jueves, 13 de febrero de 2020

Reseña: OCHO FANTASMAS, de Sarah Perry, Andrew Michael Hurley, Mark Haddon, Kamila Shamsie, Stuart Evers, Kate Clanchy, Jeanette Winterson y Max Porter.


Título: Ocho fantasmas ingleses
Autores: Sarah Perry, Andrew Michael Hurley, Mark Haddon, Kamila Shamsie, Stuart Evers, Kate Clanchy, Jeanette Winterson y Max Porter
Traducción: Esther Cruz Santaella
Publica: Ediciones Siruela
Páginas: 216
Precio: 17,95 € / 9,99 (ePub)

¿Crees en los fantasmas? ¿En entes que se quedan atrapados en este mundo? ¿Son, en caso de existir, capaces de interactuar con los vivos? ¿Funcionan sus mentes sin cuerpo físico de tal manera que les haga capaces de tramar planes? Planes tan terroríficos como los que normalmente nos tienen preparados los que pueblan los relatos góticos. Pero, ¿solo los fantasmas de los relatos de siglos pasados pueden resultarnos espeluznantes? Por supuesto que no. También los que pueblan cuentos actuales pueden inquietarnos sobremanera, pienso tras la lectura de Ocho fantasmas ingleses, la antología de la que hoy hablaremos.
Ocho fantasmas ingleses es un volumen en el que ocho escritores contemporáneos, Sarah Perry, Andrew Michael Hurley, Mark Haddon, Kamila Shamsie, Stuart Evers, Kate Clanchy, Jeanette Winterson y Max Porter, reinterpretan el género gótico para traerlo a nuestros días en forma de ocho interesantes y perturbadores relatos de fantasmas, en el sentido más amplio posible, con un punto de partida claro: el escenario principal de la historia es siempre un lugar emblemático del English Heritage (institución pública que protege y promueve el patrimonio histórico inglés), ya sea un castillo, un búnker de la Guerra Fría o una lujosa mansión, al que el ente fantasmagórico se encuentra ligado.
El libro comienza con Entre estas cuatro paredes. De cómo los castillos, abadías y casas de Inglaterra inspiraron las historias de fantasmas, una interesante introducción de Andrew Martin que no solo nos habla de la larga tradición que Inglaterra tiene en tema de fantasmas y apariciones de todo tipo, sino en cómo surgieron los cuentos de fantasmas, los distintos tipos de entes que nos han presentado a lo largo de la historia y su evolución a lo largo del tiempo. Una de los datos más interesantes que Martin señala en este pequeño ensayo es que un buen cuento de fantasmas ha de contarse como si de una experiencia real se tratara, en forma de testimonio fiable de su protagonista o testigo del suceso, por lo que en este tipo de cuentos es usual encontrar narradores en primera persona.
La antología en sí comienza con Huyen de mí quienes antes me buscaban, una historia en la que una conocida le cuenta a nuestra narradora la curiosa historia que tendría lugar, tiempo atrás, en la Mansión Audley End cuando otra conocida común entrara allí para realizar un trabajo de restauración. Otro relato que nos habla también de un suceso vivido por un trabajador, en este caso del castillo de Kenilworth y ocupando el puesto de vigilante, es Premonición. En ambos textos los trabajadores comienzan a encontrarse con fenómenos inexplicables al poco tiempo de ser contratados.
A menudo, los castillos pueden ser alquilados con los más diversos fines, sin que aquellos que los van a ocupar lleguen a sospechar que en estos lugares puedan habitar fantasmas torturados que buscan la manera de llevar a los vivos a su terreno. Este sería el caso de los relatos Nunca más salió, donde conoceremos a una actriz que acaba metiéndose demasiado en el papel en el castillo de Dover; y Fuerte como la muerte, en el que veremos cómo acaba la boda que dos jóvenes mujeres organizan en el castillo de Pendennis. En ambos cuentos, he de añadir, nos encontramos con interesantes personajes históricos convertidos en fantasmas.
Si bien en muchas ocasiones nos encontramos con que los personajes que experimentan vivencias paranormales se topan con los clásicos fantasmas embaucadores, en otras aquello que haga que la salud mental de  nuestros actores peligro serán extrañas sensaciones y experiencias inexplicables, como en los cuentos ya mencionados Huyen de mí quienes antes me buscaban y Premonición, pero también en otros como El último caso del señor Lanyard, el único cuento que nos hace viajar al pasado, concretamente, al siglo XVIII, para conocer los juicios que tuvieron lugar en el Castillo de Carlisle tras la derrota total de los jacobinos; El búnker, una historia de extraños viajes temporales cuyo escenario es el búnker de la Guerra Fría de York; El muro, un relato en el que una madre desesperada lleva de excursión a su rebelde hija adolescente al Muro de Adriano; y La señora Charbury de Eltham, una historia que nos hará viajar al palacio de Eltham, un lugar en el que tras una fiesta desaparecería, en 1937, la hermana de la mujer que, ya en 2012, volvería para descubrir, de forma fortuita, toda la verdad sobre el asunto.
Por si los apasionados lectores de este mágico libro se quedan con ganas de más, la edición incluye como capítulo final un Diccionario geográfico de los sitios encantados del English Heritage, donde encontramos los castillos, casas, jardines, etc, más inquietantes de Inglaterra ordenados según el lugar geográfico en el que se encuadran.
Ocho fantasmas ingleses, en definitiva, es un gran volumen que nos ofrece ocho interesantes, frescas y a la vez espeluznantes historias de fantasmas ligados a lugares sin duda increíbles. Una obra que está esperando para fascinarte con sus letras, ¿o es que acaso temes quedar atrapado entre sus páginas?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.