¿Has intentando
rememorar alguna vez las vacaciones de la infancia con tus hermanos o primos?
¿Crees que tres adultos unidos por la sangre pero con intereses distintos
podrían aguantar un tiempo solos durante un largo periodo de asueto? La
respuesta a estas, y a tantas preguntas que te harás durante la lectura, las
encontrarás en El final del bosque,
la novela de María Fasce ganadora del Premio de Novela Café Gijón 2024. Si
quieres saber algo más sobre esta obra, no tienes más que seguir leyendo este
artículo.
Lola
es una escritora y editora argentina que trabaja en una importante editorial
española. De vuelta a su país, decide aceptar la propuesta de sus hermanos, Juana
y Andrés de pasar un tiempo los tres en una casa en un bosque. Pronto Lola
traba amistad con el vecino, Ernesto. Un terrible accidente, sin embargo,
acabará con la relación. ¿Qué consecuencias tendrá para los tres este terrible
suceso?
Lola,
la narradora y protagonista de esta historia es una mujer con una buena
profesión y un hijo independiente que ya en su madurez no acaba de encontrarse.
¿Lo hará durante su estancia en el bosque con sus hermanos? Es algo que iremos
descubriendo a lo largo de esta tenebrosa lectura. Una narración que se vuelve
cada vez más frondosa en recuerdos y vivencias, hasta llevarnos a lo más oscuro
de la particular foresta de Lola.
A
Lola la acompañan en su particular viaje su hermana mayor, Juana, una verdadera
matriarca; Andrés, el hermano impulsivo; y Ernesto, un vecino con el que
conecta más allá de la amistad pero que está destinado a acabar de forma fatal.
La
familia, el amor, el autodescubrimiento y la salud mental son algunos de los
temas que toca esta novela que nos lleva un paso hacia adelante y dos hacia
atrás en la historia de su protagonista. Al final, descubriremos que
adentrarnos en el bosque puede ser más peligroso de lo que pensábamos. Y, sin
embargo, si eres un lector de mente inquieta, alguien que busca historias
complejas de múltiples interpretaciones, estoy segura de que disfrutarás de El final del bosque. ¿Te atreves a
comprobarlo?
Cristina Monteoliva