miércoles, 7 de diciembre de 2022

Reseña: LA MUJER QUE ESCRIBIÓ FRANKESTEIN, de Esther Cross.

 

Mary Shelley fue una mujer única, adelantada a su tiempo, visionaria y erudita. Escritora, ensayista, dramaturga y biógrafa es conocida, sobre todo, por su novela más famosa, pero también como editora de la obra de su marido el poeta romántico Percy Bysshe Shelley. La biografía de esta autora es de lo más interesante y truculenta, también lo es la época en la que le tocó vivir. Todo ello inspiró y se plasmó, en cierta manera, en su obra Frankenstein o el moderno Prometeo.

         Para quienes se hayan preguntado alguna vez cómo una mujer de apenas diecinueve años pudo llegar a concebir un personaje y una historia como Frankenstein, leer el libro de Esther Cross les ayudará a entenderlo. La mujer que escribió Frankenstein es una obra híbrida entre la biografía y el ensayo novelado centrada en la figura de Mary Shelley, pero también en el contexto en el que nació su novela y en las personas que formaron parte de su vida, como su marido, lord Byron o su familia. El libro se construye a través de materiales diversos como diarios de diferentes personas, cartas, textos de la época, e incluso fragmentos de la novela de Shelley concebida en la famosa Villa Diodati.

         Es un libro que se lee del tirón, no solo por su extensión sino por lo interesante del tema y la manera en que está escrito. Con un estilo directo, agudo y conciso, su autora nos lleva a la primera mitad del siglo XIX, una época muy tenebrosa de la historia. De su mano conocemos a los resurreccionistas, ladrones de cuerpos que los vendían a las escuelas de anatomía. La ciencia médica tenía que avanzar pero no podía hacerlo si no se practicaba sobre cuerpos humanos. Ante la falta de estos, se generó un mercado clandestino de cadáveres que se obtenían desenterrando los cuerpos recién enterrados en los cementerios e incluso asesinando a mendigos y prostitutas.

         Mary Shelley fue una hija de su tiempo. Su madre, la escritora y filósofa feminista Mary Wollstonecraft, murió en el parto y ella aprendió a leer en las lápidas del cementerio en el que estaba enterrada. Su relación con el poeta Percy B. Shelley también se inició cerca de la tumba de su progenitora. Sus vivencias familiares, sus viajes por el mundo, el ostracismo social al que fue sometida la pareja, la muerte de sus hijos o las acuciantes deudas que los perseguían fueron algunos de los hechos que marcarían la vida y la obra de esta autora.

         El libro que nos ocupa es una pequeña maravilla, casi adictivo en su lectura. A través de él conocemos un poco más a la madre de Frankenstein y descubrimos un tiempo oscuro de la historia que parece sacado de una novela de terror. El buen gusto de boca nos deja con ganas de profundizar más tanto en la figura de la escritora como en la época que le tocó vivir y que sirvió de marco a una de las novelas más famosas de todos los tiempos.

María Dolores García Pastor