excursiones por el bosque cercano, subir al pajar para leer sus propias historias y hacer todo tipo de travesuras, aunque está claro que Katy es la jefa del clan. Todo transcurre con normalidad en una familia tan numerosa como revoltosa hasta que Katy comete una imprudencia que hará que se vea postrada durante una gran temporada. A partir de entonces, la mayor de los Carr tendrá que buscar la manera de distraerse sin moverse de casa mientras comienza a hacerse adulta y, por fin, una chica responsable.
Esta es la historia de los hermanos Carr, donde Katy es la mayor de una pequeña tropa que crece sin madre, pues esta ha fallecido poco después de tener a su último hijo, Phil, y que ha quedado al amparo de un padre bondadoso y una tía estricta en una casa donde no faltan las comodidades ni la gente de servicio. Como otras historias de niños aventureros, esta comienza con una serie de capítulos en los que no encontramos una trama principal clara, sino más bien el afán de su autora por mostrarnos las aventuras y desventuras de unos niños inteligentes y traviesos que gustan del aire libre, de cometer trastadas en el colegio o de hacer nuevos amigos. Llegados a cierto punto, sin embargo, justo cuando Katy sufre un accidente por una imprudencia, la historia cobra un nuevo sentido, llevándonos, con una trama ya sí bien trazada, a conocer la de la vida de Katy y sus hermanos a partir de entonces y hasta el final del libro.
La narración nos llega a través de un narrador o narradora externo pero muy cercano a la vida de los Carr, alguien que conoce el carácter divertido, dominante e impulsivo de la mayor del clan en su niñez y que sabe de buena fe por todo por lo que ha pasado esta familia, sin que llegue, en ningún momento, a revelarnos si en realidad es uno de los personajes secundarios que aparece en la novela.
Lo que hizo Katy, además de entretener y enseñarnos el valor de la humildad, la paciencia, la perseverancia y la esperanza, nos muestra un retrato de la América rural del siglo XIX, con sus paisajes bucólicos y sus niños alegres, pero también con unas enfermedades que llevaban a la tumba a personas jóvenes y otras que tardaban demasiado en curar por estar la medicina aún en pañales, como se suele decir. Ya que su lectura puede recordarnos a otros libros protagonizados por niños traviesos, creo que fundamentalmente por esto último, por el retrato de la sociedad de su tiempo que hace, es por lo que más merece la pena que os adentréis en su lectura. Dicho esto, ¿a qué esperáis a conocer a Katy y sus hermanos?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.