Título: Fugitivos en el tiempo
Autor: Dalas Review
Publica: Martínez Roca
Páginas: 215
Precio: 12,90 €
¿Te gustaría viajar en el tiempo? Sí,
seguro que sí. Porque, ¿a quién no le gustaría visitar la antigua Roma, ver
cómo era la gente hace un par de siglos o conocer cómo será el futuro de la
humanidad? Pero, ¿y si de pronto te vieras atrapado dando saltos en el tiempo?
¿No crees que podría ser algo verdaderamente aterrador? ¿O te gustaría vivir
una aventura así? Bueno, pues no tienes que salir de casa para averiguarlo.
Solo tienes que leer un libro como Fugitivos
en el tiempo, de Dalas Review para averiguar unas cuantas cosas sobre el
tema.
Uriel es un delincuente
informático de lo más normal hasta el día en el que es capturado por las
autoridades, llevado a prisión y, más tarde, incorporado a un proyecto secreto
del gobierno. Uriel no sabe en qué se llevan entre manos en las oficinas en las
que trabaja hasta el día en el que tiene una experiencia de lo más curiosa. Y
es que Uriel, después de descubrir un gran agujero en el suelo de su piso y
saberse perseguido por matones, no salta en el tiempo una vez, sino un montón
de veces. Mientras lo hace, se va encontrando con enemigos, aliados y un gran
enigma por descifrar: cómo parar todo aquello. Aunque, ¿y si lo que se ha puesto
en marcha es imparable?
Cuenta el youtuber, con
más de un millón de visitas en sus dos canales de videos, Dalas Review en el
prólogo de este libro que un día recibió en su casa el manuscrito de un amigo
de internet, Uriel. Tras hablar con este sobre el tema, Dalas se comprometió a
buscar una editorial para la historia. Una vez una editorial se mostró dispuesta
a publicar la obra, Uriel no apareció, por lo que Dalas tuvo que acabar
publicando el libro con su nombre. ¿Y qué pasó entonces con Uriel? En el
epílogo del libro lo sabréis. Claro, que primero tendréis que leer el grueso de
la obra.
Fugitivos
en el tiempo es una historia con dos narradores en
primera persona. Como ya he dicho antes, el prólogo y el epílogo están escritos
por el youtuber Dalas Review. El grueso de la novela, como es de esperar, lo
narra el misterioso Uriel, el supuesto delincuente informático metido en
grandes apuros. El estilo y el tono de los dos narradores, cercanos, desenfadados
y sin duda muy juveniles, sin embargo, son muy similares, yo diría que
idénticos.
Uriel es un informático
autodidacta de veintiocho años que se dedica a delinquir por internet. Sabe de
cómo sacar dinero de bancos y otros lugares, de videojuegos y de reflexiones
sobre la vida; pero nada de saltos en el tiempo. Ni siquiera cree que eso pueda
ser posible hasta que se encuentra realizándolos. El muchacho no es un superhéroe,
más bien todo lo contrario. Aunque, ¿y si de pronto consiguiera averigua cómo
salvar a toda la humanidad de un fatídico destino?
El contrapunto al
personaje de Uriel lo pone Rosella. Rosella es una matona con muy malas pulgas.
Su relación con Uriel empieza mal, aunque acaba mejorando conforme van viviendo
aventuras temporales. ¿Terminará enamorándose del desastroso informático?
Tobías es otro
personaje a destacar de esta historia. Se trata de un oficinista al que en un
momento dado Uriel da por muerto, pero que no lo está. Tobías tiene las claves
que harán entender a Uriel y Rosella
cómo funciona la máquina del tiempo que hay en la oficina y cómo parar todo
aquello que Uriel ha puesto en marcha por accidente.
Fugitivos
en el tiempo es una novela de acción en la que, sin
embargo, abundan las reflexiones del protagonista y narrador, en su afán (creo
entender) por darse a conocer a los lectores. De las mismas reflexiones se
puede deducir que este libro está enfocado fundamentalmente a un público
adolescente o joven adulto, como se suele decir hoy en día. No conozco al
autor, pero estoy segura de que su historia de ciencia ficción gustará
especialmente a sus numerosos seguidores, pues es probable que gran parte de su
personalidad y su estilo queden reflejados en la trama. Tampoco puedo olvidarme
de los lectores amantes de las historias con viajes en el tiempo. Seguro que
vosotros, amigos, sabéis apreciar esta vuelta de tuerca al tema. ¿Os atrevéis a
comprobarlo?
Cristina Monteoliva