Título: Los supervivientes
Autora: Jimina Sabadú
Publica: Algaida
Páginas: 384
Precio: 20 € / 11,99 € (epub)
El colegio supone un pequeño ecosistema
tanto para alumnos, profesores y padres. Un pequeño mundo dentro del mundo. A
veces feliz, a veces cruel. Tanto, que algunos no ven la hora de salir de él.
Aunque también puede darse el caso de que con la distancia de los años se
borren los malos recuerdos y los buenos nos hagan querer volver al sitio donde
estudiamos nuestros primeros libros. De lo bueno, de lo malo y lo peor del
colegio: de todo eso y mucho más va Los
Supervivientes, el libro de Jimina Sabadú ganador del XX Premio de Novela
Ateneo Joven de Sevilla. Dejad que os cuente un poco más de este asunto.
María
Victoria es una entusiasta profesora que comienza a trabajar en el colegio
Agustín de Foxá. Poco después de su incorporación, se conoce la gran noticia:
el colegio ha sido puesto a la venta por los actuales propietarios y no se sabe
qué pasará con los actuales profesores. Mientras profesores y padres se
preocupan más por el futuro del colegio y por atraer a exestudiantes del centro
con cierta fama que por el acoso que están sufriendo unos cuantos alumnos por
parte de otros, unos antiguos alumnos comienzan a organizar lo que será su gran
rencuentro después de muchos años sin verse. El fin de curso traerá algunas
sorpresas, no todas ellas agradables.
Como
decía al principio de esta reseña, el colegio supone un ecosistema para todos
los que giran entorno al mundo estudiantil. Los
supervivientes es una novela coral en la que conoceremos las
circunstancias, la forma de ser y sentir de todos y cada uno de los eslabones
de la cadena trófica (sí, a veces parece que alguno va a comerse a otro) de tan
singular universo.
El
Agustín de Foxá es un colegio con un claustro de profesores muy diverso, en
tanto a edades e ideologías se refiere. María Victoria es la nueva profesora,
una chica llena de ideas, una joven entusiasta. Sus ideas son compartidas por
los profesores más jóvenes, pero no por los padres y los alumnos. Por si fuera
poco, María Victoria comienza a relacionarse con un escritor antiguo alumno del
colegio, un tipo que representa a todos esos escritores que vagan por el mundo
con la etiqueta de eternamente novatos en el mundillo, esas grandes promesas
que nunca despegan y echan la culpa a los demás de su poca fortuna en el mundo
literario. La experiencia con este personaje, con los alumnos, padres y
compañeros de trabajo, hará que María Victoria cambie de forma radical su
visión del mundo.
Por
otro lado tenemos los alumnos del colegio, niños también muy distintos los unos
de los otros. Algunos de ellos se dedican a acosar a sus compañeros. Los niños
acosados intentan superar el bache como pueden. Los padres, por desgracia, no
son de gran ayuda. (Las opiniones de algunos en las reuniones de la asociación
de padres y madres de alumnos harán que muchos lectores se sientan
horrorizados). La resolución de algunos
de los conflictos resultará tan inquietante como sorprendente.
Los
alumnos conflictivos, por desgracia, no solo la toman con los alumnos que
consideran más débiles. A veces también la emprenden con los profesores que
descubren más vulnerables. Profesores de métodos antiguos y a punto de
jubilarse, en el caso de esta novela.
Como
decía también al principio de este texto, el tiempo pasa y nos hace creer que
el pasado siempre fue bueno. Imagino que para sobrevivir, a veces, hemos de
borrar de nuestra memoria los malos episodios. O tal vez no. El caso es que
llegado cierto punto, parece ser que a todos nos da por querer hacer reuniones
de antiguos alumnos del colegio o del instituto. La historia de la fiesta de los
antiguos alumnos del Foixá me ha parecido un extracto de la vida real. El final
de esta aventura, como tantas otras cosas en el libro, también os sorprenderá.
La
novela cuenta aún con más subtramas, casi tantas como personajes conoceréis si os
decidís a leer esta obra. En esta reseña he querido destacar las que me han
parecido más significativas (para otro lector puede que otras historias dentro
de esta gran historia sean más destacables). Sea como sea, creo que lo
importante es que sepáis que Los
supervivientes, esta novela fresca, divertida, sorprendente e intrigante, es
un libro que pone de manifiesto lo duro que puede ser el mundo estudiantil
desde el punto de vista de alumnos, profesores, padres e incluso exalumnos. Que
el colegio supone un primer gran obstáculo en la vida de muchas personas. Que
la crueldad comienza desde bien temprano en algunas personas. Que la capacidad
de adaptación a este intrincado ecosistema social es fundamental a la hora de
sobrevivir. Y que si te decides a leer este libro, no solo te llevarás una muy
grata sorpresa al descubrir su gran calidad literaria y la autenticidad del entramado
de historias que lo componen, sino que también tu visión del mundo estudiantil
cambiará de una u otra manera. ¿Te atreves a comprobarlo?
Cristina Monteoliva