Heredar una casa en los
tiempos que corren, especialmente si estás falto de vivienda, puede ser
estupendo. Tener que reformarla de cabo a rabo, tal vez ya no tanto. Pero, ¿y
si de pronto encontraras un cadáver emparedado de casualidad? ¿Podría enfadarse
el asesino, si aún está vivo? Las respuestas a estas preguntas y a otras tantas
las encontrarás en Los ángeles sepultados,
la novela de Patricia Gibney de la que hablaremos en este artículo.
Faye Baker y su novio Jeff viven desde no hace mucho en la
casa que este último heredara. Una casa que, sin duda, guarda un importante
secreto. Este secreto ha de estar relacionado con el cráneo que Faye descubre
por casualidad en una de las paredes, el mismo que la hace desaparecer en breve
para aparecer muerta en el maletero del coche de Jeff.
Prácticamente al mismo tiempo que Faye encuentra el cráneo, unos
chicos que juegan con un dron encuentran en las vías del tren unos huesos
humanos. Pronto la inspectora Lotti Parker descubre que todos los restos
humanos están relacionados, y que el asesino está cerca. ¿Llegará a tiempo
nuestra dama de detener al criminal?
Me
temo que la desgracia vuelve a cernirse sobre la ficticia ciudad irlandesa de
Ragmullin, esta vez cuando empiezan a aparecer restos humanos de personas que
fueron asesinadas no hace tanto tiempo. El caso, para variar, será asignado a
la inspectora Lottie Parker, en este libro tan atareada con este nuevo caso
como con su relación con su compañero de andanzas Mark Boyd, un hombre enfermo
que ha de lidiar con los caprichos de su hermana una vez que la madre de ambos
ha fallecido.
En
esta ocasión, todo comienza cuando una mujer, Faye Barker, descubre por
casualidad una calavera emparedada. El asesino de la criatura que estaba en la
pared de la casa de su novio, Jeff, presumiblemente anda cerca y con ganas de
eliminar todas las pruebas, como indica la desaparición y posterior asesinato
de Faye. Por otro lado, nos encontramos con los chicos que encuentran con un
dron los restos humanos cerca de la vía del tren. ¿Querrá el asesino hacerles
daño? ¿No será que está más cerca de lo que pensamos?
Recordemos,
para los que no la conozcáis aún, que Lottie Parker no es solo la veterana,
aunque todavía joven, inspectora en Ragmullin, sino también una buena amiga
para todos los que hayan seguido sus andanzas a través de las novelas
anteriores de esta saga: Los niños
desaparecidos, Las chicas robadas, El secreto perdido, No hay salida, No digas nada, La última traición y Las
almas rotas. En La Orilla de las
Letras solo nos hemos hecho eco anteriormente de su sexto libro, La última traición, quedándonos claro
tanto que se pueden leer todos ellos de manera independiente como que en la
trama tan importante es el caso del momento (en esta ocasión, la aparición de
restos humanos que despiertan al hipotético asesino) como los dramáticos y
angustiantes sucesos que tienen que ver con la inspectora Lottie Parker y su
familia, formada por su hija mayor Katie, madre soltera de un bebé, una chica
que quisiera ir a la universidad pero no ve cómo; su hija Chloe, la adolescente
que en este libro veremos relacionándose con un chico que podría estar cerca
del asesino; su hijo Sean, el más tranquilo de todos, y su madre, Rose, una
mujer que ha guardado muchos secretos durante demasiado tiempo. Especialmente
importantes también será el sargento Mark Boyd, la pareja de Lottie y la
persona que más le preocupa, tanto por su enfermedad como por la relación que
este ha de mantener con su hermana tras la muerte de la madre de ambos.
Los ángeles sepultados,
en definitiva, es la octava novela negra protagonizada por Lottie Parker, una
gran mujer muy preocupada por su familia y amigos (no es de extrañar, cuando
son tantos los peligros siempre los acechan), pero también, y sobre todo, una
muy eficiente policía que hará todo lo posible por resolver un caso que, como
todos los suyos, nos mantendrá en vilo hasta el final. Y tú, ¿a qué esperas
para conocer los métodos de Lottie Parker y su equipo, los sospechosos en
espeluznante caso y todos los momentos emocionantes que este libro va a
ofrecerte?
Cristina Monteoliva