lunes, 19 de marzo de 2018

Reseña: MUERTES PEQUEÑAS, de Emma Flint.


Título: Muertes pequeñas
Autora: Emma Flint
Traducción: Beatriz Galán Echebarría
Publica: Malpaso
Páginas: 360
Precio: 24 € / 9,99 € (Epub)

¿Piensas que lo de influir en la opinión de la gente por parte de los medios de comunicación era algo que no se daba hace, digamos, unos cincuenta años porque no existía internet y la información no era tan exhaustiva como ahora? Pero entonces había periódicos y radio. Y los juicios de valor, los rumores y las acusaciones infundadas han existido siempre. Y, por ende, los juicios mediáticos o públicos. Algunos, muy sonados, como podréis descubrir si leéis Muertes pequeñas, la novela de Emma Flint de la que hoy os voy a hablar.
Nueva York, julio de 1965. Tras una calurosa noche, Ruth, una madre soltera del barrio de Queens, acude a la habitación de sus hijos para descubrir que los pequeños, Frankie y Cindy, han desaparecido. Cindy aparece pronto muerta en la calle. Frankie, igualmente asesinado, tardará unos cuantos días más en ser descubierto. Nadie sabe qué ha pasado exactamente, cómo esos niños tan pequeños salieron de su piso sin dejar ningún signo por parte de ellos mimos o de unos supuestos captores. Enseguida, sin embargo, la policía se fija en Ruth, una madre joven demasiado atractiva y llamativa que echó a su marido de casa, trabaja de camarera y coquetea con demasiados hombres. Cuando Ruth comienza a actuar fuera de lo que la gente espera tras la muerte de sus hijos, las sospechas se acentúan. Todo parece demasiado obvio, incluso para Pete Wonicke, un joven periodista del Herald. Entonces el muchacho empieza a ver más allá de lo evidente y se hace preguntas. ¿Fue verdaderamente Ruth la que acabó con sus pequeños? ¿Quién más querría hacerles daño? ¿Convencerá esta joven madre de su inocencia al gran jurado?
Ruth es una mujer joven a la que le gusta arreglarse mucho, tener a los hombres a sus pies y no pensar en lo que la gente dice de ella. Desde que decidió divorciarse, se las ha ido apañando. Solo hay algo que la oprime de verdad: el deseo de Frank, su marido, de quitarle a los niños. Pero, ¿es que acaso ella no es una buena madre? ¿Puede la gente pensar que lo fue después de lo que le pasa a sus hijos? ¿Y, más tarde, cuando la vean llegar tan bien vestida y sin soltar una sola lágrima a los funerales de sus pequeños?
El caso de los niños desaparecidos llega pronto a las manos del segundo actor principal de esta novela: Pete Wonicke. Pete es un joven y ambicioso periodista llegado a Nueva York desde la América rural. Las buenas noticias siempre se le resisten. Hasta que conoce a Ruth y el caso de sus niños desaparecidos. En su afán por encontrar una buena noticia, el joven se obsesiona con el caso y, más tarde, con Ruth. ¿Qué verá en ella? ¿Acaso lo mismo que todos o será algo más? ¿Y por qué piensa que ella no fue la que lo hizo?
Hoy en día tenemos mejores métodos para encontrar pruebas de todo tipo cuando se da un caso de desaparición o asesinato. Como descubriréis con la lectura de Muertes pequeñas, en la época en la que transcurren los hechos todo puede llegar a ser muy circunstancial y un caso la policía resolvería en 2018 en cuestión de una semana, quedar abierto para siempre o con un culpable al que solo los vecinos indican como tal. La cuestión es: ¿acaso una mujer sola, tan libre como Ruth, podría librarse de esa acusación? Creo que tal vez ni siquiera en nuestros días lo haría.
Emma Flint se ha basado en un hecho real para construir una absorbente historia que nos habla de las apariencias, de lo que la gente espera de los demás (que sean y hagan) y de lo fácil que es culpar de algo al que es diferente. Una obra que se centra en el análisis exhaustivo de los personajes, de su manera de actuar, pensar y sentir. Una novela que intenta ver más allá buscando la verdad, aunque solo sea en el campo de la ficción, a un acto tan terrible con el de matar a dos criaturas inocentes. La cuestión es: ¿estás preparado para adentrarte en la ciudad de Nueva York de 1965 y averiguar qué pasó con los niños de Ruth gracias a esta intenta novela negra titulada Muertes pequeñas? Créeme cuando te digo que lo que encontrarás aquí no tiene nada de pequeño, amigo lector.
Cristina Monteoliva