Título: El cielo
en un infierno cabe
Autora: Cristina
López Barrio
Editorial:
Plaza & Janés
Págs: 624
Precio: 19,90 € / 11,99 € (epub)
La Santa Inquisición hizo un daño atroz
a muchísima gente mientras su poder estuvo vigente. Al fin y al cabo, ¿cuántas
personas morirían acusadas por sus integrantes o por sus propios vecinos de
brujería? ¿Cuántos inocentes se pudrirían en sus cárceles injustamente? Hoy en
día sabemos que no había brujas, que todas aquellas acusaciones se debían a
supersticiones, envidias o codicia. Pero, ¿y si las hubiera habido? Tal vez
hubieran sido un poco como Bárbara, la protagonista de El cielo en un infierno cabe, la novela de Cristina López Barrio
que a continuación os comento.
Toledo, año 1625. La Santísima
Inquisición mantiene presa a Bárbara, una misteriosa mujer acusada de brujería.
No se sabe si en su defensa o tal vez para añadir más cargos en el caso,
aparece otra mujer, Berenjena. Berenjena dice conocer bien a la acusada desde
su nacimiento, pues ella misma la recibió en el hospicio madrileño en el que
ambas vivirían tantos años. Según la testigo, la niña no sólo sobrevivió a la
peste, sino que también con sus manos sanadoras curaría a otro bebé huérfano,
de nombre Diego, y al que estaría por siempre unida. La cuestión es: ¿se trata
este de un caso de brujería o de un milagro?
Perdonad si la sinopsis que os acabo de
plantear no está muy lograda. El caso es que se me hace difícil elaborar un
párrafo en el que no desvele las claves de la novela, o que no se parezca en
exceso a la sinopsis que encontraréis en este volumen.
Puedo deciros, eso sí, que esta novela
narra la vida de Bárbara, esa mujer extraordinaria con ciertos poderes
curativos, desde distintos puntos de vista. Así, en la primera parte de la
novela, predomina la voz narrativa de Berenjena, la mujer de extrañas intenciones que tan bien
conoce la infancia de aquella niña que misteriosamente llegó a un hospicio en
medio de una plaga de peste; en la segunda, nos encontramos con la voz
narrativa de la propia Bárbara, que nos habla de sus aventuras y desventuras en
el mundo de la magia después de dejar el hospicio; y, por último, la del narrador omnisciente, ya al final de la
obra (debería ser una tercera parte, aunque no sea así en el libro) que nos
muestra el cómo concluye la estancia en la prisión de Bárbara.
También os puedo contar que sobre la
joven Bárbara se cierne un gran misterio, el de sus mismos orígenes. Este
misterio hace que la mayoría de los que intenten desvelarlo acaben muertos.
Incluso los que menos esperamos en esta novela. La verdad en la obra nos dará a
entender que todo eso que la Inquisición proclamaba sobre los judíos y sus
prácticas mágicas es totalmente verdad, al menos, insisto en el universo de
esta historia, y que el amor todo lo puede.
Encontraréis muchos personajes a lo
largo de las numerosas páginas de esta novela. Para mí, sin embargo, todo gira
entorno a Bárbara, la niña con poderes curativos; Diego, el niño huérfano tan
unido a la protagonista de esta novela; Berenjena, la moza que tanto tiene que
contar; y aquel miembro del tribunal de la Inquisición tan extraño como
importante a la hora del desenlace final.
El
cielo en un infierno cabe no es una novela histórica, aunque
transcurra en las ciudades de Toledo y Madrid del siglo XVII y muchos de los
acontecimientos que narre pudieran haber tenido lugar. Se trata ésta más bien
de una novela fantástica con tintes románticos o viceversa, pues buena parte de
la trama gira en torno a la magia y al triángulo amoroso entre Bárbara, Diego y
un tercero en discordia. Una novela ideal para los amantes de las historias
apasionadas, las grandes aventuras y la magia. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva