Queridos amigos
de La Orilla de las Letras,
Tras un tiempo
de descanso, volvemos por fin de nuevo con las entrevista en este vuestro blog.
El entrevistado en cuestión en esta ocasión no es otro que Nicholas Avedon, autor que se está dando a conocer gracias a su
novela de ciencia ficción ciberpunk con tintes de novela negra 11,4 sueños luz.
Nicholas Avendon, como podéis leer en su página web persona, www.nicholasavedon.com, nació en 1975,
es de Madrid y de niño quería ser astronauta. Hace algunos años aparcó su sueño
de viajar al espacio para dedicarse profesionalmente a algo diferente. No
ocurrió lo mismo con su pasión por los viajes especiales desde el punto de
vista de la ciencia ficción. Su pasión por este género así como la que tiene
por la escritura dieron como fruto relatos, artículos y, como os digo, una novela
titulada 11,4 sueños luz de la que
más tarde hablaremos.
Sin
más dilación, aquí van las palabras de Avedon:
¿Cuándo comenzaste a
escribir?
No lo recuerdo bien, pero calculo que sobre los doce años. Sin embargo
cuando me lo he tomado más en serio han sido estos últimos cuatro años. Nunca
ha sido de forma continua, metódica. De hecho no recuerdo como empecé, ni por
qué, pero siempre estuvo ahí.
¿Qué lecturas crees que
te han marcado tanto como lector como escritor?
¡Esta pregunta es muy complicada!, muchas de las lecturas que me
habrán marcado ya ni las recuerdo, pero su poso seguro que está dentro. Algunas
de las que si puedo recordar por una razón u otra son "Muero por
dentro" de Silverberg, "Pórtico" de Pohl, "Sivainvi"
de Phillip K. Dick, "Bóvedas de acero" de Asimov, "Mujeres"
de Bukowski, "Detectives salvajes" de Bolaño y "Una mujer
difícil" de Irving, por citar las que mejor recuerdo. Asimov fue mi guía
espiritual en la adolescencia y al que le debo mi amor por la ciencia ficción,
y aunque hoy día le veo con cariño, ahora mismo está muy alejado de mi forma de
entender la literatura. Otras como las de Dick eran como droga dura, siempre
recordaré un párrafo donde sentí que el libro estaba hablando conmigo, en
sentido literal. Con otros como Bolaño, la atmósfera surrealista me llevaba a
una esfera entre la realidad y la ficción, en volandas. De Bukowski, me fascina
su sensibilidad y su humanidad descarnada, saca lo más vulnerable de mí. De
Irving, sus personajes, maravillosos. Lo malo de ser escritor es que quita
tiempo para leer, algunas de las tareas de escribir -corregir- son
espantosamente tediosas.
Escribes ensayo, relato
y novela de ciencia ficción. ¿Por qué este género y no otro?
Madre mía, me vas a freír con preguntas complicadas, ¡menos mal!
Durante años he intentado no hacerlo, es un género muy denostado en este país y
es elegir voluntariamente un camino difícil. No soy un fanático del género y
leo de todo, pero desde que recuerdo, siempre me ha salido escribir ciencia
ficción, debe ser algo innato en mí. Siempre que intento escribir una historia
"normal" acabo metiendo ciencia ficción por algún lado. Al final
decidí que si lo hacía, lo hacía hasta el fondo, lo que significa sumergirme a
fondo en el ciberpunk, uno de mis géneros favoritos.
¿Cómo se te ocurrió la
idea de escribir 11,4 sueños luz?
Hace diez años quise escribir la historia de una sociedad
cerrada, diseñada casi en un laboratorio, una sociedad encerrada en una nave
durante generaciones. La ciencia ficción social es mi género favorito. Sin
embargo los personajes te llevan de la mano y terminé escribiendo la historia
de unos chicos jóvenes que tienen que salir de su hogar -esa nave colonia
generacional- y descubrir un universo muy oscuro y duro. Esa nave es la Veluss
que narro en 11,4 sueños luz, es
decir, empecé la historia por el final, muy a lo Starwars. Sin embargo esa
novela no tenía la calidad que yo buscaba, y de hecho la tengo escondida en un
cajón, me avergonzaría que la leyeran mis lectores de 11,4 sueños luz.
Hace tres años quise
volver a narrar la historia inicial y acabé escribiendo sobre el pasado de los
personajes que luego formarán parte de la colonia. La historia se me resiste,
pero sé que al final la contaré, y cuando lo haga, todo tendrá sentido. 11,4 sueños luz narra la historia de por
qué ciertas personas deciden subirse a esa nave y dedicar su vida a un proyecto
común. Todos ellos son personas extraordinarias y tienen razones complejas para
hacerlo. De eso habla 11,4 sueños luz.
Inicialmente estaba más centrada en las pruebas de selección, pero se cruzó el
thriller en medio y no tuve más remedio que dejarme llevar. Me hubiera gustado
hacer una novela pura de personaje, pero como escritor me queda muchísimo
camino por aprender. Años luz.
©Nicholas Avedon.
¿Cuánto has tardado en
escribir esta novela?
Tres años, está escrita sobre todo en los tres veranos y algunas
vacaciones de navidad. Algunos capítulos son casi cuentos cortos que escribí en
otros periodos donde sólo podía escribir historias sueltas. Escribir una novela
y que tenga coherencia necesita foco y atención, lo he aprendido para las
próximas, que seguro que me costarán menos.
¿Por qué la has
publicado en Amazon y no a través de otro medio?
Por mi profesión, el medio digital es mi mundo. Me muevo muy
fácilmente en el marketing digital, la edición y maquetación, las redes
sociales. Sobre todo, no quería perder el control de mi obra, y quería hacerlo
a mi manera. Amazon es el canal digital
más amplio y además permite la edición y distribución también en papel. Mi
intención es llegar al máximo de lectores posible, y sobre todo, hacerlo de
forma personal. Me encanta hablar con ellos y escuchar sus comentarios y disfruto
de todo el proceso creativo, incluida la promoción.
¿Y por qué París para
centrar la mayor parte de la trama? ¿Tiene esa ciudad algo que la haga especial
para ti?
París representa para mí el espíritu de la ilustración, la vieja
Europa de los principios éticos. Destruir la torre Eiffel y reconstruirla era
un símbolo importante en la novela, y los escenarios conocidos y rediseñados,
hacen que el lector tenga un marco de referencia claro para entrar en la
historia. Pero por encima de todo, me encanta París, su luz, sus calles de
noche, sus sonidos y sus olores.
¿Crees que el futuro
será tan desesperanzador como el que muestras en tu novela?
Lo cierto es que aunque el cuadro general es un poco oscuro, hay
cosas maravillosas en 11,4 sueños luz.
Sólo he hablado de algunos personajes con pasados muy particulares, pero otras
personas pueden ser felices en un mundo con tantísimas maravillas. Hay una
marcada diferencia entre los "ciudadanos" y los que no lo son, y
sobre todo entre los que tienen una posición y los que no. Me hubiera gustado
incidir más en eso, de nuevo sale el tema de la ciencia ficción social, pero no
quería irme por las ramas. Sí que creo que estamos avocados a una sociedad muy
diferenciada, y que la clase media tenderá a desaparecer. Pero siempre habrá
Veluss y mundos virtuales, sueños vívidos
y personas que hagan que la vida valga la pena. Y si todo sale mal, al
menos tendremos el trank. Hoy día hay muchas personas que viven mundos mucho
peores que ese.
¿Se parece en algo el
protagonista de esta historia a ti? ¿Te embarcarías tú también en un viaje
incierto hacia otra galaxia?
Tengo uno poco de cada uno de los personajes, pero no me
identifico con ninguno en concreto. Por mi trasfondo profesional sin duda soy
similar a Carlos, por carácter más parecido a Joanne, y por sensibilidad,
quizás como Ariel. De hecho, soy un gran aficionado a la fotografía. Durante
años he hecho mis pinitos en la fotografía de moda, eso si que se debería notar
en Ariel. Y bueno, Andelain... siempre ha sido mi sueño, desde mediados de los
ochenta, y no doy más pistas que siempre hay gente muy leída.
©Nicholas Avedon.
En tu novela aparecen
nuevas drogas, torres muy altas, nuevas formas de realidad virtual, viajes
espaciales… ¿Y qué me dices de los androides? ¿No los ves en el futuro?
Sí, pero me los imagino como electrodomésticos. Nada especial,
sin vida, sin magia: meras herramientas. El hombre pierde el gusto por los
juguetes en cuanto encuentra otro juguete nuevo. Doscientos años parecen
muchísimo, pero en algunas disciplinas no son tanto tiempo. Me atrae mucho,
muchísimo más las posibilidades de la inteligencia artificial y la realidad
virtual. Permiten mucha más exploración al no depender de la industria pesada.
Cualquier chaval brillante sin
demasiados recursos puede en un futuro muy cercano construir un mundo como el
de Brin y más pronto que tarde, ocurrirá lo que ocurre en 11,4 sueños luz. Crear un androide que se sienta humano, y que
tenga la capacidad para reemplazar al hombre, es algo que está todavía muy
lejos y exigirá toneladas de recursos.
Además, los androides
serán mucho, muchísimo más caros que un esclavo humano, al menos durante un
tiempo. En la Tierra de 11,4 sueños luz los hay, pero son algo exótico, para
ricos extravagantes, y la novela no habla de ellos, sino de gente que no encaja
en un mundo que no es para ellos.
¿Qué esperas que
encuentren los lectores en 11,4 sueños
luz?
Un ambiente que los envuelva y no les deje indiferentes. Espero
que los personajes les hagan sentir emociones contradictorias, y sobre todo,
sobre todo, que cuando lleguen al final, suelten un suspiro y escupan una buena
palabrota.
¿Qué nuevos proyectos
literarios tienes en marcha?
Estoy terminando un libro de relatos Histerias ficticias, que contiene relatos cortos de ciencia
ficción, fantásticos y de horror, y también realistas o de ficción normal.
Algunos de ellos muy relacionados con el mundo oscuro de 11,4 sueños luz. Se podría decir que casi todos son oscuros de una
u otra forma, pero en todos hay rayos de luz deslumbrante.
Paralelamente estoy
trabajando en la continuación de 11,4
sueños luz, se titula -al menos de momento- Lágrimas negras y espero que sea una historia innovadora en el
género. Algo más lineal, es una historia paralela a lo narrado en 11,4 sueños luz, con algo más de acción
y mucho, muchísimo ciberpunk. Ya tengo escrita una cuarta parte y progresando.
¿Te gustaría añadir
algo antes de terminar esta entrevista?
Darte las gracias por sacar a este pequeño escritor
independiente del anonimato y animar a todos los que me lean a preguntarme lo
que quieran, estoy deseando hablar con lectores, ¡sobre todo si ya me han
leído! ¡No muerdo!
Muchas gracias a
ti, Nicholas, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Espero que
tanto 11,4 sueños luz llegue a mucha
gente, así como tus próximas propuestas literarias.
Y
a vosotros, amigos lectores, gracias, como siempre, por estar una vez más al
otro lado de la pantalla.
Cristina
Monteoliva