Sí, es cierto: De pequeño me caí dentro de la marmita, y así
me he quedao. Pero vamos, que dice el doctor que esto no es preocupante, que
mientras siga con la terapia del tecleo y el consumo de buenas lecturas no
decaiga, puede que sobreviva cuando el cielo se desplome sobre mi cabeza.
Ahora, que digo yo... ¿No me tengo que tomar nada cada ocho horas? Mmmm...
Sospecho de este médico.
©María Pizarro.