Lo admito: yo también a
veces disfruto con una buena historia de amor de tipo dulzón. Si es una
comedia, mucho mejor. Una donde todo sea amabilidad y los problemas se
resuelvan fácilmente. Una en la que la gente sufra, pero poquito. Y que al
final todos coman perdices y sean felices por siempre jamás. La cuestión es que
la vida real no es así. Las historias de amor en nuestro mundo suelen conllevar
felicidad y esperanza, pero también buenas dosis de sufrimiento y grandes
obstáculos que salvar. Para ser conscientes de que no todo a veces es de color
de rosa, de vez en cuando hay que leer otro tipo de novelas de amor: aquellas en las que la ficción nos
recuerda a la realidad más cruel. Novelas como La vida es un canto de pájaro, de Matha Barilari. Si quieres saber
de qué va, no tienes más que seguir leyendo esta reseña.
Johnny
Joe Mason es un músico de rock de mediana edad que no sabe muy bien qué hacer
con su vida. En medio del desasosiego aparece, como un rayo de sol tras la
tormenta, una joven llamada Prisha Palmer. Tras varios encuentros fugaces,
Jonnhy Joe y Prisha descubren que están
enamorados. Su historia, sin embargo, no será un camino de rosas: a los
secretos que ambos guardan se sumarán una serie de circunstancias cuanto menos
duras que pondrán a prueba su relación. La cuestión es: ¿conseguirán estar
juntos hasta el final?
Jonnhy
Joe es un alma atormentada. Por un lado, le pesa su pasado; por otro, no
encuentra consuelo en su presente, aunque se dedique a tocar en un grupo, cosa
que le encanta. Un buen día conoce a Prisha, una chica encantadora y pizpireta
que, sin embargo, esconde grandes secretos. ¿Es Prisha una buena persona en el
fondo? ¿Lo es acaso Johnny? ¿No están acaso dos personas tan rotas como ellas
destinadas a estar juntas a pesar de los grandes obstáculos que encuentren en
su camino?
Leerás
en la contraportada de este libro que esta no es una historia de amor, que es
una historia de dolor de ilusión, de pérdida, de miedo, de esperanza. Pero,
¿acaso las historias de amor en el mundo real no van exactamente de eso?
¿Conocéis a alguna pareja que lleve mucho tiempo junta que no haya pasado por
todo eso (bueno, tal vez no por situaciones tan terriblemente duras como los
personajes de esta historia)? ¿Y no se supone que el mérito está en sobrevivir
juntos a todos los contratiempos, más allá incluso de la misma muerte? Afirmo
entonces, y espero que la autora no se enfade por ello, que sí, que esta es una
historia de amor. No una romántica, eso no. Pero sí de amor verdadero, tan
desgarradora que no te dejará indiferente.
Aunque
no puedo revelar mucho de la trama sin hacer spoiler, no puedo terminar esta
reseña sin hablaros de los otros temas interesantes que encontraréis en el
libro. Sin entrar en detalles, estos podrían ser: los problemas con los que los
americanos se encontraban a principios de los años ochenta, la música rock (el
volumen consta de una extensa banda sonora compuesta por grandes canciones de
los sesenta, setenta y ochenta del siglo XX, por cierto), las enfermedades
mortales, la verdadera amistad, las personas manipuladoras y el daño que pueden
hacer en su entorno y la dependencia tóxica por una familia que tal vez no lo
sea.
Una
última advertencia para las personas extremadamente sensibles con las lecturas:
esta historia consta de escenas extremadamente crudas. Lo dicho: la historia de
amor de Johnny Joe y Prisha no es para nada un camino de rosas.
Coincido
con el título de este libro: La vida es el canto de un pájaro. Porque la vida
es bella como una melodía afinada, pero también frágil, fugaz, incluso cruel. Si
algo puedes aprender en este libro es que no hay que perder nunca la inocencia
de un pajarillo y que hay que disfrutar del momento con las personas queridas.
Nunca se sabe lo que va a pasar. Ahora bien, ¿estás preparado para conocer toda
la verdad de Johnny Joe y Prisha? Eso espero pues esta es una lectura que sin
duda no te dejará indiferente.
Cristina Monteoliva