Por suerte, la mayoría
de historias de terror en las que hay grandes matanzas de por medio son pura
ficción. Pero imaginemos por un momento que existiera un mundo paralelo en el
que los libros, películas y series sobre matanzas se basaran en hechos reales.
¿Qué pasaría con los supervivientes? ¿Y si fueran siempre mujeres con miedo a
que la historia se repitiera? Porque, ¿acaso no podría volver a suceder? De
esto y mucho más va Grupo de apoyo para
final girls, la novela de Grady Hendrix que comentamos a continuación.
Supongamos
que las películas tipo slasher (de
matanzas a cuchilladas) se basaran en hechos reales. Supongamos también que las
últimas supervivientes del horror fueran siempre mujeres que se han enfrentado
a su monstruo y lo han vencido: las final
girls. Estas mujeres quedarían traumatizadas de por vida y tendrían que
recibir tratamiento. Lo más probable es que se reunieran con su terapeuta una
vez al mes durante años. La última reunión mensual del grupo de apoyo de las final girls tiene lugar de forma
rutinaria hasta que todas se enteran de que la que no ha asistido al encuentro
ha sido asesinada. Lynnette, nuestra paranoica protagonista, lo tiene claro:
hay un nuevo asesino en serie dispuesto a acabar con todas ellas y ella misma
tiene que ser la encargada de salvarlas a todas. Aunque, ¿a qué precio?
Lynette
Tarkington, nuestra peculiar narradora y protagonista, es toda una
superviviente. Cuando era joven, fue atacada por asesinos en serie nada más y
nada menos que en dos ocasiones. En ambas perdió a seres queridos. El trauma
fue inmenso, tanto, que en el momento en el que empieza esta historia es una
verdadera paranoica de la seguridad con una vida lamentable.
Lynette
y otras famosas final girls, las
últimas supervivientes de sendas masacres perpetuadas con cuchillos y otros
objetos punzantes, se reúnen desde hace años con su terapeuta en un lugar que
consideran seguro. La ausencia de una de ellas el último día de encuentro hace
que se disparen las alarmas. En cuanto se confirma que la que falta ha sido
asesinada, Lynette se vuelve más paranoica de lo que ya estaba antes.
¿Es
la muerte de la final girl una
casualidad o de verdad hay alguien dispuesto de acabar con lo que otros
asesinos en serie empezaron? Lynette lo tiene claro, y hará todo lo posible por
sobrevivir. Su aventura será intensa, con tintes de road movie y, por supuesto, de slasher.
Por el camino, encontrará aliados, descubrirá que hay personas de las que no se
puede fiar y puede que, con un poco de suerte, consiga sobrevivir.
La
tensión está servida en una historia llena de interesantes personajes
secundarios y en la que los giros son una constante. Al igual que Lynette, el
lector no sabrá nunca lo que va a pasar en esta sangrienta historia. No queda
otra que leer esta novela de un tirón para saber la verdad.
En
este universo que nos presenta Grady Hendrix, las películas y libros de tipo slashers estaban muy de moda en los
años ochenta y noventa, épocas en las que se darían los más espeluznantes casos
de matanzas a cuchilladas en la vida real. Entre capítulo y capítulo de la
historia de Lynette y compañía, nos encontramos con guiones de supuestas
películas, entrevistas a personajes que vivieron las matanzas, declaraciones
policiales, memorias de las supervivientes, etc. Todo esto lo que hace es darle
aún más consistencia a este sangriento mundo paralelo americano y canadiense
que el autor ha creado para nuestro horror y disfrute.
Como
en otras novelas de Hendrix, la protagonista de esta es una mujer que ha de
enfrentarse al mundo. Como suele pasar también en sus historias, será la unión
entre mujeres lo que haga la fuerza y, por ende, que la protagonista consiga
vencer al villano (o villanos, que en esta historia, todo es una sorpresa). Este
toque feminista, no exento de un gran sentido del humor, es muy agradecer,
sobre todo en una obra sobre slashers,
donde las mujeres suelen verse como criaturas indefensas. Vemos aquí que las
mujeres pueden ser poderosas cuando quieren, verdaderas heroínas de su propia
vida.
Grupo de apoyo para final girls,
en definitiva, es una emocionante y divertida novela de terror feminista que
nos hace viajar al mundo de los slashers
haciéndonos pensar en qué fue de sus supervivientes años después de las
matanzas que las convirtieron en las víctimas finales. Una gran obra cuya
lectura no hace otra cosa que confirmarnos que Grady Hendrix es uno de los
mejores autores americanos del género de terror de la actualidad. Y tú, ¿a qué
esperas para enfrentarte a los asesinos en serie junto a Lynette?
Cristina Monteoliva