¿Cuándo comenzaste a
escribir?
Debo remontarme a mi etapa universitaria, allá por 3º o 4º de
carrera, algo muy incipiente, alguna colaboración en revistas, la primera la
recuerdo muy bien, una mejicana, Cosmos, y luego poco después, el periodismo,
tanto de crónica o reportaje como el cultural, primero en Ideal, en las
delegaciones tanto de Granada y de Almería, y luego en el Diario Córdoba,
fundamentalmente en el suplemento “Cuadernos del Sur”, donde colaboro hace casi
veinticinco años.
Además de ser escritor,
reseñas libros en numerosos medios y te encargas de tu propio blog. ¿Cómo
consigues sacar tanto trabajo adelante?
La cuestión del tiempo se concreta en una buena organización, y
sobre todo en medirlo en tanto las posibilidades que ofrece; es decir, no perderlo
y aprovechar, en la medida de lo posible del que dispongamos; luego está el
sacrificio que uno hace, tanto familiar como personal y tener muy claro que uno
se sienta y debe trabajar y nunca aparentar. Suelo concentrarme fácilmente,
siempre llevo varias cosas en danza y poco a poco van saliendo: colaboraciones,
críticas, novelas, entrevistas… y luego, la lectura que sigue apasionándome.
Uno descubre autores y obras a media que aumentan las lecturas propias.
Has publicado tanto
ensayo como literatura juvenil. ¿Seguirás en el futuro moviéndote entre estos
dos géneros o te interesarás por algún otro?
Una cosa lleva a la otra, he sido y sigo siendo crítico
literario por devoción y casi profesión, colaboro en varios medios en papel y
en digital, y los ensayos se plantean cuando uno ha escrito algo que debe
quedar en forma de libro, para que no se pierda en las páginas de un periódico
o revistas que se olvidan en bibliotecas; lo de la literatura juvenil fue en
realidad un reto propio, cuestionarme a mí mismo si era capaz empezar y
terminar una novela con esas características. No olvides que siempre he estado
rodeado, por profesión, de niños y jóvenes por mi condición docente.
¿Por qué escribir
literatura juvenil?
Quizá para intentar llegar o transmitir ciertos valores
esenciales a unos jóvenes lectores y someterme a un sumarísimo juicio, el suyo,
y porque la literatura juvenil da pie a muchas interpretaciones, y exige
lectores muy atentos que saben muy bien lo que quieren. El planteamiento de un
relato juvenil es igual o muy parecido al de un adulto, aunque exige una
selección distinta de los temas a elegir. Hasta ahora lo he hecho en tres
ocasiones, y tampoco me ha ido mal del todo. Primero fue Después de Praga nada
fue igual (2004), Conexión Helsinki (2009) y Las ratas del Titanic (2014). Lo
importante es que me divierto mucho, y si luego consigo al menos alguno de los
propósitos, como hacer reflexionar a esos jóvenes lectores, o divertirlos a
ellos, este tipo de relato ha conseguido su fin.
©Pedro Martínez Domene.
Y, como lector, ¿qué
lecturas prefieres?
Esta pregunta daría pie a una respuesta muy extensa; he sido
profesor de Lengua y Literatura durante muchos años, y la (de) formación
profesional me ha llevado a leer toda nuestra literatura española, desde los clásicos
a los más actuales, géneros, tendencias, movimientos estéticos, y luego
pensando que soy un lector “apasionado” a lo largo de mi vida he ido haciendo
calas, literatura alemana, francesa, italiana, inglesa, norteamericana, rusa…,
y un largo etcétera; tengo una gran biblioteca (modestia aparte) que da fe de
mis gustos, y luego hay que pensar que llevo más de media vida leyendo, y aún
sigo con el mismo entusiasmo, y la misma curiosidad. He leído toda la narrativa
española y extranjera d mi generación, hablo de finales de los 70, los 80 y 90,
esencialmente narrativa y preferentemente cuento, aunque eso sí, no faltan
otros géneros, lírica, ensayo o teatro.
Volviendo al tema de tu
escritura, cuéntanos cómo se te ocurrió escribir Las ratas del Titanic.
Es una historia curiosa porque sobre el Titanic abunda la
bibliografía, así que se me ocurrió que otra forma sería contar lo que ocurrió en
esa breve travesía pero protagonizada por ratas, es decir, una historia con las
mismas grandezas o las miserias humanas, pero contada por estos simpáticos roedores.
En este libro, Las
ratas del Titanic, se nota no solo que estás muy puesto en el tema del famoso
barco, sino que, además, es algo que te apasiona. ¿Estoy en lo cierto?
En parte, el interés es algo que me viene de forma indirecta. Lo
cuento: tengo dos hijas, una de ellas, siendo muy niña se apasionó por el
Titanic y su mundo y entonces le regalé todo tipo de libros sobre el famoso
barco, ilustrados, con fotos, maquetas, y así poco a poco ella se convirtió en
la auténtica experta. Yo lo he tenido muy fácil, mirar, aprender e hilvanar una
historia con todos esos materiales; toda su historia, datos técnicos,
tripulación, personajes curiosos.
¿Qué esperas que
encuentren los lectores de Las ratas del Titanic en este libro?
Como se trata de lectores muy jovencitos, casi niños, algo
divertido, que les llame la atención, ciertos valores como la amistad, el amor,
el esfuerzo, la bondad y humanidad aunque se trata de ratitas, y al margen de
toda esa fantasía, descubrir como el hombre era capaz hace más de cien años de
construir un barco semejante, aunque luego la mala suerte y el destino lo
llevaron al fondo del mar.
©Pedro Martínez Domene.
¿Escribirías una
segunda parte contando las aventuras de las ratas en el nuevo mundo?
Pues, es una pregunta que yo mismo me he hecho alguna vez. Y he
sentido la tentación, lo que ocurre es que las historias de alguna manera te
llevan para un lado y otro y en este tiempo, desde que escribí Las ratas… que
no coincide con su publicación, sino mucho antes, he estado haciendo otras
cosas, y quizá no ha llegado el momento, y no sé bien si llegará, pero alguna
idea sí me ronda por la cabeza, pero de los proyectos no se habla hasta que
realmente están escritos, entre otras cosas porque da mala suerte, ¿verdad?
¿Qué nuevos proyectos
literarios tienes en marcha?
Ahora, la verdad dispongo de más tiempo, y aunque en estos
últimos meses he ido leyendo y escribiendo más, siempre me ronda la trama para
alguna nueva novela y otros proyectos. Algunas revistas como Turia (Teruel) o
Narrativas (Zaragoza) me encargan ensayos de más envergadura y eso me ocupa
algún tiempo más; la critica de periódico o suplemento es más inmediata,
necesita de una actualidad y lo mismo ocurre con las entrevistas, y últimamente
he tenido suerte, he hecho algunas interesantes y leído libros que me
reconcilian con la buena literatura, tato española como extranjera.
¿Hay algo que te
gustaría contar antes de dar por finalizada esta entrevista?
En primer lugar mi agradecimiento, y subrayar el buen papel de los
blog en estos últimos tiempos tan digitalizados, quizá por su rapidez y
difusión.
Me declaro un enfermo de la literatura y, por consiguiente,
cualquier medio me sirve para dar fe de esta pasión y de cuanto he aprendido a
lo largo de tantos años.
Muchas gracias a ti,
Pedro, por tu tiempo, tus respuestas y tus fotos personales. Esperemos que tu
enfermedad literaria no se cure nunca y pronto nos ofrezcas nuevas obras
literarias de tu puño y letras.