domingo, 3 de agosto de 2014

Reseña de EL MAPA DEL TIEMPO, de FÉLIX J. PALMA

Título: El mapa del tiempo
Autor: Félix J. Palma
Editorial: Algaida
Págs: 628
Precio: 22 €

¿No te gustaría volver al pasado para cambiar un hecho terrible que marcó tu vida para siempre? ¿No quisieras ver lo que le espera a la raza humana en el futuro? ¿Y si fuera posible visitar universos paralelos donde nuestras vidas cambian en función de las decisiones que tomemos? Si crees que todo esto no es posible aún, a principios del siglo XXI, te recomiendo que no dejes de echar un vistazo a El mapa del tiempo, de Félix J. Palma, la
novela ganadora del XL Premio de Novela Ateneo de Sevilla.
Los viajes al futuro parecen tener pocos secretos en el Londres de finales del siglo XIX desde que H.G. Wells publicara su afamada obra“La máquina del tiempo y gracias, por supuesto, a los nuevos avances de la técnica. En medio de esta euforia no es de extrañar que pronto surjan empresas que transporten a los viajeros a épocas como el año 2000. Así es como nace la empresa Viajes Temporales Mullray, una compañía que a nadie dejará indiferente.
Siempre es difícil resumir las impresiones que se recogen tras leer una obra extensa, mucho más si, como en este caso, la obra tiene, y permitidme la expresión, tanta miga como ésta.
Diremos, para empezar, que esta historia de historias está narrada por un ser omnisciente, conocedor del pasado, presente y futuro de todos y cada uno de los actores que aquí aparecen. Esta voz inquieta se dirige al público con cierta jovialidad, abre paréntesis para explicar hechos que nos hacen entender lo que sucede en cada momento, se queda ensimismado a veces y, otras tantas, se hace el interesante, para luego intentar apaciguar la impaciencia del lector. Es, sin lugar a dudas, un guía atípico, desconcertante, todo un personaje en sí mismo.
Si nos quedáramos tan sólo en las primeras líneas, pensaríamos que la trama está protagonizada por el joven e infeliz Andrew Harrington, el mismo que vaga sin rumbo desde la muerte de su amada. Si empezáramos a leer por la segunda parte, sin embargo, estaríamos seguros al afirmar que el papel principal recae sobre la joven y soñadora Claire Haggerty, la mujer que no encaja en la sociedad de su época y, por ello, desea escapar al futuro para vivir allí el más bello de los romances. Pero es que aún nos queda una tercera parte, en la que el protagonista y el destino del viaje vuelven a cambiar. ¿Qué podemos deducir de todo esto?
Efectivamente, este volumen está compuesto por tres historias distintas, con sus distintas tramas principales y con sus distintos protagonistas, donde, no obstante, las vidas de los habitantes de Londres se cruzan una y otra vez, de manera que el protagonista de una de estas historias puede ser un actor secundario en la siguiente, o tan sólo un figurante. Sin embargo, si no fuera por el lazo de unión que las une y que les da sentido, estas tres partes no conformarían el genial “todo” ante el que nos hayamos.
Este lazo de unión, la constante siempre presente, no es otro que el escritor H.G.Wells, el padre de la idea original de la máquina del tiempo. Como verán los que se adentren en estas páginas, Wells empieza como actor secundario para ir incrementando en importancia a medida que avanzamos en la lectura, hasta llegar a convertirse en el protagonista absoluto de la última de las historias, la que, además, puede que plantee la teoría más compleja de todas las que aquí conoceremos.
La novela de Félix J. Palma es como un reloj suizo: una maquinaria de precisión, de diseño perfecto, en la que todas las piezas encajan, y sin las cuales, si faltara la más mínima tuerca, no se entendería el magnífico resultado del conjunto. El aburrimiento no tiene cabida en esta compleja obra que mezcla la ciencia ficción con el romance, donde la emoción, la intriga y el más difícil todavía están siempre presentes, un fantástico homenaje, en definitiva, a los clásicos de ciencia ficción de finales del siglo XIX realizado con gran maestría.
Probablemente el de los viajes en el tiempo no sea un sueño imposible. ¿Quién sabe lo que el hombre será capaz de hacer dentro de cien o doscientos años? Mientras tanto, ¿porqué no leer una gran novela de aventuras temporales como ésta que hoy os he presentado? Creedme, amigos, El mapa en el tiempo es un viaje que no defrauda, una pieza a partir de ahora fundamental en la biblioteca de todos los amantes de la buena ciencia ficción.
Cristina Monteoliva