lunes, 20 de enero de 2025

Entrevista: IÑAKI SAINZ DE MURIETA

 

Queridos seguidores de La Orilla de las Letras,

se supone que hoy es el lunes más triste del año. Sin embargo, en este blog creemos que no hay lunes cenizo si publicamos nueva entrevista para conocer mejor a un autor, en esta ocasión, a Iñaki Sainz de Murieta.

Iñaki Sainz de Murieta es un antropólogo, escritor y guionista guipuzcoano de renombre que cuenta con una profusa producción que figura en el catálogo de editoriales de España, Argentina y Estados Unidos, siendo la narrativa, el ensayo y el cómic los géneros que más ha trabajado y por los que más se reconoce su obra. De entre su abundante producción destaca especialmente su colección juvenil Las aventuras de Kanide, que consta de siete títulos hasta la fecha, sin olvidar por ello sus cómics de carácter histórico, su novela Ik’hue. Lazos de sangre o la publicación Narraciones y leyendas vascas.

Dicho esto, vamos con las palabras de nuestro autor:

¿Cuándo descubriste que la escritura era algo más que un pasatiempo?

Puede sonar mal, pero cambié el chip al tercer año de cobrar las liquidaciones pertinentes por parte de la editorial. En ese momento comprendí que no solo era algo que disfrutaba enormemente, sino que, a largo plazo, podía ayudar a mejorar las condiciones de vida de mi familia. Eso marcó un antes y un después.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?

De adolescente leía muchísimo a Michael Crichton, pero también a autores como Quiroga, Verne, Poe, Lovecraft, Víctor Hugo, Dostoievski, Pío Baroja, Alberto Vázquez-Figueroa, etc. Soy la suma de todos ellos, aunque no sé si ellos verían su obra reflejada en mí. Esa es la gran pregunta.

© Iñaki Sainz de Murieta.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

La taberna, de Émile Zola. Es extraordinaria por muchos motivos. Es canalla, irreverente y cruda como pocas. Me apena no haberla leído antes, pero hay tantísimas obras y tan poco tiempo…

Siempre apostaré por los clásicos para seguir aprendiendo, puesto que la evolución de un escritor depende en gran medida de sus lecturas.

¿Cómo compaginas la escritura con tus otras facetas profesionales?  

Como buenamente puedo. Es complicado sacar tiempo de donde no lo hay, sobre todo teniendo familia, pero al ser una actividad bastante flexible tanto en tiempo como en espacio, procuro aprovechar aquellas ventanas que me permitan adelantar los proyectos. Los que me conocen saben que utilizo los trayectos en transporte público para escribir, aunque solo me dé para esbozar dos o tres párrafos cada vez. De momento tengo que seguir haciendo equilibrios, porque apostar por la literatura en exclusividad es un riesgo que no pienso cometer. No cuando el bienestar de los míos depende ello. Hay demasiados factores que pueden condicionar los cobros y eso es muy duro.

¿Cómo ves el panorama literario actual?  

Caótico. Hay una saturación de oferta que perjudica terriblemente a la profesión, mientras se cierra una librería tras otra por culpa de la especulación inmobiliaria y la falta de relevo generacional.

A esto hay que añadir el impacto de la IA, que está dando mucho de qué hablar y que debe regularse lo antes posible por el bien del sector cultural.

¿Eres escritor mapa o escritor brújula? 

Depende en gran medida del proyecto. Para desarrollar cómics históricos es imprescindible saber a dónde quieres llegar, porque no te puedes inventar la historia, pero para todo lo demás dejo que la creatividad fluya. En todo caso, no me gustan esas etiquetas porque no responden a la realidad de la profesión.

¿Por qué el cómic y la narrativa juvenil?   

Bueno, también he publicado ensayo y otros géneros que poco o nada tienen con el público juvenil. Pero, volviendo sobre tu pregunta, es importante producir textos que acerquen la lectura a una población cada vez más tendente a las pantallas y menos al papel.

En el caso de los cómics, todo nació de la mano de Luis Rafael, editor de Verbum, que fue quien me lo propuso. En vista del resultado, creo que fue un acierto, a pesar de las dudas iniciales.

De todos tus libros publicados, ¿de cuál te sientes más orgulloso?   

Es difícil escoger solo uno, pero imagino que Narraciones y leyendas vascas me define muy bien como autor y eso siempre es motivo de orgullo. El trabajo de investigación que subyace se alarga durante muchísimos años, ya que recoge en las narraciones que la conforman numerosos elementos etnográficos, folclóricos, históricos y antropológicos. También genera controversia, porque la obra culmina con un aquelarre. Es muy yo.

¿Qué puedes contarnos de Las aventuras de Kanide?

Es, hasta la fecha, la colección más importante en mi carrera profesional. Gracias a ella he consolidado mi trayectoria, porque son ya siete volúmenes publicados y el público demanda más, aunque ahora mismo considero que la historia debe quedarse donde está. El final lo merece.

Con ella procuro acercar a los alumnos de Ed. Primaria la forma de vida del Paleolítico europeo, ofreciendo láminas de arqueología experimental y compartiendo una suerte de vivencias que parecen impensables con la perspectiva actual, pero que formaban parte de la vida diaria de las personas tiempo atrás. Además, el trabajo de ilustración de Miguel Berzosa (Donostia, 1945) es impresionante.

Lo más complicado de esta colección es mantener la tensión narrativa, ya que está escrita en primera persona y solo cabe el descanso cuando otros personajes participan en los diálogos. Una vez una niña me dijo que Kanide no se callaba nunca, y es verdad, porque sin él no habría historia posible.

¿Y qué nos dices de Ik’hue. Lazos de sangre?

Es la clásica novela de aventuras, muy dinámica y bien contada. La palabra que mejor la define es pasional. Los protagonistas son nativos norteamericanos y la historia transcurre antes de la llegada de los europeos, por lo que poco o nada tiene que ver con los clásicos westerns a los que tanto nos han acostumbrado desde Hollywood.

La tribu es ficticia, porque no quería incurrir en errores de bulto, pero, al igual que ocurre con el resto de mis obras, la carga de investigación y documentación es de aúpa, más de allá de las debidas y necesarias licencias artísticas.

Para quienes ya la han leído, se alegrarán al saber que, si las ventas evolucionan como deben, entiendo que saldrá la segunda parte en un futuro no muy lejano, aunque no será este año. Mientras tanto, estoy publicando con periodicidad mensual los Mitos y leyendas de los Ik’hue en la revista cultural Hojas Sueltas. 

© Iñaki Sainz de Murieta.

¿Qué acogida ha tenido Narraciones y leyendas vascas?

Extraordinaria. Las críticas son tremendamente positivas. Es un proyecto muy especial, alejado de las publicaciones que se suelen realizar sobre mitología vasca y creo que he dado en el clavo al enfocarlo al público adulto. Los lectores están encantados con ella y los críticos la ponen como ejemplo del realismo mágico vasco. No puedo pedir más.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Si nada se tuerce, cuento con la confianza para desarrollar el guion de varios cómics más, a los que me debo, sin olvidar por ello otros proyectos. Creo que supero la media docena de obras en el horizonte, pero siempre suele perderse algo por el camino. En todo caso, tengo encargos de sobra para no aburrirme, que es lo importante.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Sí. Y esto creo que es importante que los lectores lo sepan: nada me hace más feliz que saber que mis libros están en las bibliotecas públicas a lo largo de todo el mundo, a disposición de quien quiera. Gracias a todos. Jamás habría imaginado que mis obras tendrían tanto alcance.

Dicho esto, antes de comprar a ciegas, pedid mis publicaciones a vuestro bibliotecario de confianza. Con suerte, no se contentará con una única obra y pedirá más, por lo que la confianza de las editoriales con las que trabajo aumentará, como también lo harán los royalties. Si queréis ayudar de corazón a un autor, haced eso siempre que tengáis ocasión.

Muchas gracias, Iñaki, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que tu carrera literaria siga siempre tan próspera.

Y a vosotros, amigos lectores, gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla.

Cristina Monteoliva