Queridos
amigos de La
Orilla de las Letras, 
hoy
entrevistamos a Luisa Valeriano Lamas,
la quinta autora, por el momento, de la antología de relatos Voces de amor y desamor que nos visita.
Sin más dilación, aquí van sus palabras: 
¿Cuándo
descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo? 
Esta
respuesta tiene dos vertientes. Por una parte, diría que cuando descubrí que
las palabras que escribía impactaban en otras personas. Pero, por otro lado,
como dice Joan Didion “escribir es un acto de descubrimiento; a veces no sabes
realmente lo que piensas hasta que lo pones en palabras”.
Cuando era niña, en vez de jugar contaba cuentos que adaptaba o
inventaba. ¡A veces tenía más éxito que el payaso de la fiesta! 
En la adolescencia, mis amigas me pedían que hiciera historietas como Susi
secretos del corazón, utilizándolas a ellas y sus enamorados de personajes.
Mi faceta de Corín Tellado fue exitosa. 
Luego vino la universidad, las palabras serias y argumentadas y el susto
de no estar a la altura de los grandes escritores. 
También las circunstancias históricas tienen mucho peso, pero es
inevitable seguir descubriéndose, así que se vuelve a la literatura
irremediablemente.
©Luisa Valeriano Lamas.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora? 
Las lecturas llevan el ritmo de la
vida misma: en algunos momentos amamos a alguien y en otros vamos sobreponiendo
nuevos amores hasta armar una especie de cebolla. Virginia Woolf, Borges, Julio
Cortázar, Teresa de la Parra, Guillermo Meneses, Margaret Mitchell, Federico
García Lorca, García Márquez, entre muchos otros.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
En este
momento leo Fidelidad de Marco Missiroli, y la recomiendo ampliamente.
Aparte de que el tema es la lealtad, tiene una escritura sencilla pero muy
seductora. 
Releo también Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar,
tratando de descubrir los hilos de la magnífica construcción de un personaje.  
¿Cómo
compaginas tu trabajo fuera del mundo de las letras con la escritura? 
Soy profesora
de escritura creativa, tutora de tesis y editora de novelas a medio construir,
así que no me alejo mucho de las letras, más bien procuro mantenerme lo más
dentro posible. 
¿Cómo
ves el panorama literario actual? 
¡Genial!
Cada siglo tiene sus pautas, sus herramientas, sus maneras y su público, así
que hay que disfrutarlos y aprovecharlos. La buena y la mala literatura son
reconocibles; no hay que tener miedo. Yo creo que hay jóvenes muy talentosos. Y
la historia se encargará de decidir quiénes serán los nuevos Cervantes. 
Si
tuvieras que elegir entre relato y novela, ¿con cuál te quedarías?
Para mí,
esa es una elección difícil pues lo que me gusta es narrar, así que tengo
cuentos y novelas escritas. Es como si me hicieras elegir entre Borges y Marcel
Proust: amo a los dos y cada uno tiene su tiempo. 
¿Escribirías
una novela de moda para hacerte famosa? 
La fama,
es decir ser muy conocido, si no lleva un fin altruista, tiene pies de barro.
Yo no creo que lo haría sin argumentos sólidos.
¿Qué
te llevó a unirte al proyecto Voces de amor y desamor? 
Yo diría
que hay razones emocionales y creativas. Por una parte, el Método Mapea de
Roger Domingo, editor de Planeta, nos ha brindado la oportunidad de conocernos
e interactuar como amigas y como profesionales. Por otra parte, el tema
romántico en sí representaba un reto pues entre el amor y el desamor existe una
rica paleta de complejas emociones para explorar. 
Háblanos
de tu relato en este libro. 
Tras
cada rasgo tuyo evoca un
sentido de búsqueda y añoranza. La complicada historia de amor entre un
cirujano plástico y una joven que ha tenido un accidente se convierte en un
viaje de búsqueda de identidad e incluso de fe y misterio marcado por el peso
de las circunstancias externas. Quizá más que amor y desamor, haya miedo a ir
más allá de las emociones superficiales para encontrar la verdadera raíz de la
conexión en una relación que importa. Y es una   historia rota, que se cuenta en
fragmentos que el lector tiene que reconstruir, como símbolo de las historias
reales. 
¿Qué
esperas que los lectores aprendan de él? 
Necesito
que lo encuentren atractivo para que se enganchen y empaticen, pues el relato
busca ser una reflexión sobre las relaciones humanas. 
La recompensa de cualquier búsqueda ya sea de amor, verdad o identidad,
no está solo en encontrar lo que se busca sino en el proceso de seguir las
huellas. Como decía Kavafis: 
“Cuando
emprendas tu viaje a Ítaca, 
pide que
el camino sea largo,
lleno de
aventuras, lleno de experiencias…”
Así que quiero que reflexionen y si están pasando por situaciones
similares, que el relato sirva de espejo.
Pero,
¿por qué relatos de amor? 
Yo creo
que todos los autores escribimos siempre de amor y desamor porque son las
fuerzas capaces de forjar historias profundamente humanas. El amor define,
motiva, genera conflictos, da experiencia y procura la transformación del
personaje. Y esta es la esencia de una buena narración.
Decía
Erich Fromm en su libro El arte de amar, que “el amor es la única
respuesta sensata y satisfactoria al problema de la existencia humana”.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha? 
Ya están
en el horno una novela con una fuerte trama amorosa imbuida en una grave
situación histórica, y otros cuentos, tanto infantiles como de adultos. 
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista? 
Si, quisiera
agradecer a mis compañeras escritoras por su apoyo y generosidad como amigas y
como profesionales, especialmente a Marga López Azkona quien asumió el rol de
capitana para que estas Voces de amor y desamor no fueran cantos de
sirena. 
Muchas gracias, Luisa, por tu tiempo, tus
palabras y tu foto personal. Te deseamos una carrera literaria larga y
próspera. 
Y a vosotros, amigos de los libros, gracias
por estar un día más esperando nuestras publicaciones. Ahora, ¡a leer! 
Cristina Monteoliva


