Queridos amigos de La Orilla de las Letras,
la entrevista de hoy nos la ha
concedido el autor de novela histórica Antonio
Pérez Henares.
Antonio
Pérez Henares ha ejercido
durante muchos años como periodista, aunque actualmente se dedica
exclusivamente a la escritura. Es autor, entre otras obras, de las novelas La
tierra de Álvar Fáñez, El rey pequeño, Tierra Vieja, La canción del bisonte y Cabeza de
Vaca, así como de la serie prehistórica compuesta por Nublares,
El Hijo de la Garza, El último cazador y La mirada del lobo. Su última novela es
La española.
Dicho esto, vamos con la entrevista:
¿Qué pasión llegó antes: la del periodismo o la de la escritura?
La escritura. Desde
muy niño, en mi pequeño pueblo alcarreño, Bujalaro (Guadalajara) un maestro de
escuela, don Enrique, al que siempre recordaré con inmensa gratitud (pudo ver
publicadas algunas de mis novelas), me despertó la pasión por leer y escribir. Lo
hice desde muy joven. Poesias muy malas, y narraciones y cuentos, algo mejores.
A los 14 me dieron el segundo premio nacional juvenil de narrativa y ya no dejé
nunca el vicio. He escrito, aunque guadinescamente por mis responsabilidades
periodísticas, toda mi vida. No soy ese periodista al que un día como es
“famoso” le encargan una novela. El periodismo ha sido mi manera de ganarme la
vida y mi “veneno” también. Comencé en ello a las 17 años, ahora hace ya 53, en
el diario Pueblo.
Y si tuvieras que elegir, ¿con cuál de tus dos profesiones te
quedarías?
Lo he hecho ya. Desde hace cuatro años
me dedico con absoluta prioridad, aunque sigo escribiendo algunos artículos y
colaboraciones, a la literatura. Ahora va por delante mi condición de escritor,
pero no abjuro en absoluto del periodismo. Aunque hay cosas que hoy aborrezco
de él y me han hecho apartarme cada vez más.
© Antonio
Pérez Henares.
¿Qué lecturas crees que te han influenciado como escritor?
Los libros de aventuras de mi primera
juventud. Kipling, El libro de las Selvas
Virgenes, Jack London, J,L. Stvenson. Mi pasión por los viajes, que esa es
otra y me consolido Miguel de la Quadra Salcedo, viene de por ahí. Leí el
Quijote por primera vez siendo muy niño. Había cosas que me aburrían y las
pasaba pero con otras me hartaba de reír. Luego en sucesivas veces le he ido
sacando mayor substancia y cada vez más. Los autores españoles a los que más
debo los encabezan Miguel Delibes, mi premio nobel particular aunque no se lo
dieran a él, y Pio Baroja. Me siguen emocionando el Cantar de Mío Cid, los sonetos de Garcilaso, Lope y Quevedo y me
conmueve releer a Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández. De
los hispanoamericanos: Madariaga, Carpentier, Garcia Marquez y Vargas Llosa. Mi
clásico por excelencia: Homero. Y mi cuarta pasión, la prehistoria, por
el libro La conquista del Fuego de
los hermanos Rosny y mi amistad con Arsuaga, Baquedano y varios genios más.
¿Qué estás leyendo ahora mismo? ¿Nos lo recomendarías?
Pues a Menéndez Pidal y a Sánchez
Albornoz. Al uno y de nuevo su estudio sobre el Cantar de Mío Cid y otro sobre la juglaresca y al otro repasando
textos suyos sobre la Edad Media. Sí. Y sería importante que algunos los
leyeran y dejaran de decir estupideces sustentadas tan solo por su sectarismo
ideológico.
¿Dónde
encuentras la inspiración?
A veces en un viaje,
en un personaje, en un paisaje, en una historia, en una leyenda, en el vivir y
en el topar con algo que me despierta la emoción. Sin ella yo no puedo ni me
interesa escribir.
¿Qué tienen tus personajes de ti?
Pues lógicamente algunos si lo tienen.
Pero creo que ello es subconsciente y que se desliza sin que uno se dé cuenta
hasta después.
¿Por qué escribir novela histórica?
Porque la historia
de España me ha parecido siempre algo impresionante y trascendental incluso en
el devenir de la humanidad. En cada rincón y momento hay, no un personaje, sino
muchos y fascinantes, que nos reclaman.
¿Cómo surgió la idea de escribir La española?
En mis siete viajes con Miguel de la
Quadra Salcedo de la Ruta Quetzal siguiendo los periplos de Colón, de Ojeda, de
Balboa, de Pizarro y de Cortés y de tantos y tantos otros.
¿Qué vamos a encontrar en La Española?
Un momento mágico para el mundo
protagonizado por España y unos personajes que hoy son historia de la Humanidad
en aquel principio de todo, que transformó la vida en la Tierra, que comenzaron
su andadura en aquella pequeña isla. Allí empezaron las más increíbles vidas,
hazañas, conquistas, heroicidades y canalladas. Hasta el más grande imperio que
entonces se empezó a formar, empezó a caminar y navegar desde allí.
¿Has
encontrado alguna dificultad a la hora de escribir esta obra? ¿La
documentación, tal vez?
Documentación hay mucha. Los españoles
lo hemos dejado escrito todo, hasta nuestros peores desmanes. Me costó
decidirme por la complejidad y la cantidad de personajes que interactuaban
entre sí. Fue el mayor reto y solo lo afronté cuando consideré que estaba
maduro para poder hacerlo con cierta pulcritud. Espero no haberlo hecho del
todo mal.
¿Qué nuevos
proyectos literarios tienes en marcha?
Estoy con ello, retirado ahora mismo
en mis montes alcarreños, y tiene que ver como habrán podido suponer con esas últimas
lecturas de los dos grandes historiadores medievales.
¿Te gustaría añadir algo antes de terminar esta entrevista?
Mi gratitud por darme voz en tu blog y
mi felicitación por tu empeño y esfuerzo para hacer llegar nuestras letras a los
lectores, que son a la postre el juez y destinatario final.
Muchas
gracias, Antonio, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales.
Te deseamos una suerte infinita con tus libros.
Y
a vosotros, amigos lectores, gracias por estar al otro lado de la
pantalla un día más. Ahora, ¡a leer!
Cristina
Monteoliva