miércoles, 15 de octubre de 2025

Entrevista: ELSA MOGOLLÓN WENDEBORN

 

Queridos amigos de La Orilla de las Letras,

durante ocho días seguidos os vamos a ofrecer las entrevistas que las autoras de la antología de relatos Voces de amor y desamor nos han concedido. Comenzamos con Elsa Mogollón Wendeborn. Sin más dilación, aquí van sus palabras:

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Para mí, la escritura nunca ha sido un pasatiempo. Soy periodista de profesión y llevo más de treinta años dedicada al mundo de la comunicación, tanto escrita como hablada. Lo que sí representa un nuevo desafío es la escritura de ficción: combinar la realidad con la fantasía, inventar palabras y emociones para los personajes, construir escenas y escenarios inéditos. Es una experiencia liberadora, que me permite dejar atrás el corsé de la realidad para dar rienda suelta a la imaginación y crear nuevos mundos.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Escritoras como Marvel Moreno y Gioconda Belli, así como autores como Gabriel García Márquez, José Hierro, Mario Benedetti y Pablo Neruda, me han enseñado a mirar el mundo desde una perspectiva distinta, a observar mi entorno con curiosidad y a absorber todo lo que pueda de él. También me han inspirado a escribir y a retratar, a través de las palabras, el mundo en el que vivo.

© Elsa Mogollón Wendeborn. 

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías? 

Ahora mismo estoy leyendo La perra, de Pilar Quintana, una novela breve pero profundamente intensa. Desde las primeras páginas me ha atrapado por su fuerza y su honestidad. Es una historia que te lleva a la selva del Pacífico colombiano, a sus sonidos, sus peligros y su belleza, pero también a las profundidades del alma humana. A través de Damaris, su protagonista, Quintana explora el amor maternal, la soledad y el deseo con una crudeza que conmueve. Me impresionó cómo logra entrelazar la naturaleza y las emociones, cómo lo salvaje se vuelve espejo de lo íntimo.

¿Cómo compaginas tu trabajo fuera del mundo de las letras con la escritura? 

Desde hace cuatro años me dedico a la escritura creativa, centrando gran parte de mi tiempo en la elaboración de relatos y en mi primera novela, en la que trabajo desde hace dos años. Hoy, el periodismo ocupa un lugar menor en mi rutina, pues he tomado la decisión de dedicarme por completo a la escritura. Es una elección que asumo con ilusión, compromiso y un profundo amor por las palabras.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Me parece un momento muy interesante, marcado por el notable auge de la literatura escrita por mujeres. Me enorgullece ver a tantas autoras comprometidas con contar su mundo, sus sueños y sus inquietudes. Percibo que el feminismo, la búsqueda de la igualdad y la defensa de la libertad de expresión ocupan hoy un lugar central en la mirada y la voz de muchas escritoras.

Si tuvieras que elegir entre relato y microrrelato, ¿con cuál te quedarías? 

El microrrelato, con su precisión y la exigencia narrativa que impone, representa un desafío que no siempre consigo superar. En cambio, el relato me resulta más natural; aunque también debo escoger cada palabra con cuidado, siento que me permite expresar con mayor libertad y fidelidad lo que realmente quiero transmitir. Es en este espacio donde mi escritura encuentra más comodidad y resonancia.

¿Escribirías un libro de moda para hacerte famosa? 

No, no podría. Solo puedo escribir de lo que conozco, de lo que habita en mí y me mueve: la vida, el amor, los sentimientos, las tragedias que nos rodean. Cualquier tema que no despierte en mí esa chispa de interés se me escapa entre los dedos; no tendría la fuerza ni la verdad para darle forma en palabras. Mi escritura nace de la necesidad íntima de nombrar lo que me toca, lo que me conmueve, lo que me hace sentir.

¿Qué te llevó a unirte al proyecto Voces de amor y desamor? 

Lo que me atrajo fue la camaradería y el desafío. La buena energía y la armonía que sentí al conocer a mis compañeras, aunque solo fuera de manera virtual, crearon una conexión profunda, íntima y valiosa que me llenó de ilusión y me impulsó a sumarme al proyecto. Y luego estaba el reto: nunca había escrito un relato romántico, y aventurarme en él fue toda una experiencia. Explorar las luces y sombras del amor en las relaciones de pareja en el mundo actual resultó para mí estimulante y revelador, un espacio para asomarme a los sentimientos con curiosidad y libertad. 


Háblanos de Como yo te amo, tu relato en este libro.  

Mi relato se titula Como yo te amo y es una historia escrita desde lo más profundo del corazón.

A los treinta años, Catalina Londoño creyó haberlo perdido todo. Con el corazón hecho pedazos, huyó de un esposo maltratador y dejó atrás a su hija y la tierra que la vio nacer. Sin rumbo y cargada de incertidumbre, llegó a Madrid acompañada por su hermana, enfrentándose a la soledad, al miedo y a la lucha diaria por sobrevivir.

Y justo cuando la oscuridad parecía no tener fin, el destino le regaló una luz inesperada, una oportunidad capaz de transformar su vida.

Como yo te amo es la historia de Catalina, de su valentía, de los lazos de solidaridad que la sostienen y de la fuerza de las segundas oportunidades. Es un relato que conmueve, que toca el alma y que recuerda que, a veces, perderlo todo… es solo el comienzo.

¿Qué esperas que los lectores aprendan de él?

Justo eso que acabo de decir: que perderlo todo a veces no es un final, sino apenas un comienzo. Que la vida siempre ofrece segundas oportunidades, pero solo se abren a quienes están dispuestos a recibir el amor y a confiar en su fuerza transformadora. Que cuando creemos haber tocado el fondo, cuando sentimos que la tragedia nos envuelve por completo, siempre hay una luz que aparece, silenciosa y firme, guiándonos fuera del túnel, más allá de la decepción, hacia un nuevo amanecer.

Pero, ¿por qué relatos de amor?

Porque el amor lo puede todo. Con él podemos tocar cualquier tema, llegar a cualquier ser, trascender especies y géneros. Es la energía que transforma, que mueve, que despierta la vida en todo lo que toca. Nos hace más humanos, nos une, derriba fronteras y disuelve barreras sociales y culturales. Incluso cuando sabemos todos los secretos y poseemos todo el conocimiento, sin amor no somos nada. Estoy convencida de ello: el amor es la fuerza que da sentido a todo.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Actualmente habito las páginas de mi primera novela, un viaje a los años ochenta, donde el amor y la amistad se entrelazan, donde la unión entre mujeres se vuelve refugio y fuerza. Allí el exilio se siente en cada palabra, y los sueños de un mundo mejor laten entre las líneas, delicados y persistentes, como un susurro que se niega a desaparecer.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Siempre se ha dicho que la escritura es un acto solitario, un oficio silencioso. La imagen de una escritora sentada frente a la máquina o al ordenador, sola con sus pensamientos, imaginando y transformando el mundo en palabras, es casi un símbolo universal. Una figura solitaria que, desde su rincón, intenta tender un puente entre su universo interior y los demás.

Pero lo verdaderamente revolucionario de este proyecto es que rompe con ese aislamiento. Aquí no estamos solas: caminamos acompañadas por otras escritoras que comparten la misma pasión, la misma lucha por dar vida a un libro, por hacerlo llegar a las librerías y al corazón de los lectores. Ese impulso colectivo, esa fuerza compartida, otorga a este proyecto un valor distinto, luminoso: el de la creación que nace del encuentro.

Muchas gracias, Elsa, por tu tiempo, tus palabras y tu foto personal. Te deseamos una carrera literaria larga y próspera.

Y a vosotros, amigos del blog, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Y ahora, ¡a leer!

Cristina Monteoliva