lunes, 10 de septiembre de 2018

Reseña: LA CURACIÓN, de Miguel Córdoba.


Título: La curación
Autor: Miguel Córdoba
Publica: Ediciones El transbordador
Páginas: 305
Precio: 18,95 €

A pesar de lo que la ciencia no deja de descubrir cada día sobre los orígenes del mundo y la vida, el hombre se resiste a dejar atrás al Dios todopoderoso y creador pues solo él parece responder a las cuestiones que quedan por solventar. Pero, ¿quién o qué es Dios en realidad? El hombre lo ha imaginado de distintas formas a lo largo de los milenios. Todavía hoy en día, Dios se presenta de una forma diferente en cada una de las distintas culturas que encontramos en el planeta. Pero, ¿y si Dios fuera una niña al borde del suicidio? La respuesta a esta pregunta y a otras muchas la encontraréis en La curación, la novela de Miguel Córdoba de la que hoy vamos a hablar.
Las luces del hospital parpadearon cuando Magie nació en Edgehaven, Pensilvania (Estados Unidos). Nadie lo sabía, pero aquel extraño fenómeno estaba relacionado con el hilo negro invisible que la niña tenía anudado a su dedo anular y a su poder para ver a los fantasmas. Con el tiempo, Magie aprendió a vivir con aquel hilo que se perdía en el horizonte, a ver a espíritus que se refugiaban en la lavadora de su casa para no ir al otro lado y a saber cómo morirían sus seres queridos sin poder hacer nada al respecto. De vez en cuando, un niño se aparecía ante Magie y le decía que cuando Dios olvidara a sus hijos, debería ir a Nebraska a recoger los trozos de sus sueños rotos. A pesar de lo enigmático del asunto, a Magie lo que más le intrigará durante su niñez y adolescencia será averiguar qué hay al otro lado de su hilo infinito. ¿Qué hará cuando lo averigüe? ¿Tendrá algo que ver con el mensaje del misterioso niño? ¿Y qué tiene que ver Dios con todo esto?
Esta es la historia de Magie, una niña que puede ver a los fantasmas, la forma en la que sus seres queridos morirán y hacer que las luces parpadeen cuando alguien que le importa muere. Todos sus poderes parecen estar relacionados con el misterioso hilo negro anudado de su dedo anular, que solo ella puede ver. Conforme va creciendo, algunos de sus poderes desaparecen mientras aumenta en su interior la tristeza y la desolación. Conocer a Lory, la fanática de The Cure que regenta una tienda de discos en la que Magie trabaja un tiempo, la ayudará no solo a entender que no está sola en el mundo, sino también de dónde vienen sus poderes. Ya en la universidad, descubrirá por fin a dónde le llevaba aquel hilo. Pero, ¿no habría sido mejor no saberlo nunca?
También esta es la historia de Jeremy, un chico con una existencia totalmente gris que se ha pasado años creando con su imaginación un ser tan perfecto, que acaba tomando vida propia. La existencia del chico cambiará cuando este ser le hable. La cuestión es: ¿quién dominará a quién?
Tampoco podemos olvidar que esta es, además, la historia de Dios, una niña deprimida a punto de suicidarse. El doctor Brian Schultz, experto en psicología, habrá de convencer al ser supremo de que no lo haga. Aunque, ¿no resultan las enrevesadas explicaciones de la niña divina lo suficientemente convincentes como para dejar que lo haga?
La curación es una novela fantástica con ciertas dosis de terror cuya original trama, llena de personajes singulares, hechos insólitos y humor negro, gira alrededor del olvido, la tristeza, el sentido de la existencia, la esperanza y lo bueno que puede salir cuando la gente se agrupa por un fin comun. Una obra muy cinematográfica y ciertamente compleja en sus planteamientos que nos hará viajar a una América llena de referentes musicales, cinematográficos y televisivos para darnos a conocer a Magie, una chica con poderes fantásticos que, sin embargo, no se siente nada especial. Una historia, en definitiva, tan llena de maldad y miedo como de ternura y personajes entrañables que están esperando a que los conozcas tanto para horrorizarte como para que te enamores de ellos. ¿Estás preparado para conocer la verdadera naturaleza de Dios, de Magie y de todos los personajes de este libro?
Cristina Monteoliva


© Cristina Monteoliva.