El segundo de los autores que se
han prestado a colaborar con su testimonio y sus fotos personales es Benjamín Recacha García.
©Benjamín Recacha García
Benjamín escribe desde niño. De hecho, recuerda que le encantaba crear
historias bastante alocadas que leía en clase de lengua a sus compañeros, lo
que resultaba muy divertido.
Hasta la fecha, solo ha publicado como la novela El viaje de Pau, aunque también
tiene en cartera una novela gráfica, Memorias de Lázaro Hunter, un western que está ilustrando su hermano
Fran; y está a punto de acabar una
segunda novela, que espera publicar durante la primera mitad de 2015 (yo
también espero que así sea).
El motivo principal por
el que Benjamín prefiere el papel a la pantalla para sus primeros borradores es
que de esta manera se siente más libre
escribiendo. El ordenador es una
fuente continua de distracciones, me cuenta: por mucho que se plantee
aislarse, le resulta imposible. Primero, por el zumbido del ventilador de la
torre, que se le clava en el cerebro. También le molesta el brillo de la
pantalla. Total, me comenta, que está
mucho más relajado escribiendo en papel, y confiesa que le encanta hacer
tachones.
©Benjamín Recacha García
A Benjamín le valen todos los tipos de libreta a la hora de escribir,
aunque por su último cumpleaños su pareja le regaló un flukebook hecho a mano, con páginas pautadas, que le ha encantado.
De hecho, es donde ha escrito la mayor parte de la novela en que está
trabajando, y creer que va a tener que pedirle otro a los Reyes. (Ojalá se
porten bien y la traigan).
Benjamín escribe con bolígrafo. El Bic azul
o negro de toda la vida le valen, me cuenta, puesto que no es nada elitista.
Nuestro
autor procura
escribir a diario porque es la mejor
manera de adquirir el hábito, aunque sólo sea una hora. Benjamín cree que a
muchos escritores (él se incluye) les pasa que tienden a agarrarse a la mínima
excusa para hacer antes cualquier otra cosa, casi siempre de “vital”
importancia. Procrastinar lo llaman, ¿no?, me dice.
Últimamente Benjamín
escribe en la mesa del comedor, casi siempre con música, pero cuando hace buena
temperatura sale a la terraza o se escapa a algún parque. La música entonces la
ponen los pájaros. Rodeado de árboles es donde se siente más inspirado.
El escritor
no recuerda
haber escrito en sitios muy raros: el metro, el bus…Quizás lo más raro sea de
pie, esperando al bus, o incluso andando por la calle. A veces las ideas no esperan y si
no las apuntas acaban perdiéndose para siempre, afirma.
©Benjamín Recacha García
Le pregunto
si puede contarnos algo sobre lo que está escribiendo en las libretas de las
fotos que me ha facilitado y me contesta que por supuesto, que de hecho ya ha compartido
algunos fragmentos en su blog y en su página de Facebook. Es una historia de superación
personal. Un hombre que padece la peor tragedia que puede sucederle a un padre
y que tras pasar varios meses en el hospital inicia un viaje en el que espera
descubrir si le quedan motivos para seguir adelante con su vida. En el camino
irá cruzándose con personas muy diversas, muchas con historias duras a sus
espaldas, y se verá envuelto en un asunto bastante feo, con mafiosos y polis de
por medio. La otra protagonista de la novela es una mujer a la que la vida
también la lleva a iniciar un nuevo camino, en el que tiene un peso
significativo el blog en el que escribe.
El punto de partida es
muy duro, un comienzo de los que suelen resultar incómodos al lector, pero no
es una novela trágica. De hecho, nuestro autor espera que acabe dejando buen
sabor de boca.
Muchas
gracias, Benjamín, por participar en este espacio. Ojalá pronto acabes tu
novela y viaje lejos, muy lejos, a todos los lectores del mundo.
Y tú que lees esto, si
quieres saber más sobre Benjamín Recacha García, visita www.benjamínrecacha.com