sábado, 14 de agosto de 2021

Reseña: UN PUENTE A PEULLA, de Eloy Galán.

 


La rutina puede ser un refugio para algunos; un lugar en el que esperar la muerte lentamente, para otros. Lo que está claro es que a veces esta se rompe de forma inesperada, tal vez para traernos algo mejor. Un viaje, por ejemplo. Uno que nos haga conocer a los demás y a nosotros mismos, como vemos en libros como Un puente a Peulla, la novela de Eloy Gayán de la que hablaremos a continuación.

El narrador y protagonista de esta singular historia de amor es un arquitecto que vive una vida rutinaria y aburrida en España por propia voluntad. Un buen día, recibe un mensaje de Beltrán, un chileno con el que compartió unas obras en Buenos Aires. El antiguo compañero le pide a nuestro hombre que acuda en su ayuda. Es preciso construir un puente sobre un lago chileno. Hasta allí nos desplazaremos con nuestro narrador para descubrir que se trata de un puente más metafórico que físico, una estructura que acerque a Beltrán a su amada Aylin. Pero, ¿por qué no es el propio Beltrán capaz de construirlo? ¿Qué impide que los amantes se encuentren? ¿Será posible que estos sean finalmente felices para siempre?

Existe en Chile un precioso lago llamado Todos los Santos que separada dos localidades: Petrohué y Peulla. En Petrohué nos encontramos con Beltrán, un hombre triste por la extraña desaparición de su amada, Aylin. A Peulla tendrá que ir nuestro protagonista y narrador (de nombre desconocido) en busca de Aylin. Allí descubrirá que la chica no se haya fugada, sino cautiva por su padre, el malvado Pedro Barrientos.

Nuestro hombre ha de servir de puente entre los amantes, convirtiéndose en más de una ocasión en el tercero en discordia en esta apasionante historia de amores desencontrados. También ha de conseguir que Pedro Barrientos, un hombre en esencia malvado marcado por su pasado dé su brazo a torcer para que los amantes puedan ser felices.

La novela nos hace viajar a una zona idílica de Chile, muy propicia, desde luego, para las historias amorosas. El magnífico paisaje será el escenario perfecto para esta relación a tres de futuro incierto.

Aquí no solo nos encontraremos con una exuberante vegetación que crece de forma descontrolada, sino también con una serpenteante y poética prosa que juega con los amantes.  

La historia nos hará conocer no solo a Beltrán, Aylin y nuestro narrador, sino también al torturado pueblo mapuche y a la misteriosa figura de Crisóstomo Saravia, un jesuita de vida apasionante que también, en cierta medida, marca el presente de Pedro Barrientos.

Un puente a Peulla, en definitiva, es una evocadora novela de amores, desamores, pueblos torturados y personas que han de salir de su rutina para ayudar a los demás. Una novela sin duda original y diferente a otras que pueden tratar temas similares que te está esperando para descubrirte su mundo. Y tú, ¿a qué estás esperando para viajar a Peulla?

Cristina Monteoliva