Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
volvemos a la carga con las
entrevistas, esta vez con la que nos ha concedido la autora Eva Espinet.
Eva Espinet es escritora, periodista,
publicista, antropóloga e historiadora. Escribió su primer libro a los
veintitrés años, Diccionario de citas, dichos y refranes (Ed. Mitre, 1990). Es autora de Apolo, 75 años sin
parar de bailar, de Historia de un Castillo, además de catálogos
diversos sobre publicidad. Espera la publicación en Estados Unidos de The Iberian Table: An
Introduction to The Spanish Mediterranean Diet, de Robin Keuneke, en el que ha colaborado
como directora de arte, fotógrafa y
asesora de contenido. Asimismo, ha sido guionista del documental Convivir en la diferencia (Documentos TV, TVE). Ha recibido el premio Accésit especial en el VI Premio
Relatos Mujeres Viajeras (2014) por Días de Asia y el Primer Premio del I Concurso Literario de
Relato Breve Parkinson, Universidad de León (2011) por Antonio.
Dicho
esto, vamos con la entrevista:
¿Cuándo
decidiste que querías ser escritora?
Vengo de una familia de
periodistas y de niña tuve la suerte de presenciar en casa tertulias del
mundillo periodístico y de la cultura. Dicen que lo observaba todo con ojos
curiosos. Lo cierto es que de mi familia mamé esa pasión por la escritura, la
prensa y la fotografía. Leíamos el diario, veíamos las noticias juntos y discutíamos
sobre la actualidad. Mi padre, con muy buena visión, nos aconsejaba a cada edad
la mejor lectura, desde cuentos, comics a la narrativa adulta. Recuerdo también
que cada verano escribía largas cartas a mis amigas donde siempre incluía
pequeños relatos. Vamos, que llevaba las palabras en la sangre.
¿Qué
lecturas crees que te han influenciado como escritora?
Es complicado contestar a esta pregunta porque ha habido tantos libros que me han entusiasmado que no sabría decir cuál me provocó escribir. Seguro que me influyeron los dos primeros libros que mi padre puso en mis manos: Viento del Este, Viento del Oeste, de Pearl S. Buck o El otro árbol de Guernica, de Luis de Castresana, que me impactaron cada uno a su modo. Más adelante, lo hicieron los personajes mágicos de Gabriel García Márquez, la poesía de Machado o de Federico García Lorca. También la literatura americana de John Irving, un contador de historias que combina de manera magistral la realidad con el realismo mágico y sus personajes siempre en la periferia; la de Paul Auster con Smoke o John Kennedy Toole con su soberbia La conjura de los necios. Como lo hizo también la literatura oriental de Haruki Murakami o Amy Tan; o la narrativa preciosista de Alessandro Baricco o Sandro Marai, pequeños libros con historias mínimas que son pura magia. De españoles, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes o Carmen Laforet, siempre me convencen.
©Eva
Espinet.
¿Qué
estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Hace
poco me sorprendió Panza de burro de Andrea Abreu, de género
inclasificable. Tengo como libro de cabecera El infinito en un junco, de
Irene Vallejo, que me parece una obra maestra. Acabo de terminar un pequeño poemario,
La vida rima, de María Leach que me ha encantado. Y para los que les
guste el thriller histórico La abadía de los herejes, de Eugeni
Verdú, que me está atrapando.
Eva
Espinet es una mujer con múltiples profesiones. ¿Cómo haces para ejercerlas
todas y, además, escribir?
Pues el
paso del tiempo y la curiosidad te conducen a probar muchas cosas, entre ellas,
las diversas profesiones que he ejercido, pero si te fijas todas tienen que ver
con la escritura, que es lo que se me da bien. Asimismo ha influido la
casualidad del momento, las ofertas que te llegan, que implican retos, y yo que
me tiro a la piscina con cualquier proyecto que me provoque…
Publicaste
tu primer libro, Diccionario de citas, dichos y refranes, a los
veintitrés años. ¿Consideras que has cambiado mucho como escritora desde
entonces?
Ese
libro implicó sobre todo investigación y mucha traducción porque lo escribí
durante un año que residí en Londres. Pero, sí, evidentemente, mi escritura ha
ido evolucionando. Escribir es todo un proceso vital y yo ya llevo unas cuantas
décadas desarrollando esta carrera de larga distancia.
¿Cómo
surgió la idea de escribir Un punto azul en el Mediterráneo?
En todas
las familias hay un antepasado que desencadena la posibilidad de una historia…
Una de mis abuelas, sin quererlo, me puso en bandeja esa posibilidad.
En una ocasión, escuché que el acto de
recordar implica preguntarse: “¿Qué habría pasado si...?”. Esta es la cuestión
que me planteé al escuchar cómo mi abuela nos desvelaba un secreto, que a mí me
pareció fascinante: En su juventud había tenido un novio alemán que le había
pedido en matrimonio. Él debía volver a su país para alistarse al ejército de
la Wehrmacht. Mi abuela rechazó la propuesta porque no quería separase de su
familia ni de su tierra.
Mi pregunta entonces fue: «¿Qué habría
pasado si mi abuela no hubiera rechazado esa propuesta?». El libro responde a
esa vieja cuestión, que muchos nos hacemos a lo largo de la vida ante ciertas
situaciones.
¿Qué
puedes contarnos de Un punto azul en el Mediterráneo?
La historia se inicia en Palamós,
Girona, en 1995, cuando Marina se reencuentra sesenta años después con un amor
de adolescencia, Hans, un nazi que luchó en la Segunda Guerra Mundial. Una
devastadora revelación pondrá a prueba el valor de los protagonistas en el
momento más decisivo de sus vidas.
Esta
sería la idea que encierra la novela. En ella narro la relación entre Marina, y
su nieta, Alma. Ambas transitarán por un periplo trágico para exorcizar los
fantasmas del pasado y cerrar viejas heridas. Un viaje transformador en busca
de una verdad ineludible: Nadie puede esconderse de sí mismo para siempre.
¿Qué
crees que hace diferente a Un punto azul en el Mediterráneo de otras
novelas de temática similar?
No te sabría decir… Yo lo defino como un libro de muchas capas donde hablar del pasado, de la familia, del amor, de la amistad y de lo que sucede cuando todo ello lo llevas al límite y tu vida se trunca. Y entonces todo se cuestiona: ¿Es posible continuar como vivíamos antes?, ¿cuál será nuestro futuro, si el presente se ha esfumado? ¿Qué hacer con el dolor, la brutalidad, la traición o el miedo? ¿Cómo enfrentarnos a todos aquellas emociones que desconocíamos y ahora nos superan? ¿Seré capaz de sobrevivir a los actos más terribles a los que me enfrento? ¿Podré perdonar?
¿Qué
esperas que los lectores encuentren en Un punto azul en el Mediterráneo?
Es una novela ligera, sencilla, pero
muy intensa, que no dejará indiferente al lector. En ella, es importante como
una frase o un indicio de lo que va a ser te provoca a seguir leyendo para ver
qué sucede. Te imaginas una cosa y luego es otra. Sabes que hay algo, pero no
tiene nada que ver con el resto.
Espero también que vean en ella una historia
de transformación, de aprendizaje, de amores imposibles, de traiciones, de
búsqueda del perdón, de héroes y heroínas que perdieron sus propias guerras,
pero que lograron sobrevivir para volver a amar; de cómo el pasado más cruel
nos asalta y sobre cómo al mirarlo de frente podemos salvarnos. Un relato que
desafía el poder de la memoria y la fuerza de los sentimientos.
¿Qué
nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Estoy acabando de corregir la
versión en catalán de Un punto azul en el Mediterráneo. Además, en el proceso
de documentación de mi siguiente novela, que narra la historia de una familia
partisana italiana.
¿Te
gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Me siento muy feliz de haber
llegado hasta aquí, de haber escrito mi primera novela, de que una editorial
como Harper Collins se enamorase del libro y lo quisiera publicar sin cambiar
una sola palabra. Escribir sin saber qué pasará con un manuscrito es una aventura
arriesgada, que en este caso me llevó tres años y que fue el fruto de una
pandemia. Con esto, animo a todos los que se estén aventurando en el difícil
mundo de publicar un libro, que persistan, que no se desanimen, que tarde o
temprano su esfuerzo se verá recompensado.
Muchas
gracias, Eva, por tu tiempo, tus
respuestas y tus fotos personales. Te deseamos mucha suerte con tu carrera
literaria y que pronto publiques más obras.
Y
a vosotros, amigos lectores, muchas
gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Ahora, ¡a leer!
Cristina Monteoliva