Título: Heridas ocultas
Autora: Sonsoles Fuentes
Publica: Amazon
Páginas: 249
Precio: 15,60 € / 3,99 €
Todos tenemos cicatrices: algunas son
físicas; otras, emocionales. Estas segundas a veces están a la vista de todos.
Otras veces, sin embargo, las guardamos en lo más profundo de nuestro ser. Así,
nos olvidamos de ellas durante periodos de tiempo. Hasta que ocurre algo que
hace que esa herida, que podríamos creer curada, vuelva a abrirse. De este tipo
de heridas y sus múltiples formas de presentarse va el thriller emocional Heridas
ocultas, de Sonsoles Fuentes. Si quieres saber algo más de este libro, no
tienes más que seguir leyendo esta reseña.
Cristina Carbajosa
pensaba que tendría un día como otro cualquiera limpiando apartamentos en
Barcelona cuando descubrió, al abrir la puerta del primero del que debía
ocuparse aquella mañana, el cuerpo de una mujer tirado en el suelo. Aunque tanto
el inspector Ángel Gaya como el forense que fue a examinar la escena pensaron
que la mujer estaba muerta, resultó que esta solo estaba en coma. Todo parece
indicar en un principio que la mujer, Teresa Torres, habría sufrido una caída
accidental. Sin embargo, el inspector Gaya comienza con las investigaciones
para esclarecer lo ocurrido. Pronto descubre que Teresa Torres, que había
acudido desde Asturias a Barcelona por una feria de artes gráficas, podría
tener un amante con el que, no obstante, no se vería la noche anterior al
hallazgo de su cuerpo. Pero, ¿por qué estaba entonces vestida como si hubiera
esperado a alguien? ¿A quién más pudo abrirle la puerta? ¿Y quién tendría
motivos para querer matarla?
Esta historia comienza
con una mujer que aparece tumbada en el suelo de un apartamento que no es suyo
y un joven que huye a Francia por motivos misteriosos. Teresa, la mujer, no le
ha contado todo lo referente a su pasado a su marido. Tampoco sabe este que
tiene una amante. Pero hay algo más; una juventud secreta de la que sabremos
gracias a lo que el inspector Ángel Gaya irá averiguando durante su
investigación del caso, y al diario de la accidentada.
Aunque en principio
todo parezca girar alrededor de Teresa y sus secretos, pronto descubriremos que
en realidad tan importante como su historia lo son también las de los otros
personajes. Especial trato, por detallado y extenso, dedica esta narración al
caso de Jorge y Ana, los dueños del apartamento en el que Teresa se aloja.
Jorge es un hombre muy enamorado de su mujer que, sin embargo, la ha perdido
por haberla engañado por otra al sentirse muy abandonado en el matrimonio. Por
otro lado, vemos cómo Ana siempre se ha sentido abrumada por la forma tan
absorbente y cariñosa que tiene Jorge de quererla, no sabiendo nunca si él
amaba tan solo la idea que se había hecho de ella. ¿Conseguirán Jorge y Ana
dejar atrás sus heridas y reconciliarse? Tendrás que leer esta novela hasta el
final para averiguarlo.
Otro personaje al que
conoceremos, además de en su faceta como investigador policial, es a Ángel
Gaya, un hombre solitario que espera encontrar en el mundo de las citas al amor
de su vida.
Nuestro narrador no se
olvida tampoco de Cristina Carbajosa, una mujer trabajadora muy preocupada por
el futuro de sus hijos adolescentes.
Pero, ¿y qué pasa con
el joven que nombré hace un rato, el que huía a Francia misteriosamente? ¿Qué
relación guardará con el resto de los personajes de la trama? ¿Acaso tuvo algo
que ver con el accidente de Teresa? ¿Qué heridas oculta este joven atormentado?
Una vez más, os digo que para averiguarlo tendréis que leer esta obra.
Heridas
ocultas, en definitiva, es un interesante thriller emocional que explora las
vivencias y sentimientos de sus personajes para hacer comprender al lector que
hay heridas que no solo están ocultas, sino que es muy difícil que lleguen a
sanar siempre y cuando el que las posee no encuentre la manera de querer
hacerlo. Una novela negra diferente, llena de matices e historias secundarias
que no te dejará impasible. Dicho esto: ¿a qué esperas a descubrir los secretos
de Teresa y el resto de los personajes de la nueva novela de Sonsoles Fuentes?
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.