Nos dijeron que
fuéramos a la universidad, que todo sería más fácil si teníamos títulos
universitarios. Al acabar nuestros estudios, sin embargo, nos encontramos ante
un paisaje hostil. Algunos, acabamos encontrando un camino después de años
dando tumbos; otros, todavía están buscando el suyo. ¿Se encontrarán acaso a sí
mismos alguna vez?, me pregunto, entre otras muchas cosas, tras la lectura de La noche se detiene, la nueva novela de
Ovidio Parades de la que hablaremos a
continuación.
Cansada
de opositar, Julia se conforma con un trabajo cuidando a la anciana Milagros
Martín por las noches. Un sábado de finales de mayo, sin embargo, la anciana le
hace una petición que Julia no sabrá cómo tomar. Su rutina se trastocará no
solo por la extraña petición, sino también por los recuerdos, las visitas, las
canciones que la harán preguntarse por el futuro de la anciana y el de ella
misma. Tras esta larga noche, todo habrá cambiado para Julia. Pero, ¿será para
bien o para todo lo contrario?
Julia
Aguado, nuestra apasionada narradora y desencantada protagonista, es una mujer
de cuarenta y ocho años de edad que hace tiempo que decidió dejar de buscar
trabajo en los campos relacionados con sus estudios y conformarse con uno como
cuidadora de la anciana Milagros Martín. Atrás quedó la juventud, ese primer
amor con el que a punto estuvo de ser madre, las amigas traicioneras y hasta su
ex marido. Atrás quedaron las ganas de experimentar, de hacer locuras, de vivir
la vida intensamente. Hasta el sábado de la noche primaveral en el que Milagros
Martín le pide algo que a Julia le apetece mucho hacer en realidad.
La
noche es larga para el que no ha de dormir, y esta noche de Julia lo será aún
más, ya no solo por los recuerdos (unos dulces; otros, no tanto) que rememora
con un estilo único, o las oportunidades de vivir nuevas aventuras (cuando creía
que ya nunca tendría alguna), sino también por la petición de la anciana a la
que cuida, pero que aborrece profundamente por ser una mujer mimada y
caprichosa que, además, se encuentra en un estado más que decrépito.
La noche se detiene, en
definitiva, es una novela corta pero intensa que invita a reflexionar sobre
temas como lo que pudimos ser y no fuimos, las personas que se conforman con
trabajos para los que no están hechas, el contraste entre la vida universitaria
y la vida laboral, los sueños de juventud, la madurez, la eutanasia, las
segundas oportunidades y mucho más. Para descubrirlos todos, te animo a que te
adentres en sus páginas, que conozcas a Julia en profundidad, y luego pienses
en lo que habrías hecho tú en su lugar. ¿O es que acaso tienes miedo de que la
noche se detenga para ti también?
Cristina Monteoliva