Título: Tu mentira
más dulce
Autora: Maria
Goodin
Traducción: Mª del
Puerto Barruetabeña Diez
Editorial: Roca
Editorial
Págs: 287
Precio: 16,90 €
La realidad es a
veces dura, cruel. Tanto, que algunas personas apenas pueden soportarlo. Ya
sabemos cómo tristemente acaban unos cuantos de ellos. Otros, sin embargo,
deciden seguir aquí, pero viviendo en su propio mundo. Un mundo lleno de
fantasía y color. Un mundo amable y alegre. Un mundo que, sin embargo, a los
que están alrededor les cuesta entender. Este es el caso de la madre de Meg, la
protagonista de Tu mentira más dulce,
la novela de Maria Goodin de la que hoy os vengo a hablar.
Meg es una joven y
prometedora científica. Su vida no puede ser más perfecta en la Universidad y
con su científico y racional novio, Mark. Todo cambia el día en el que Meg debe
volver a casa para cuidar de su madre enferma. Val, la madre de Meg, es una
mujer fantasiosa que vive en su propia realidad paralela y se pasa la vida
cocinando, lo que pone de los nervios a su hija. Pero lo que más saca de sus
casillas a Meg es que su madre jamás le haya contado la verdad sobre su pasado.
Para su progenitora, todo son cuentos bonitos y absurdos, versiones edulcoradas
de una verdad incierta. ¿Conseguirá Meg saber quién es su padre y cómo fue de
verdad su infancia? ¿Se reconciliará con su madre antes de que ésta deje este
mundo? ¿Hasta qué punto cambiará la vida de la joven en el tiempo que pase en
la casa familiar ?
Un poco de fantasía
no le hace mal a nadie. Quizá mucha, tampoco. El problema es que la gente
alrededor de la persona que vive en su propia esfera, no suele entenderlo. Este
es el caso de Meg, una joven muy racional que se desespera al no encontrar
respuestas en su madre. O, mejor dicho, sí las encuentra, pero no son las que ella
quiere. Porque su madre tiene muchas historias que contar, sí, pero todas la
mar de fantásticas e imaginativas. Ninguna de ellas conecta con la realidad de
Meg y esto, como digo, pone de los nervios a la chica.
Meg tiene un problema
de comunicación con su madre, pero también con la fantasía en sí. De pequeña se
rieron de ella en el colegio por contar historias irreales, lo que la
traumatizó hasta el punto de rechazar por completo el mundo de la imaginación.
A lo largo de las páginas de esta novela, Meg aprenderá que ser racional está
bien; pero ponerle un poco de sal a la vida, creer en la magia, tampoco es tan
peligroso como ella piensa.
La protagonista y
narradora de esta historia tan llena de matices es Meg, esa joven que solo cree
en lo que la ciencia le puede contar. Como es de esperar, el comportamiento de
Meg, su propia personalidad, evoluciona a lo largo de estas páginas, sobre todo
conforme se va dando cuenta de por qué hizo su madre en el pasado las cosas que
hizo, por qué inventó todas aquellas historias.
He de decir que en Tu mentira más dulce no hay ni un
personaje que pase desapercibido. Todos y cada uno se presentan bien
perfilados, si bien destacaría a Val, la madre que no para de inventar
historias, incluso cuando su vida su apaga, mientras cocina una delicia tras
otra; Mark, el novio científico de Meg, ese hombre tan poco empático y egoísta;
y Ewan, el jardinero que hará que Meg descubra un montón de cosas interesantes,
además del amor. (Aunque, ojo: esta no
es una novela romántica, sino una de superación personal, de realización, de
autodescubrimiento).
Tu
mentira más dulce es, en definitiva, una novela
entrañable a la par que inteligente, una obra con la que descubrir que las
personas podemos estar más cerca los unos de los otros si nos esforzamos un poquito
por entendernos, y que la razón y la fantasía pueden convivir perfectamente
para hacer nuestras vidas mejores. Sumérgete ahora en el mundo de Meg, conoce a
su disparatada madre, aprende las recetas de cocina, enamórate del jardín de la
casa y descubre finalmente que a veces es necesario un poco de dulce para hacer
más llevadera una amarga realidad.
Cristina Monteoliva