Título: Cosas que decidir
mientras se hace la cena
Autora: Maite Núñez
Edita: Editorial Base
Páginas: 104
Precio: 13,90 €
El verano es tiempo de grandes estrenos
cinematográficos. Los grandes estudios nos ofrecerán en estos meses elaboradas
tramas con costosos efectos especiales. Querrán que creamos que solo en las
grandes pantallas podemos encontrar intriga, emoción, acción. Como si la vida
real no estuviera, en sí, llena de montones de grandes y pequeñas historias.
Algunas de ellas, cierto es, pasan desapercibidas. Como aquellas que habitan en
lo cotidiano, pienso tras la lectura de Cosas
que decidir mientras se hace la cena, el libro de Maite Núñez del que a
continuación os hablaré.
Cosas
que decidir mientras se hace la cena es un volumen
compuesto por un total de quince relatos que habitan en lo cotidiano de sus
personajes. Ocho de estos nueve cuentos han sido premiados o han recibido
menciones de diversa consideración en concursos literarios, lo que ya os puede
dar una idea de la calidad literaria que tiene el libro en su conjunto.
El volumen le debe su
título al relato con el que da comienzo, Cosas
que decidir mientras se hace la cena, una historia que nos habla de lo que
perdimos, de lo que no nos hace feliz en el presente y de todo aquello que no
sabemos como dejar porque la vida nos asusta. Este primer relato está escrito
en tercera persona, al igual que la mayoría de los cuentos que encontraréis en
este libro, una voz narrativa que combina a la perfección con las tramas de
estas historias.
Otra cosa que tienen en
común la mayoría de estos relatos es el sitio en el que tienen lugar: la
idílica urbanización de San Cayetano; un lugar donde, sin embargo, nada es lo
que parece. Ya que existe un lugar común y personajes que aparecen en más de un
relato, si solo nos quedáramos con estos cuentos, podríamos hablar de novela
disruptiva. Pero ya que hay otros escenarios, catalogaremos este libro simple y
llanamente como libro de cuentos.
Lo cotidiano es un
universo fascinante. Miles de cosas distintas pasan por nuestras mentes
mientras cocinamos, limpiamos el polvo o tomamos el sol bajo una sombrilla.
Gracias a esa amplificación que nos ofrece Maite Núñez de lo que no vemos
cuando miramos a los demás, conoceremos nostalgias de amas de casa o de niñas
condenadas a vivir la vida de sus madres (Cosas
que decidir mientras se hace la cena, Dry
Martini); las distintas formas de reaccionar de mujeres y maridos al
descubrir que el otro era infiel (Reciclaje,
¿Guardan las cenizas memoria del fuego?,
Miopías, Mudanzas), todo aquello que se ocultan por no preocupar a los demás
(El plano de Londres, Planes de futuro);
las fantasías de ellas y de ellos (En el
semáforo, Panorama desde Primrose Hill, Liturgia para mujeres despechadas)…
Especial relevancia
para mí tienen los relatos que hablan del cáncer desde distintos puntos de
vista (Todos los seres queridos,
Asimetría, Pelo, pestañas, cejas y Zona de sombrillas). Aunque todos los
relatos de este volumen me hayan aportado algo, aunque todos tengan, en su
menor o en su mayor medida, su carga de emotividad, creo que estos cuatro son
los más desgarradores y llenos de sentimiento que encontraréis en este libro.
Imposible olvidarse de ellos tras su lectura.
No puedo dar por
concluida esta reseña sin señalar la importancia de los finales de estos
relatos. Y es que si bien los cuentos de otros autores terminan de una forma
efectista (a veces, demasiado), los de Maite Núñez lo hacen de un modo mucho
más sereno, pero también acorde a las historias que nos cuenta. Estos finales
nos vienen a recordar que la vida a veces es así, que se pasa de un tema a otro
sin que la línea de división entre el primero y el segundo sea clara. Casi sin
darnos cuenta.
Cosas
que decidir mientras se hace la cena, en definitiva, es un
muy buen libro de relatos realistas que nos habla de la soledad, la
incomprensión, los anhelos, la rabia y otros muchos sentimientos que habitan en
lo cotidiano. Maite Núñez disecciona la vida de sus personajes para mostrarnos
historias que podrían ocurrirle a cualquiera, pero que no por ello dejan de ser
extraordinarias. Porque la vida es eso: algo fascinante, algo que puede
sorprendernos continuamente. Por eso, amigos, si queréis sorprenderos con
buenas historias muy bien escritas, pero a la vez aptas para todo tipo de
lectores, no dejéis de asomaros al universo de Cosas que decidir mientras se hace la cena.
Cristina Monteoliva