Título: Respira, Rebecca,
respira…
Autora: Rebecca Alves
Publica: Ediciones B
Páginas: 295
Precio: 16 €
Compaginar las tarea de madre con las de
trabajadora es algo bien complicado, más aún cuando tu pareja no colabora mucho
que digamos con las tareas domésticas, los niños son un poco rebeldes y tú no
tienes mucha paciencia que digamos. Si además le sumamos unos cuantos kilos de
más que quieres quitarte de encima pero no sabes cómo, unos padres que a veces
parecen tus hijos y unas amigas que no te escuchan, tenemos Respira, Rebecca, respira…, la novela de
Bárbara Alves que paso a comentaros a continuación.
Rebecca tiene treinta y
ocho años, una perra, tres hijos, un marido muy guapo, un trabajo en el que no
gana demasiado y unos cuantos kilos de más. La vida hace mucho que no le da un
respiro, y Rebecca está cada vez más y más estresada con las cosas de la casa,
los niños, un marido con el que apenas tiene comunicación, unas amigas que no le
escuchan cuando lo necesita, unos padres en busca del amor y una jefa
totalmente insoportable. Sus nervios están tan al límite, que empieza a
sospechar cosas que tal vez no sean, hasta el punto de provocar un cisma en su
relación. A partir de entonces, todo en su vida irá a peor, pero, ¿quién no
dice que las cosas puedan volver a mejorar?
Rebecca, la
protagonista y narradora de esta historia, es, como decía en el párrafo
anterior, una mujer que no puede con su vida. No está contenta con lo que tiene,
con lo que es, con lo que son los demás. A menudo pierde los nervios y no se
comporta de una manera madura, lo que no hace más que empeorar las cosas. Pero
tiene buenas cualidades, y al final acaban reluciendo.
Con un estilo muy
directo, coloquial y desenfadado, Rebecca nos cuenta todo lo que le pasa en
casa, en el tren que le lleva al trabajo, en el gimnasio en el que trabaja…
Muchas de estas situaciones resultarán muy divertidas, sin bien hacen pensar
que Rebecca no solo necesita una mejoría en su vida, sino también un cambio de
actitud hacia los demás. ¿Lo conseguirá al final?
Aunque Rebecca a veces
no se sienta lo suficientemente comprendida y apoyada en sus alocadas
decisiones, lo cierto es que no puede decirse que esté sola. Además de a sus
tres hijos, Keanu, Uma y Chloé (tres angelitos revoltosos), y su marido, Diego
(el amor de la vida de Rebecca, aunque entre ellos no haya una gran
comunicación), en esta novela conoceremos a Rosa (una de las señoras con las
que comparte viaje en tren cada mañana y el ángel de la guarda de Rebecca),
Manu (su amigo y compañero de trabajo), Janet (la amiga obsesionada con
desenmascarar a la inaguantable exnovia de su novio actual, lo que provocará
las situaciones más divertidas de esta historia), Andy (la amiga y vecina
obsesionada con perseguir a su marido, hasta el punto de convertirse en
runner), los padres de Rebecca (divorciados desde hace mucho y estupendos los
dos, a su manera), Susana Echevarría (la pija que al final resulta ser un
verdadero encanto), Sophie (la inaguantable jefa de Rebecca) y a un largo
etcétera de secundarios que no harán más que dar más color a la disparatada
trama.
Respira,
Rebecca, respira…, en definitiva, es una comedia a modo de
cuento de hadas moderno en el que la protagonista debe aprender ya no solo a
relajarse, sino también a comportarse con un poco más de madurez, a confiar en
los que la quieren y, sobre todo, a no fijarse siempre en lo malo y disfrutar
de todo las pequeñas cosas que la vida ofrece. ¡Y a no preocuparse tanto por
los kilos de más! Y tú, ¿te atreves a conocer a Rebecca?
Cristina Monteoliva