miércoles, 27 de julio de 2022

Entrevista: PATRICIA REIMÓNDEZ.

 

Queridos amigos lectores de La Orilla de las Letras,

Volvemos a la carga con nuestra sección de entrevistas, esta vez con la que nos ha concedido la autora Patricia Reimóndez.

Patricia Reimóndez Prieto (Ponferrada. 1978) estudió postproducción audiovisual en la Escuela de Cine de Ponferrada. Desde entonces ha trabajado en varios documentales, como La luz oculta y Los ojos de la guerra, y ha codirigido uno propio: Perdices. Sus primeros relatos fueron publicados en las revistas Argonautas y Alfa Eridiani; en la I Antología Argonautas de la editorial Argonautas; en las antologías de la Asociación de Castilla y León de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror Kalpa V: Relatos de naves nodrizas en Castilla y León y Cylcon I: Forastero en tierra extraña. Ha autopublicado el relato de ciencia ficción Error 404, disponible en Lektu. En su blog, deprincesasymeigas.com, escribe sobre cine, series, libros y videojuegos. De vez en cuando, también publica relatos propios, hasta una novela por entregas entre la fantasía y la ciencia ficción: La maldición. Nía su primera novelette de fantasía ha sido publicada en marzo de 2022 por LES Editorial.

¿Cuándo comenzaste a escribir?

A esta pregunta siempre contesto con cuándo decidí ponerme a escribir en serio. Y con esto me refiero a cuándo me propuse aprender a escribir. Fue en el año 2010. Yo de pequeña soñaba con hacer películas o series, crecí con el cine y la televisión y fue gracias al séptimo arte que me enamoré de las historias. Estudié en la Escuela de Cinematografía y Artes Visuales de Ponferrada convencida de convertirme en guionista, pero al final elegí hacer postproducción. Siendo editora de vídeo trabajé más con historias ajenas que propias y como una no puede escapar a sus más profundos sueños y deseos, al final la cuentacuentos que hay en mí encontró una forma de dar rienda suelta a todas las historias que quería contar y esa fue la literaria.

¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritora?

Más que lecturas yo diría que historias en general, la mayoría de mis referencias son audiovisuales, como ya he dicho crecí con la televisión, y dentro de estas historias sin duda alguna las que más me han influenciado son las que despiertan la imaginación, las que te hacen soñar con otras realidades posibles y con explorar otros mundos. Para mí esas son las que se engloban dentro de los géneros fantásticos: la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Soy una apasionada de estos géneros en cualquiera de sus formatos. No en vano soy una orgullosa socia de la Asociación de Castilla y León de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, CYLCON para los amigos. 

©Patricia Reimóndez.

¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?

Pues hace poco he terminado dos obras de ciencia ficción: La luna para damas de Concepción Regueiro Digón, que está ambientada en la España de los últimos días de la república y que para mí evoca a las novelas de Julio Verne y a la película de Luis Buñel El ángel exterminador. Y Luna 174 de Clara Duarte que principalmente es una historia de amor, con un final que a mí me sorprendió bastante, y que es una delicia cómo está escrita, es una maravilla, de verdad. Ambas novelas las recomiendo mucho.

Por otro lado acabo de empezar Batalla por el olimpo: el torneo, una novela juvenil de ciencia ficción escrita por Escuadrón 42. Lo único que puedo decir por el momento es que odio mucho a las cinco personas que la han escrito porque me van a hacer sufrir de lo lindo.  

¿Ha cambiado la pandemia de covid tus hábitos de escritora?

Pues la verdad es que no porque están más condicionados por el hecho de tener tres hijos, con lo que desde hace años me tengo que adaptar a sus horarios. Así que mis hábitos son aprovechar el tiempo que me dejan sola o que mi señora esposa me consigue cuando se los lleva a los tres, siempre con música y chocolate a mano.

¿Dónde encuentras la inspiración?

La inspiración para tener la idea para la próxima historia en cualquier sitio, surge del lugar más inesperado. Puede salir de un taller de escritura como en los primeros relatos que escribí, de un recuerdo, de la anécdota que me cuenta una amiga. Puede surgir de una noticia o una curiosidad científica o de una pregunta tan sencilla como ¿y si…? Se me puede ocurrir viendo una película o una serie, leyendo un libro, jugando a un videojuego… Ese tipo de inspiración está en todas partes, pero la que hace que lleves una historia hasta el final, esa solo se encuentra en el trabajo constante y en no rendirse nunca aunque a veces no consigas ni siquiera ponerte frente a la página en blanco.

Tienes una novela que ofreciste por entrega: La maldición. ¿Te costó mucho el formato? ¿Crees que es más fácil o más difícil ofrecer una novela por entregas que entera de una vez?

Creo que escribir es difícil sin más, sea lo que sea, un relato o una novela. Para mí escribir por entregas comenzó por casualidad. La maldición solo iba a ser un ejercicio donde contar con dos relatos una historia desde dos puntos de vista, pero una de las personas que me leía me preguntó cuándo continuaría y me dije: ¿por qué no? Fue toda una experiencia que me obligó a cumplir conmigo misma y, sobre todo, con las cuatro o cinco personas que seguían puntualmente cada entrega. Al final, el resultado, siendo sincera, es un borrador bastante elaborado que necesita varias revisiones porque al ir construyendo, no solo la historia, sino también el mundo, en cada nuevo capítulo ha hecho que La maldición tenga cierto desequilibrio entre las primeras partes y las últimas y que muchos de sus elementos o personajes no estén del todo desarrollados. La maldición es una historia que me gusta mucho y que me he propuesto revisar en un futuro para ampliarla y darle la consistencia de una novela bien trabajada. 

©Patricia Reimóndez.

Por cierto, ¿qué puedes contarnos de La maldición?  

La maldición es la historia de dos ciudades: la ciudad de luz, Ir Haorot, y la ciudad subterránea, Taht Alardi. La primera es una ciudad más moderna, más tecnológica que se parece a lo que conocemos y está asentada en la superficie, mientras que la ciudad subterránea, como se puede deducir, se ha desarrollado bajo tierra y es un lugar más tradicional que parece congelado en el tiempo y que se rige por gremios. Esta separación espacial entre ambos lugares es así porque tienen la creencia de que los habitantes de la otra ciudad son monstruos y esta es una forma de mantenerse a salvo. En la ciudad de luz sus habitantes solo viven de día y por las noches se encierran en sus hogares donde nunca hay oscuridad porque la noche les pertenece a los otros y creen que les devorará. En la ciudad subterránea la actividad se limita a la noche porque la tradición dice que el sol les matará y por eso el día solo es lugar para los otros. Todas estas creencias puede que empiecen a tambalearse cuando Raina, una niña de siete años, se aventura en los dominios de la ciudad de luz y queda allí atrapada, algo que también le pasará a Oren, un preadolescente de doce años, habitante de la ciudad de luz que por hacer una chiquillada acaba viviendo en la ciudad subterránea. Oren crecerá deseando regresar a su casa, mientras que Raina solo querrá que se sepa la verdad. Perdón por la parrafada.

¿Qué ha supuesto para ti publicar Nía?  

Pues muchísimas cosas. Trabajar con excelentes profesionales, desde la ilustradora, Gabriela Rey, que diseñó la preciosa portada del libro o Bárbara, la editora de LES Editorial, hasta la correctora, la maquetadora, etc., personas que han tratado con mucho mimo mi historia y que la han hecho mejor. Conocer a gente de diferentes ciudades y hasta países que han compartido lo que les ha parecido Nía. Saber que alguna hasta ha madrugado para poder leer la novelette antes de que se despertara su hijo y que en cuanto la ha terminado lo primero que ha hecho es escribirme emocionada, es una experiencia increíble. Ir a firmar a Sant Jordi, la feria del libro de Madrid o de Valladolid. Presentar Nía en mi ciudad natal, Ponferrada, rodeada de gente que te quiere y te aprecia. Firmar en el Festival Celsius, por favor, quién me lo iba a decir a mí hace años. Y no me puedo olvidar de las reseñas que está recibiendo. Ni en mis mejores sueños, la verdad. Lo que está suponiendo Nía para mí, lo que estoy viviendo gracias a ella, no lo olvidaré nunca.

¿Quién o qué es Nía?

Siento no poder contestar a esta pregunta, porque la única manera de averiguarlo es leer el libro.

©Patricia Reimóndez.

¿Qué puedes contarnos de tu novela a los que no la hemos leído aún?

Nía narra la historia de Mara, una joven campesina que vive en una aldea empobrecida por las constantes guerras y una sequía. La particularidad que tiene la aldea de Mara respecto a otras es que está asentada cerca de un lugar mágico: el Bosque de Robles. Este paraje permanece verde mientras todo a su alrededor perece y sería sencillo adentrarse en él en busca de agua o comida, pero este lugar está prohibido para los humanos. Lo custodia una dríada, un ser poderoso e inmortal, que nos odia y cuya leyenda dice que cualquiera que ose entrar en sus dominios jamás regresará. Mara ha perdido a casi toda su familia por la guerra y si no hace nada pronto también lo hará la poca que le queda. Así que coge un saco y un cuchillo y se dirige al bosque para conseguir algo que llevarse a la boca, dispuesta a morir en el intento antes que volver de vacío.

Con Nía quería contar una historia cotidiana que reflejara, dentro de un mundo muy duro que convive con la magia, la vida de cualquiera, por eso elegí a una persona como Mara cuyo único deseo es disfrutar de su familia, trabajar en su granja o envejecer. Alguien como yo, como mis hermanos, como mis amigas o mis vecinos. Una persona que pocas veces es protagonista, que es el personaje que no se nombra, el que sufre las consecuencias del gran villano o del dragón cuando destruye su aldea. Y, como toda persona corriente, hace lo que sea por la gente que quiere. Y quizás también quería conseguir algo que es mucho más fácil en la ficción que en la realidad: mostrar una forma de transformar el mundo.

Después de leer la sinopsis de Nía me pregunto y te pregunto a ti: ¿crees que el mundo puede tener esperanza?

Ojalá, la verdad, ojalá la haya. El mundo está lleno de personas maravillosas que se lo merecerían, no solo lleno, abarrotado, el problema es que este mundo no está en sus manos, al menos por ahora, quién sabe mañana.  

¿Qué esperas que los lectores encuentren en Nía?

Un cuento mágico como los que nos maravillaban de niños, algo tan sencillo como eso (o tan complicado). Un cuento sobre personas como tú o como yo que solo desean una vida más que digna y que, quizás, esa magia se encuentra en lo más cotidiano. Y que aunque no compartan el mensaje final de esta historia, al menos les haga reflexionar.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?

Pues tengo un reto personal que llevo años queriendo completar: presentarme una vez en la vida al Certamen Literario de Ciencia Ficción Alberto Magno. Así que ahora mismo estoy escribiendo un relato con el que me gustaría participar, si puede ser este año bien, si no, espero llegar para el que viene. Y también me gustaría encontrarle casa a una novela, un retelling de cuentos clásicos en clave de humor. Humor un poco loco.

¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?

Solo darle las gracias a todas las personas que han elegido Nía como lectura, a las que han dedicado parte de su tiempo para hacerle una reseña o dejar un comentario, a mis compañeros cylconitas por ser tan maravillosos y a mis amigos y mi familia por su amor y su apoyo incondicional. También quería agradecerte a ti que hayas pensado en mí para tu espacio literario. Ha sido un honor y un placer.

El placer ha sido mutuo. Muchas gracias, Patricia, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Espero que el Alberto Magno no se te resista y tu nueva obra encuentre pronto casa editorial. Mientras tanto, a ver si Nía consigue también muchos lectores.

Y a vosotros, amigos lectores, como siempre, muchas gracias por estar al otro lado de la pantalla.

Cristina Monteoliva