Título: Lily y el pulpo
Autor: Steven Rowley
Traducción: Daniel Najmías
Publica: Editorial Anagrama
Páginas: 352
Precio: 19,90 € / 9,99 € (ebook)
Necesitamos amar y ser amados. Unas
veces encontramos el amor en otras personas y otras, en seres de otras
especies, como los hamsters, las iguanas, las tortugas, los canarios, los gatos
o los perros. El problema es que nuestros amigos con plumas, escamas, caparazón
o pelo suelen vivir mucho menos que nosotros, lo que nos obliga a despedirnos
de ellos siempre demasiado pronto. Superar su pérdida puede llegar a ser un
duro proceso. Uno para el que hemos de intentar, a veces, echarle imaginación
para conseguirlo, pienso tras la lectura de Lily
y el pulpo, la excelente primera novela de Steven Rowley. Si quieres saber
un poco más sobre esta historia antes de decidirte por ella, no tienes más que
seguir leyendo este artículo.
Tras separarse de
Jeffrey, Ted decide centrarse en su trabajo como escritor autónomo y en su vida
con Lily, su perra salchicha. Nuestro escritor está a punto de hacer caso a su
psicóloga (una mujer que no le cae bien pues jamás le dice lo que él cree
necesitar) y decidirse por fin por alguno de los chicos que conoce en sus
esporádicas citas, cuando encuentra un pulpo en la cabeza de Lily. Lily tiene
ya doce años y medio y ha sufrido en el pasado algunos percances de
importancia, pero Ted no está preparado para lo que el pulpo les traerá en los
próximos meses. Incapaz de tomar una decisión médica con respecto al problema,
pues todas las soluciones que el veterinario le ofrece implican ciertos riesgos,
Ted decide enfrentarse al pulpo, un ser que habla y hace estragos en las vidas
del escritor y su perrita.
Ted, el imaginativo protagonista
y narrador de esta historia es, además de un escritor inteligente, un tipo divertido,
irónico, sensible e inseguro que, tras un desengaño amoroso, no consigue darle
la oportunidad a un nuevo amor, cosa que no le importa en exceso (o, al menos,
eso cree él) porque aún tiene a Lily. Lily, su perra salchicha, llegó a Ted en
un mal momento de su vida, convirtiéndola en algo mucho mejor. Desde que la
relación de Ted y Jeffrey terminara, además, Lily se ha convertido no solo en
su mejor amiga, sino en el centro de su universo. Un universo que, con la
llegada del pulpo, empieza a desmoronarse.
Como todos, o casi
todos, los que tenemos un perro, un gato o cualquier tipo de amigo de otra
especie en casa, Ted imagina lo que Lily le podría estar diciendo en cada
momento. Este ejercicio, normalmente bastante inofensivo, se convierte en algo
más arriesgado para la salud mental de nuestro protagonista cuando el pulpo,
que no es otra cosa que un cáncer que Ted no es capaz de afrontar, aparece en
la vida de ambos. A partir de entonces, la fantasía de Ted se desbordará hasta
embarcarle en una delirante aventura. La cuestión es: ¿qué pretende Ted con
todo esto? ¿Salvar a Lily o salvarse a sí mismo?
Lily
y el pulpo se nos presenta como una falsa novela
autobiográfica o de autoficción, que nos habla no solo de la época en la que
apareció el cáncer de Lily, sino también de los momentos más relevantes en la
vida anterior de su protagonista, Ted, para que lleguemos a conocer en profundidad
de dónde vienen todos los problemas de inseguridad de nuestro escritor. Podemos
intuir, si llegamos a leer la parte de agradecimientos del libro, que su autor
se ha basado en experiencias propias (al menos, parece que existió una Lily) a
la hora de escribir esta historia cargada de dolor y padecimiento, pero también
de amor, ternura y grandes dosis de esperanza.
No suelo leer novelas
sobre perros que, tal y como se puede leer por la portada y la sinopsis, acaban
muriendo. Generalmente estas historias me hacen pensar en tramas paternalistas
o que buscan la lagrima fácil del lector. Sin embargo, tras leer la sinopsis
oficial de Lily y el pulpo, sentí la
necesidad de hacerme con el libro y conocer esta historia que prometía
hablarnos de la vida de un hombre divertido pero solitario y del amor que
sentía por una perra por la que, al final, poco podía hacer por salvar. He de
decir, llegado a este punto, que esta novela lejos de defraudarme, me ha dado
todo eso que esperaba de ella, además de una trama con tintes fantásticos
difícil de olvidar.
Lily
y el pulpo, esta maravillosa aventura tan real como surreal,
en definitiva, es una historia que nos habla de lo que significa saber que tu
tiempo con tu perro se acaba y has de encontrar la manera no solo de hacer que
ese tiempo sea mejor, sino de sobreponerte al trauma de la perdida después y
seguir con tu vida. Una novela sobre el dolor y la pérdida, pero también sobre
la capacidad de sobreponerse al trauma y de continuar. Una obra inteligente,
imaginativa y llena de ternura que, como un perrito en un refugio, está
esperando a que te decidas por ella.
Cristina Monteoliva
©
Cristina Monteoliva.