Título: El fin de la
soledad
Autor: Benedict Wells
Traducción: Beatriz
Galán Echevarría
Publica: Malpaso
Páginas: 288
Precio: 22 € / 9,99 € (ebook)
¿Somos felices? ¿Sabemos acaso que es la
verdadera felicidad? ¿Y qué me decís de la soledad? ¿No os sentís a veces muy
solos aunque estéis rodeados de mucha gente, lo que sin duda hace que en esos
momentos no os sintáis para nada completos? Si queréis adentraros en estos
temas qué mejor que hacerlo con un libro. Uno como El fin de la soledad, de Benedict Wells, el libro galardonado con
el Premio de Literatura de la Unión Europea 2016 del que hoy os vengo a hablar.
Jules es un niño feliz
a pesar de lo distinto que es de sus hermanos mayores, Liz, la chica rebelde
con ganas de comerse el mundo, y Marty, el huraño e inteligente muchacho con un
trastorno obsesivo compulsivo. Tras la repentina muerte de sus padres, los tres
hermanos son llevados a un internado público y separados dentro de él, lo que
hace que el pequeño de la familia pase de ser un niño sociable y sin miedo a
nada a uno temeroso y con pocos amigos. Pero no todo será malo en aquella
época. En el internado Jules conocerá a Alva, una niña llena de secretos que
con el tiempo se convertirá en su gran amor. El tiempo irá uniendo y separando
las vidas de Jules y Alva mientras el niño que aún es nuestro protagonista
busca su verdadero lugar en el mundo. ¿Podrá encontrarlo? ¿Acabará bien su
historia con Alva? Y, sobre todo, ¿encontrará el fin de su soledad?
Esta historia comienza
con su narrador y protagonista, Jules, en una cama de hospital. Todos creen que
ha intentado suicidarse y tal vez motivos, desde su punto de vista, no le
falten. Al fin y al cabo, ¿hay alguien más desgraciado que él en ese momento?
Para que los lectores
le comprendamos, Jules nos hace viajar con él hasta el comienzo de su historia
para hacernos avanzar progresivamente hasta su presente. En su infancia
conoceremos a un chico sin miedo a nada, alegre y divertido. Luego le veremos
en el internado, asustado y sin apenas amigos. La esperanza tendrá nombre de
mujer, Alva. Pero la relación con Alva será complicada a lo largo de los años.
También la que este chico, tan perdido en el mundo como en sí mismo, tenga con
sus hermanos mayores. ¿Llegará en algún momento a reconciliarse con el mundo?
A Jules le cuesta
adaptarse a la vida por varios motivos. El primero, porque es incapaz de
olvidar el pasado. Así, cada nueva herida pesa sobre sus hombros como un gran
saco lleno de piedras. Si no llega a aprender a hacer que todo adquiera un
menor peso, difícilmente conseguirá seguir adelante.
En segundo lugar, Jules
responsabiliza demasiado a los demás de sus pesares. Solo cuando llegue a
entender que sus hermanos y amigos tienen también sus propios problemas y que
también lo pasaron mal en el pasado, podrá reconciliarse de verdad con ellos.
Y tercero, porque Jules
no se atreve a dedicarse en la vida a lo que de verdad quiere. Pasa de un
empleo a otro sin que nada le llene realmente. ¿Por qué tiene miedo a
arriesgarse, si en realidad sus hermanos le apoyan haga lo que haga?
Crecer, hacerse adulto
y comprender que la vida no es un juego de niños, es complicado. Solo cuando
nos damos cuenta de que todos estamos solos en el mundo alguna vez y que la
felicidad es efímera podemos ser capaces de encontrar la manera de tener cierta
paz interior y seguir adelante. Este libro nos habla del camino que recorre un
hombre para llegar a darse cuenta que la vida son dos días y que no merece la
pena guardar tantos rencores hacia los hermanos, los amores pasados o él mismo.
Un hombre solitario que ha de poner fin a esa soledad que él mismo se ha
creado. Un ser sensible que está esperando que le conozcas, empatices con él y,
tal vez, aprendas de su historia. ¿Te atreverás finalmente a leer El fin de la soledad, amigo lector?
Cristina Monteoliva