Título: El vendido
Autor: Paul Beatty
Traducción: Iñigo García Ureta
Publica: Malpaso
Páginas: 368
Precio: 22 € /8,99 € (ebook)
¿Cómo reaccionarías si alguien que
conocieras decidiera esclavizar a su vecino? Pero, ¿y si te contaran que el
propio vecino le habría pedido al primero que lo tratara como su esclavo, por
el bien de la comunidad y el suyo propio? ¿No te parecería una verdadera
locura? Si quieres conocer la historia que hay detrás de este punto de partida
tan disparatado, no tienes más que leer El
vendido, la genialísima novela de Paul Beatty ganadora del Premio Booker
2016. Si necesitas más argumentos, no tienes más que seguir leyendo este
artículo.
El narrador y
protagonista de esta historia, un hombre que jamás antes había cometido un delito
(al menos, ninguno grave, según su opinión), nunca imaginaría que en un momento
de su vida acabaría ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América.
Pero, de hecho, así es. Se le culpa de algo tan grave como la restitución de la
segregación racial en el colegio de Dickens, un pueblucho de California que
habría sido borrado de todos los mapas con tal de no perjudicar los intereses
inmobiliarios de los más pudientes de la zona, y la esclavización de Hominy
Jenkins, el actor que diera vida a uno de los niños de la mítica serie de
televisión en blanco y negro La pandilla.
Lo que no saben los jueces es que hay una explicación para todo eso. Una
bastante buena que hará que no solo los jueces queden convencidos de la
legitimidad de sus actos, sino también a todos los lectores que lleguen hasta
el final de esta novela (al menos, hasta cierto punto).
Todo comienza con un
chico criado de una forma totalmente atípica por su padre, un afroamericano
profesor en la universidad y convencido científico social, en Dickens, un
pueblo de California en el que es raro encontrar una persona de rasgos
caucásicos. Es más: Dickens reúne todas las virtudes y defectos de un gueto
marginal, cosa que no afecta en absoluto a sus habitantes, pero sí a los
habitantes de las localidades vecinas, que deciden, de la noche a la mañana,
borrar del mapa el pueblo, dejando a los que lo ocupan en un limbo territorial
y anímico.
Nuestro protagonista y
narrador quiere volver a poner a Dickens en el mapa. Por otro lado, su vecino y
amigo, Hominy Jenkins, quiere solucionar su problema con la depresión
convirtiéndose en su esclavo y, más tarde, ocurre lo de la segregación en el
colegio. Desde luego, contado así, no tiene ni pies ni cabeza. ¡Tampoco lo
tiene para nuestro pobre protagonista!, un hombre que solo quiere cultivar los
exóticos frutos de su granja, vender sus increíbles hierbas, cuidar a sus
animales y conquistar el corazón del amor de su vida. Pero, ¿y si de pronto se
diera cuenta de que todo, de alguna manera, sí que tiene sentido, y que es la mejor
vía para conseguir que Dickens vuelva a existir?
El
vendido es una sátira que pone sobre la mesa los problemas
de convivencia que existen en los Estados Unidos de América, un país donde el
pasado está siempre muy presente, los ricos son cada vez más ricos mientras los
pobres saben que jamás dejarán de hacer malabares para llegar a fin de mes, la
igualdad es algo que en la práctica no acaba de materializarse, el narcisismo
es una enfermedad que padecen tantos unos como otros, la corrección política es
pura hipocresía y la incorrección denota que hay algo que no está funcionando
bien. Puesto que las medidas tomadas hasta la fecha, como la discriminación
positiva, no funcionan en la práctica para solventar el problema de las
minorías oprimidas, Paul Beatty nos propone una solución al problema tan
disparatada, que, sin duda, tiene cierto sentido: la implantación de un modelo
de psicología inversa que incluye la segregación racial y la esclavitud. El
cómo lo hace y si realmente funciona, amigos, tendréis que leerlo. Pero con
mucha atención, porque incluso cuando Beatty parece contarnos un chascarrillo,
en realidad nos está invitando a reflexionar y a plantearnos todo lo que
sabíamos antes de leer este libro. Imposible saltarse ni una sola palabra.
Como toda buena sátira,
y esta es probablemente una de las mejores que leas últimamente, El vendido nos ofrece un buen número de
situaciones desternillantes, personajes con carácter y poco sentido del
ridículo, giros inesperados y un protagonista que se ve empujado a tomar las
riendas de la situación cuando él solo quería volver a poner el nombre de su
pueblo en el mapa. Resulta increíble que en menos de cuatrocientas páginas
quepan tantas aventuras, anécdotas y disparates. Y eso que, tal y como confiesa
veladamente el autor en cierto momento, en realidad él lo que pensaba era
publicar un ensayo. Pero, ¿qué mejor que una entretenida novela, tan genial e
inolvidable, para inculcar en el público general tan importantes mensajes de
fondo?
¿Qué puedo decir más
sobre El vendido que no haya hecho
ya, sin estropear la grata sorpresa que supone su lectura? Poco. Solo que si os
gustan las buenas sátiras, tenéis ganas de reír como locos a la par que pensáis
en las cosas que pasan tanto en el otro lado del charco como en vuestra propia
ciudad y queréis conocer la verdadera historia de La pandilla, tenéis que haceros ya con un ejemplar de esta
maravilla de libro. ¡Ahora mismo!
Cristina Monteoliva