Título: El jardín
de los espejos
Autora: Pilar
Ruiz
Publica: Roca
Editorial
Páginas: 480
Precio: 20,90 € / 7,99 € (eBook)
Nos cuesta creer en la
magia más allá de los límites de la ficción y, sin embargo, de vez en cuando la
vida hace que nos topemos con casualidades y relaciones que nos parecen
precisamente facilitadas por la mano de un ser que se escapa de toda lógica.
Este podría ser la premisa de partida de El
jardín de los espejos, la novela de Pilar Ruiz que nos hace conocer la
Cantabria más mágica y de la que hablaremos en esta reseña.
Inés
viaja en 2019 a Cantabria contratada por una antigua conocida, Andrea, de la
productora Gaula, para realizar un estudio previo antes de grabar el reportaje
cinematográfico definitivo sobre Román Samperio, un artista audiovisual del que
se perdió la pista en Puente Viesgo hace años. Allí se encontrará con Martín,
el cámara encargado de ayudarla en la tarea; una casa misteriosa llamada El
Jardín del Alemán (precisamente donde ella se alojará durante toda su
estancia); un monte con una importante cueva que deja constancia de la vida
humana en el pasado de la comarca, y un inquietante cuadro de una no menos
enigmática pintora que escapó de la España franquista para vivir en México
hasta su muerte.
Amalia,
la pintora, viajaría para esconderse en aquella misma casa en 1949, cuando tuvo
que huir de Madrid y su marido, un hombre trastornado por la guerra y por sus
propias obsesiones. Allí descubriría paisajes increíbles y la inspiración al
ver a una mujer pelirroja que no parece encajar con su época. Tal vez
simplemente porque no lo es.
Finalmente,
viajaremos a 1919 para conocer a Elisa, una talentosa fotógrafa que trabaja en
el balneario cercano a la espera de volverse a encontrar con Jim, su gran amor.
Aunque todo parece indicar que el alemán murió en la Primera Guerra Mundial,
Elisa no se da por vencida. Hasta que no le queda más remedio que aceptar una
realidad que no esperaba descubrir.
Esta
es la historia en primera persona de Inés, la realizadora de documentales
cinematográficos que apenas sabe nada de una madre que murió demasiado joven;
Amalia, la pintora que huye de un marido obsesivo y cruel; y Elisa, la
fotógrafa que cree que acabará encontrando a su gran amor, aunque todos le
digan que está muerto: tres complejas e interesantes mujeres artistas que
trabajan con la imagen en sus distintas vertientes y que, en distintas épocas,
vivieron en la casa que en 2019 se llama El Jardín del Alemán. Las tres mujeres,
tan apasionadas como apasionantes, se refugian en los mágicos valles y montes
de Cantabria, una tierra donde el eco de las leyendas todavía resuena con
fuerza. Las tres intentan averiguar verdades sobre su pasado, sobre las personas
que han querido y que las han marcado para siempre. Y las tres puede que acaben
encontrando datos que no les serán tan gratos.
La
magia rodea la casa en la que las tres habitan en distintas épocas, de ahí que
la conexión entre las tres sea prácticamente inevitable. Las tres acabarán
viéndose a través de un cristal invisible, un espejo sobrenatural, provocando con
ello más preguntas a las que encontrar respuesta, ¡cómo si no hubiera ya pocas
en las vidas de cada una de ellas! Y, sin embargo, ¿no será esta conexión
necesaria para que cada una de ella acabe encontrando su camino?
Son
numerosísimos los personajes secundarios que conoceremos a lo largo de las
páginas de este libro: criadas bondadosas, madres ausentes, abuelas horribles,
curanderas pasiegas, bandoleros entrañables, enamorados bondadosos y hombres
obsesionados hasta el límite con nuestras heroínas. De todos ellos, me gustaría
destacar a Martín, el cámara del que se enamorará Inés; Fidel, el médico que
tal vez sea el nuevo amor de Amalia; y Jules, el amigo mago enamorado de Elisa.
El jardín de los espejos,
en definitiva, es una original novela de corte sentimental llena de misterios
por resolver con la que conocer a tres mujeres valerosas conectadas por el amor
a una misma tierra: esa mágica comarca enclavada en la no menos increíble
Cantabria. Y tú, ¿a qué esperas para conocer El Jardín del Alemán?
Cristina Monteoliva
© Cristina
Monteoliva.