La
quinta campaña de exhumaciones en Víznar encuentra en el barranco dos nuevas
fosas comunes, leo en el diario Ideal del día 12
de febrero de 2025. Por un momento pienso esperanzada que tal vez esta vez
aparezcan los restos de Lorca. Enseguida me digo que no es posible, que nunca
sabremos qué fue de verdad de él una vez fallecido. Tampoco podremos conocer a
ciencia cierta cómo fueron sus últimas horas, como las vivió, qué temores le
asaltaron. Pero, ¿y si me equivoco? ¿Y si buena parte de lo que de aquel
fatídico día sucedió estuviera documentado? En una novela como Las cinco en todos los relojes, de María
del Mar Peña, la misma que revisaremos en esta reseña.
José
María Nestares es un capitán al mando de la Primera Bandera de Falange en la
pequeña localidad de Víznar, cercana a la ciudad de Granada, en agosto de 1936.
La noche del día 18 se encuentra ante uno de los mayores desafíos de su vida: el
de interrogar durante horas al poeta y dramaturgo Federico García Lorca con el
fin de dilucidar qué le ha llevado hasta su fatal destino. Mientras tanto, en
la casa del capitán espera su esposa, Carmen García Trevijano, combatiendo sus
propios fantasmas del pasado y del presente.
Esta
es una historia que sigue, fundamentalmente, los pasos de dos personajes históricos
relacionados con la figura de Federico García Lorca de los que no se suele
hablar a menudo: el capitán falangista José María Nestares y su mujer, perteneciente
a la alta burguesía de Órgiva, Carmen García Trevijano.
A
José María Nestares lo conoceremos a través de un narrador omnisciente. Este nos
muestra al capitán en el presente de la narración, aquella fatídica noche de
agosto del 36 en la que se las vio con un Federico García Lorca que durante
buena parte del tiempo, inocentemente, no creyó que su final sería el más
cruel. Nestares es un hombre recto, de principios, que en una noche tan larga
tiene tiempo de recordar tanto su relación con prohombres de la ciudad de
Granada como sus tiempos en las distintas contiendas, entre otras cosas. La
cuestión es: ¿puede hacer él algo por Lorca? ¿De qué sirve lo que averigua?
¿Por qué no decidió salvarlo cuando se dio cuenta de la verdad?
Por
otro lado, nos encontramos, de forma alterna, los capítulos protagonizados por
una Carmen García Trevijano que no solo es protagonista, sino también
narradora. Su discurso no va dirigido al público en general, sino a su marido,
un hombre al que echa de menos en unas horas, en su casa de Granada, que se le
hacen más que largas. Después de recibir la visita de Emilia Llanos, gran amiga
de Federico García Lorca, Carmen recuerda los pasajes de su vida que vivió
junto al poeta además de con otros personajes granadinos. ¿Pudo interceder por
el poeta? ¿Lo hizo? ¿Por qué razones? Es necesario leer toda esta novela para
entenderlo. O no.
Esta novela destaca por la pasión de unos personajes con los
que no es fácil empatizar pero, sobre todo, por la gran cantidad de datos históricos,
figuras relevantes y anécdotas de todo tipo que concentran sus apenas 340 páginas.
No es de extrañar que la autora, María del Mar Pena, fuera merecedora del
Premio Hislibris a Mejor Autora Novel 2023. Probablemente, una obra de tanta
calidad literaria, de trama tan interesante, habría destacado aún más si
hubiera sido publicada en una editorial de renombre, en el caso de que Peña se
hubiera animado a ello. Pero la cuestión es que esta novela no está libre de
controversias, por lo que nuestra escritora decidió hacerse totalmente responsable
de sus palabras y autopublicarla en Amazon.
Las cinco en todos los relojes,
en definitiva, es una muy interesante novela histórica, compleja, completa y
muy bien documentada, que nos habla de las últimas horas de Federico García
Lorca desde la perspectiva de dos personajes relacionados con él que tal vez
podrían haber evitado su triste final. Una obra ideal tanto para los amantes de
la novela histórica como para los lorquianos o los que simplemente esperen
conocer un poco más sobre cómo era la sociedad granadina antes y durante la
Guerra Civil Española. Un ejemplo más de que también entre los libros
autopublicados podemos encontrar grandes joyas.
Cristina Monteoliva