viernes, 24 de noviembre de 2017

Reseña: EL FIN DE LA SOLEDAD, de Benedict Wells.

Título: El fin de la soledad
Autor: Benedict Wells
Traducción: Beatriz Galán Echevarría
Publica: Malpaso
Páginas: 288
Precio: 22 € / 9,99 € (ebook)

¿Somos felices? ¿Sabemos acaso que es la verdadera felicidad? ¿Y qué me decís de la soledad? ¿No os sentís a veces muy solos aunque estéis rodeados de mucha gente, lo que sin duda hace que en esos momentos no os sintáis para nada completos? Si queréis adentraros en estos temas qué mejor que hacerlo con un libro. Uno como El fin de la soledad, de Benedict Wells, el libro galardonado con el Premio de Literatura de la Unión Europea 2016 del que hoy os vengo a hablar.
Jules es un niño feliz a pesar de lo distinto que es de sus hermanos mayores, Liz, la chica rebelde con ganas de comerse el mundo, y Marty, el huraño e inteligente muchacho con un trastorno obsesivo compulsivo. Tras la repentina muerte de sus padres, los tres hermanos son llevados a un internado público y separados dentro de él, lo que hace que el pequeño de la familia pase de ser un niño sociable y sin miedo a nada a uno temeroso y con pocos amigos. Pero no todo será malo en aquella época. En el internado Jules conocerá a Alva, una niña llena de secretos que con el tiempo se convertirá en su gran amor. El tiempo irá uniendo y separando las vidas de Jules y Alva mientras el niño que aún es nuestro protagonista busca su verdadero lugar en el mundo. ¿Podrá encontrarlo? ¿Acabará bien su historia con Alva? Y, sobre todo, ¿encontrará el fin de su soledad?
Esta historia comienza con su narrador y protagonista, Jules, en una cama de hospital. Todos creen que ha intentado suicidarse y tal vez motivos, desde su punto de vista, no le falten. Al fin y al cabo, ¿hay alguien más desgraciado que él en ese momento?
Para que los lectores le comprendamos, Jules nos hace viajar con él hasta el comienzo de su historia para hacernos avanzar progresivamente hasta su presente. En su infancia conoceremos a un chico sin miedo a nada, alegre y divertido. Luego le veremos en el internado, asustado y sin apenas amigos. La esperanza tendrá nombre de mujer, Alva. Pero la relación con Alva será complicada a lo largo de los años. También la que este chico, tan perdido en el mundo como en sí mismo, tenga con sus hermanos mayores. ¿Llegará en algún momento a reconciliarse con el mundo?
A Jules le cuesta adaptarse a la vida por varios motivos. El primero, porque es incapaz de olvidar el pasado. Así, cada nueva herida pesa sobre sus hombros como un gran saco lleno de piedras. Si no llega a aprender a hacer que todo adquiera un menor peso, difícilmente conseguirá seguir adelante.
En segundo lugar, Jules responsabiliza demasiado a los demás de sus pesares. Solo cuando llegue a entender que sus hermanos y amigos tienen también sus propios problemas y que también lo pasaron mal en el pasado, podrá reconciliarse de verdad con ellos.
Y tercero, porque Jules no se atreve a dedicarse en la vida a lo que de verdad quiere. Pasa de un empleo a otro sin que nada le llene realmente. ¿Por qué tiene miedo a arriesgarse, si en realidad sus hermanos le apoyan haga lo que haga?
Crecer, hacerse adulto y comprender que la vida no es un juego de niños, es complicado. Solo cuando nos damos cuenta de que todos estamos solos en el mundo alguna vez y que la felicidad es efímera podemos ser capaces de encontrar la manera de tener cierta paz interior y seguir adelante. Este libro nos habla del camino que recorre un hombre para llegar a darse cuenta que la vida son dos días y que no merece la pena guardar tantos rencores hacia los hermanos, los amores pasados o él mismo. Un hombre solitario que ha de poner fin a esa soledad que él mismo se ha creado. Un ser sensible que está esperando que le conozcas, empatices con él y, tal vez, aprendas de su historia. ¿Te atreverás finalmente a leer El fin de la soledad, amigo lector?
Cristina Monteoliva